País Informe de Desarrollo Humano 2019

Nuevo reporte del PNUD: la pobreza se reduce, pero las desigualdades crecen

El informe advierte por primera vez que las cifras no bastan para comprender los malestares sociales, sino que es necesario recurrir estadísticas administrativas y a investigaciones para identificar obstáculos de la población en lograr llevar una vida digna.

A pesar de que “un número sin precedentes de personas consiguen huir de la pobreza, el hambre y las enfermedades en todo el mundo”, la desigualdad de capacidades y oportunidades se ha profundizado debido, principalmente, a la marginación de las mujeres, a las diferencias de acceso a la revolución tecnológica y para hacer frente a los impactos del cambio climático.

Esta es la conclusión principal a la que llega el Informe del Desarrollo Humano 2019, del Programa de las Naciones Unidas, titulado “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: Desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”.

Como consecuencia de lo anterior, el informe advierte, por primera vez, que las cifras no bastan para comprender los malestares que se convierten en protestas sociales, sino que es necesario recurrir también a las estadísticas administrativas y sociales, así como a las investigaciones cualitativas para poder identificar las normas sociales y culturales y otros obstáculos que impiden a la población de cada país contar con las capacidades para llevar una vida digna.

También, por primera vez, el informe otorga un lugar central al examen de las desigualdades en las capacidades y oportunidades que afectan a la mitad de la población mundial constituida por las mujeres y considera que, sin abordar este problema estructural persistente, no será posible alcanzar los objetivos del desarrollo humano.

“En todos los países hay muchas personas con escasas perspectivas de vivir un futuro mejor. Carecen de esperanza, sentido de propósito y dignidad; desde su situación de marginación, solo les queda contemplar a otras personas que prosperan y se enriquecen cada vez más”, reconoce el documento.

El estudio llega a cinco conclusiones principales:

  1. Si bien existen disparidades generalizadas en el desarrollo humano, se está avanzando en la reducción de las privaciones extremas, como la esperanza de vida al nacer;
  2. Las desigualdades se acumulan a lo largo de toda la vida, reflejando a menudo profundos desequilibrios de poder;
  3. Está surgiendo una nueva generación de desigualdades que se profundiza en las llamadas “capacidades aumentadas” que son las que acrecientan el empoderamiento, como el acceso a las nuevas tecnologías y el poder de hacer frente a crisis ambientales;
  4. La evaluación de las desigualdades del desarrollo humano requieren de “una revolución” en las herramientas y los métodos para “medirlas”, con el objetivo de poder reducirlas;
  5. Las desigualdades se pueden corregir si se actúa ahora, antes de que los desequilibrios de poder económico se trasladen y se estacionen definitivamente en el ámbito político.

“Las capacidades aumentadas se están convirtiendo en cruciales para que las personas tomen las riendas de la “narrativa de sus vidas”. Dado que algunas capacidades se van construyendo a lo largo de toda la vida, el hecho de contar con un conjunto de capacidades básicas —como sobrevivir más allá de los cinco años de edad o aprender a leer— supone un paso muy importante para la formación de capacidades aumentadas en etapas vitales posteriores”, dice el informe.

Costa Rica, que en 2017 y 2018 ocupó los lugares 63 y 66 en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD, respectivamente, y ahora bajó al lugar 68, aparece referenciada tres veces en el Informe: como el quinto país del mundo con la mayor cantidad de mujeres que se ven limitadas a realizar trabajos informales no agrícolas; como uno de los ocho países en el mundo que logrará erradicar la malaria en el año 2020; y como un modelo exitoso de seguridad social universal.

Sobre este último punto, nuestro país sirve como ejemplo del tipo de modelo de seguridad social que “comenzando con un sistema unificado que inicialmente cubre a individuos vulnerables no pobres, tales como trabajadores formales con bajos ingresos, luego las políticas pueden ser expandidas hacia arriba y hacia abajo, siempre que haya un énfasis en la calidad (por lo tanto, proveyendo incentivos para que individuos de altos ingresos participen al tiempo que se permiten expansiones para la gente pobre). Este enfoque, exitoso en Costa Rica, reduce el riesgo de crear programas diferentes para gente pobre y no pobre”.

En materia de reducir las brechas en la desigualdad de género en el mundo, el informe afirma que “el progreso en reducir la desigualdad en el siglo XX fue impresionante en logros básicos como salud, educación, participación en los mercados y en la política. Pero, cuando se aproxima, en el 2020, el 25 aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, acordada en la Cuarta Conferencia sobre la Mujer, de 1995, permanecen muchos desafíos a la igualdad, particularmente en cuanto a capacidades aumentadas que alteren las relaciones de poder y que potencien la agencia. El mundo no está encaminado a alcanzar la igualdad de género para el año 2030. Basados en las tendencias actuales, tomaría 202 años cerrar la brecha de género en cuanto a las oportunidades económicas”, dice el informe.

