El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, reconoció este jueves que el Gobierno percibe una demanda por elevar la inversión en el área social, pero advirtió que por ahora y aún en 2024 la prioridad es la estabilidad fiscal y el pago de la deuda.
“Es la principal demanda que tenemos hoy”, admitió el jerarca de Hacienda en una conferencia de prensa de cierre del 2023 en la que destacó la mejoría de las cifras fiscales y la necesidad de cambiar el esquema tributario del país, aunque también advirtió que esto último no será objeto de reformas en el 2024.
“Las demanda de la gente es cuándo vamos a empezar a invertir en educación, en seguridad social y en ayudar a los grupos más vulnerables. Bueno, el momento está cerca: si continuamos por esta senda (fiscal) vamos a generar recursos sanos para invertir en estos objetivos”, dijo Acosta, centrado en el discurso de la necesidad de reducir la deuda para bajar su proporción ante el PIB y así liberar capital cumpliendo con la regla fiscal. Esa relación deuda/PIB ha bajado y ahora está en 59,8% mientras el déficit fiscal se ha reducido hasta 2,4%.
Sin embargo, la inversión social en 2023 cayó por debajo de 10% del PIB y con sólo 37,7% del presupuesto nacional, consolidando la tendencia de reducción en la última década. Mientras tanto, en el presupuesto para 2024 el Gobierno incluyó recursos para el sector social que sólo superan en medio punto porcentual el que se aplicó en este año, lo que propicia que baje a 9,7% el porcentaje respecto al PIB, como publicó este semanario en septiembre. Esto se refleja en el crecimiento de la desigualdad y las dificultades persistentes de amplios grupos de la población que no se benefician con las dinámicas del mercado.
Acosta resaltó que desde 2020 hasta 2024 ahora aumentó el gastó social en 16.000 millones y dijo que el Gobierno quiere seguir aumentando pero con una condición: “conforme disminuya la presión de los intereses sobre el gasto del Gobierno”. De esta manera, la prioridad en el presente está aún fuera del foco social, como lo reafirmó en la frase final de su presentación: “la consolidación de hoy es la prosperidad de mañana”.
“Mientras se consuma el 56% de nuestro presupuesto en el pago de intereses y amortizaciones poco espacio tenemos para invertir”, dijo en otro momento en alusión a la necesidad de aumentar las fuentes de financiamiento del país, pues reconoció que es poco probable el aumento de la recaudación en 2024, pues no de posibilidades de que se logre aprobar en la Asamblea Legislativa una reforma fiscal.
