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Nuevo reglamento de Bolsa de Comercio deja sin regular “asesores” autorizados por Transcomer

Otros puestos afirman que la posesión de la mayoría de las acciones de Bolcomer por parte de Transcomer hace que no haya competencia, que se supone es la naturaleza de las bolsas y el justificante de su capacidad para autorregularse.

El nuevo reglamento de la Bolsa de Comercio de Costa Rica, Bolcomer, que se aprobó el pasado 20 de marzo del 2024, dejó sin regular, e incluso sin definir, a los “asesores autorizados” que mes a mes colocan millones en inversiones mediante el puesto de bolsa más grande: Transcomer.

El millonario puesto de bolsa que se anuncia en vallas, partidos de fútbol y encuentros de golf coloca mes a mes dineros de cientos o miles de costarricenses en la mencionada bolsa, a través de “asesores” que captan esas inversiones, según consta en la misma página web de la empresa.

Transcomer cuenta con al menos 78 “asesores autorizados”.

Y es que en el reglamento aprobado —que está disponible en el sitio del Banco Central de Costa Rica— se definen los puestos, las operaciones y ofertas y los “agentes de bolsa de comercio”, pero no los “asesores autorizados”, como las 78 personas que conforman la mayor parte de la operación de Transcomer.

Esos mismos asesores no tendrían ni responsabilidades ni deberes frente a la bolsa porque, de acuerdo con la normativa recién aprobada y que es, en la práctica, la única regulación vigente para el sector, ni siquiera existen.

UNIVERSIDAD consultó a varios puestos de bolsa que operan en Bolcomer y todos indicaron que no tienen “asesores”, sino “agentes de bolsa”, lo que tiene implicaciones y requisitos legales, pues, por ejemplo, deben tener grado académico para poder hacer operaciones.

Mientras tanto, según pudo confirmar este semanario en consulta con clientes de la empresa Transcomer, los “asesores de inversiones” no siempre cumplen esos requisitos y no necesariamente ofrecen sus servicios en el marco de la formalidad de la comunicación directa o digital con un puesto de bolsa, sino que ofrecen a las personas oportunidades de inversión en oficinas, mediante redes sociales y hasta durante viajes gestionados por apps.

La bolsa dijo, a través de su oficina de comunicación, que como la regulación fue publicada hasta el pasado 9 de abril, “no es sino hasta días recientes que se empezó a trabajar propiamente en su implementación, la cual, desde luego, conduce a revisar todas las figuras existentes en el ámbito de la Bolsa, que se ven afectadas por la nueva regulación”.

A finales del año pasado, en entrevista con diario digital El Observador, el jerarca de la Superintendencia General de Valores (Sugeval), Tomás Soley, alertó sobre el peligro de los “personajes de redes sociales que ofrecen consejos de inversión”, aunque estos “consejos” sean gratis. Además, dijo que la ley debería delimitar más la figura del “asesor financiero” y otorgarle responsabilidades claras.

Luis Diego Vargas, expresidente del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), dijo que la Sugeval no debería esquivar su responsabilidad y debería intervenir pues en su criterio, se están ofreciendo servicios financieros.

Mínima vigilancia

Cabe recordar que, a principios de marzo, UNIVERSIDAD reportó que Transcomer opera sin supervisión alguna del Estado y solamente bajo la regulación que le impone —o debería imponerle— la bolsa misma (ver nota: Millonario puesto de bolsa Transcomer opera sin supervisión alguna del Estado).

Esta particularidad se debe a que la ley impone regulación a los mercados de valores, pero no a los de bienes y servicios que, se supone, se autorregulan en un marco de libre competencia a lo interno de la bolsa y que solo son vigilados por las autoridades.

Así, hasta marzo, Bolcomer operaba sin supervisión, pues solo el Banco Central tiene potestades sobre ella y estas son apenas de vigilancia de “acuerdo con los reglamentos que esa institución promulgue”.