Además, advierte que hay señales preocupantes de dificultades y retrocesos en el camino hacia la igualdad de género en el acceso a altos cargos políticos y en la participación de las mujeres en el mercado laboral, “incluso cuando la economía esté boyante y existe paridad en el acceso a la educación”.

Y advierte que “hay señales de una reacción. En varios países la agenda de la igualdad de género es retratada como parte de “la ideología de género”. En otras palabras, precisamente cuando está creciendo la conciencia de que se necesita hacer más para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, el camino se vuelve más cuesta arriba”, enfatiza el documento.

El informe también reporta que la desigualdad en el ingreso y la concentración del capital se han intensificado en todo el mundo, principalmente por una menor tributación de los impuestos sobre la renta por parte de quienes tienen más poder –y por eso también mayor acceso a los medios que permiten eludir y evadir impuestos- y los sectores medios y bajos de la población, así como en detrimento de los ingresos públicos.

Por ejemplo, en Inglaterra e Italia la proporción de la riqueza privada neta en relación con el ingreso nacional se duplicó, seguidos por Canadá, Australia y Estados Unidos. Pero el mayor incremento en esa proporción se dio en China y en la Federación Rusa, donde se cuadruplicó y triplicó, respectivamente.

Al mismo tiempo, la relación entre el ingreso nacional y la riqueza pública se volvió negativa en Inglaterra y Estados Unidos y se redujo en Francia, Alemania y Japón. En China se mantuvo y en la Federación Rusa cayó dramáticamente del 230% al 90% del ingreso nacional entre 1999 y 2015.

¿Qué incluye el Índice de Desarrollo Humano?

El Índice de Desarrollo Humano, del PNUD, se calcula utilizando datos de salud, educación e ingreso de cada país, entre los que se encuentran:

Esperanza de salud perdida: diferencia relativa entre la esperanza de vida y la esperanza de vida sana, expresada como porcentaje de la esperanza de vida al nacer.

Médicos: número de médicos, tanto generalistas como especialistas, expresado por cada
10.000 personas.

Camas de hospital: número de camas de hospital disponibles, expresado por cada 10.000 personas.

Proporción alumnos-maestro en la escuela primaria: promedio de alumnos y alumnas por maestro en la educación primaria.

Maestros de primaria con formación docente: porcentaje de maestros de la escuela primaria que han recibido la formación pedagógica formal mínima (formación previa al empleo o en el empleo) necesaria para enseñar en educación primaria.

Proporción de escuelas con acceso a Internet: proporción de escuelas de primaria y secundaria con acceso a Internet para fines educativos.

Puntuación en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA): puntuación obtenida en la prueba de aptitudes y conocimientos de los estudiantes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencia.

Empleo vulnerable: porcentaje de personas que ejercen actividades como trabajadores familiares no remunerados y trabajadores por cuenta propia.

Población rural con acceso a la electricidad: cantidad de personas que viven en zonas rurales con acceso a la electricidad, expresada como porcentaje de la población total. Esta tasa incluye la electricidad que se vende comercialmente (fuera y dentro de la red) y la que se genera de forma propia, pero no las conexiones no autorizadas.

Población que utiliza fuentes mejoradas de agua potable: porcentaje de la población que utiliza fuentes mejoradas de agua potable, que por la naturaleza de su construcción y diseño es probable que protejan la fuente de la contaminación exterior, en particular de materia fecal. Las fuentes mejoradas de agua potable son, entre otras, el agua corriente en una vivienda, parcela o patio; un grifo público o una tubería, un pozo entubado o perforado, un pozo excavado protegido, un manantial protegido y la recogida de agua de lluvia.

Población que utiliza sistemas de saneamiento mejorados: porcentaje de la población que utiliza sistemas de saneamiento mejorados, que separan de forma higiénica los excrementos humanos del contacto humano. Los sistemas de saneamiento mejorados son, entre otros, los inodoros con cisterna o descarga a un sistema de alcantarillado por tubería, un tanque séptico o letrina de pozo excavado, una letrina de pozo mejorada y ventilada, una letrina de pozo con losa y un inodoro de compostaje. Los sistemas de saneamiento que se comparten con otros hogares o están abiertos a uso público no se consideran mejorados.

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