De esta forma, el BCCR ejerce una función de vigilancia, no de supervisión o regulación, sobre Bolcomer, quien tiene a su cargo la supervisión de sus propios puestos de bolsa y, hasta finales de marzo, ni siquiera había un reglamento a partir del cual se podría ejercer esa potestad.

Tanto Transcomer como Bolcomer son de un mismo grupo empresarial y tienen al frente al empresario Oscar Gutiérrez Lachner, quien opera como presidente y gerente general en Transcomer, y en Bolcomer como presidente de la junta directiva. Además, junto a su esposa, Silvia Zúñiga, Gutierrez es desde junio pasado, dueño de Diario Extra.

Personeros de diversos puestos de bolsa señalaron que este y otros problemas, como la imposibilidad de que nadie que no sea Transcomer ofrezca ciertos productos, se deben a que ese puesto es dueño de la enorme mayoría de las acciones de Bolcomer, lo que resulta en serios roces con el principio de libre competencia.

Actitud monopólica

Representantes de varios puestos de bolsa que operan en Bolcomer indicaron que existen, a lo interno de la entidad, problemas de competencia, pues Transcomer y Bolcomer tienen en la práctica el mismo dueño y los mismos intereses (algunos de estos entrevistados pidieron no identificarse para evitar conflictos o perjuicios a sus empresas).

Transcomer, dijeron, es el accionista mayoritario de la bolsa con alrededor de un 82% de la totalidad de las acciones, mientras el Código de Comercio establece que quienes funden una bolsa de mercancías “no podrán suscribir ni llegar a poseer, en ningún momento, una proporción mayor del cuarenta por ciento (40%) del capital autorizado”. El puesto, eso sí, no es fundador de Bolcomer.

Esta situación ha conllevado, dicen representantes de puestos, a que la bolsa misma obstaculice el desarrollo de nuevos productos que no son de interés de Transcomer y a que se permitan “actitudes monopólicas” con productos como el Macab, que es con lo que más coloca inversiones ese puesto.

Personeros de puestos indicaron, por ejemplo, que han realizado propuestas para comerciar ciertos bienes, pero no han sido “de interés” de la bolsa y otros dijeron que han intentado recibir capacitación para comercializar Operaciones Inmobiliarias con Opción (OICOs, el genérico de Macab), pero que no se les ha brindado. Solamente uno de los puestos (San José Capital) informó que ha logrado avanzar y que pronto ofrecerá un producto de este tipo.

Bolcomer defendió que las operaciones comerciales “se dan en un mercado regulado, transparente, supervisado por la Bolsa de Comercio y vigilado por el BCCR” y aseguraron que han estado preparando un proceso de formación y capacitación, tanto sobre el nuevo reglamento como sobre los OICO, que se darán a finales de mayo de este año.

Luis Diego Vargas dijo que el Banco Central y la Comisión para Promover la Competencia deberían estar vigilando que a lo interno de Bolcomer se desarrolle competencia, pues esto tiene un fin de interés público que es proveer bienes y servicios a mejores costos.

“Hay un tema de interés público subyacente en el desarrollo de la competencia en las bolsas de comercio donde se da la comercialización de todo tipo de bienes y servicios, y donde el límite es la imaginación. Por eso ni la CPC ni los organismos reguladores deben darle la espalda al tema y, por el contrario, deben procurar su desarrollo”, afirmó.

Bolcomer asegura que en el “ejercicio de la libertad de comercio, los puestos de bolsa de comercio pueden desarrollar y comercializar productos conforme con la ley, con el nuevo Reglamento y siempre bajo la fiscalización, en su orden, de la Bolsa de Comercio y el Banco Central”.

“El entorno actual es favorable a un crecimiento del mercado y fortalecimiento de las inversiones inmobiliarias, debido al auge en las áreas turísticas, hotelería y comercial que generan oportunidades para este tipo de mercado, donde los costarricenses, además, han mejorado su capacidad de compra e inversión debido al tipo de cambio. En ese sentido, creemos que existe espacio para todos y, sobre todo, para crecer con creatividad y siempre cumpliendo con las regulaciones que aplican a las bolsas de comercio en Costa Rica”, indicaron.

 

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