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MEP busca cómo graduar a rezagados en bachillerato

El Consejo Superior de Educación decidirá si aplica indultos, abre más convocatorias o somete a nuevas pruebas a estudiantes que fallaron examen.

En busca de trabajo dejó varias veces su currículo en tiendas de ropa; sin embargo, pasaron los días y nadie llamó. Con 21 años y un hijo que mantener, Maryam Arce, vecina de Desamparados, no lograba ingresar al mundo laboral. Le faltaba la llave que abría esa puerta: su título de bachillerato.


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Convencida de cambiar su vida y darle un mejor futuro a su hijo, en enero del 2017, Maryam decidió prepararse en un instituto de enseñanza de San Pedro. Realizó las seis pruebas en abril de ese año, pero no logró aprobar la prueba de Matemática.

No fue sino hasta setiembre del 2017, que por segunda vez –y luego de pagar clases privadas– la realizó otra vez y por fin logró aprobar. A partir de allí su vida cambió, pues luego de recibir su título de bachiller en educación media las puertas se le abrieron; ahora trabaja en una tienda donde tiene horarios flexibles e incluso apenas siete meses después ya tuvo su primer ascenso.

Como Maryam hay miles de jóvenes “congelados” en el limbo del desesmpleo y que no logran conseguir trabajo porque no tienen aprobado su bachillerato. Solo en los últimos cinco años, el Ministerio de Educación Pública (MEP) reportó uno 27 mil rezagados; es decir, estudiantes que pasaron quinto año en la educación formal pero que no lograron aprobar el examen de bachillerato.

La cifra de rezagados no disminuye, sino que crece año tras año. Este es el panorama que tiene al MEP de cabeza, analizando cómo bajar esa presa a través de la transformación de las pruebas de bachillerato.

El pasado 6 de junio, el ministro de Educación Pública, Édgar Mora –respaldado por el presidente de la República, Carlos Alvarado– anunció la eliminación de las pruebas como requisito para optar por el título de bachillerato.

De acuerdo con Mora, la prueba de bachillerato tal y cómo está diseñada en este momento, solo aumenta la cifra de rezagados que no pueden ingresar a la universidad o no consiguen trabajo; es decir, sobrellevan la vida de manera “más difícil”.

“El bachillerato es una prueba estandarizada que ha sido congruente con el modelo educativo que hemos seguido hasta ahora, que tiene que ver con el manejo en un momento determinado de cientos contenidos. Es decir, que busca la memorización. La prueba como tal, durante  los años, ha dejado pegado en el zarán a un montón de personas y cuando revisás quiénes son te das cuenta que son personas que desde el principio del proceso educativo han tenido desventajas”, señaló Mora.

Actualmente las pruebas están diseñadas de acuerdo con los viejos programas de estudio que apelan a la memorización de contenidos. Muy diferente a los nuevos programas aplicados desde el 2012 en los centros educativos, los cuales tienen como enfoque el desarrollo de habilidades y la resolución de problemas y el desarrollo de un pensamiento crítico. La reforma es parte de la política educativa en que la persona es el centro del proceso educativo y sujeto transformador de la sociedad.

La viceministra académica del MEP, Giselle Cruz, secundó a Mora y explicó que la institución reporta casos de estudiantes que han perdido el examen de Matemáticas en 26 ocasiones.

“El sistema no les ha podido dar respuesta y son muchachos que hacen las pruebas muchas veces. Tenemos muchachos en Matemática que han hecho la prueba hasta 26 veces. El sistema los deja sueltos; es decir, el muchacho solo encuentra algunos materiales en el mercado para apoyarse pero eso no les da garantía de que van a obtener buenos resultados. En este momento, en el país, el bachillerato es un requisito para entrar al mundo laboral”, aseguró Cruz.

Pero, ¿cuáles son las medidas que el Ministerio tomará para empujar a esos rezagados hacia el bachillerato?

De acuerdo con el ministro, el Consejo Superior de Educación deberá analizar si ofrece un indulto y da por aprobado el bachillerato a los rezagados, si los somete a las nuevas pruebas que evaluarán habilidades o sigue aplicando las que están vigentes.

“Las tres opciones son razonables. Ninguna es irracional. Hay que analizar”, señaló Mora.

Desde el año pasado, y en aras de disminuir el número de rezagados con que cuenta el sistema educativo, el Ministerio inició con la aplicación de la iniciativa “Bachillerato a tu medida”, que consiste en dividir la prueba de bachillerato en dos partes.

Se efectúan dos pruebas de 50 ítems por asignatura: en la primera prueba se evalúan los contenidos de décimo año y es aplicada en junio, la segunda incluye los contenidos de undécimo año y es presentada en diciembre.

En el caso de español la prueba se divide en redacción y ortografía, que se aplica en junio; y gramática y literatura, en diciembre.

La calificación final corresponde al promedio entre ambas evaluaciones y la nota mínima de aprobación es de 70 en una escala de 1 a 100.

Según el MEP, el nuevo programa ha dado muy buenos resultados hasta ahora.



Alimentando al MEP

Tal y como lo señaló el ministro en junio anterior, las nuevas pruebas no serán vinculantes, es decir, no condicionan que un estudiante obtenga su título de bachillerato. Sin embargo, servirán como retroalimentación para el Ministerio, que con esa información evaluará cuáles son y dónde se encuentran las deficiencias del sistema educativo.

“No será vinculante pero sería importante –y una seña para el sistema– poder determinar cuáles de los colegios están en una condición de instalar una menor capacidad en el estudiante para buscar que el sistema, en general, resuelva esa calidad que está sucediendo focalizadamente en determinado colegio”, indicó el jerarca.

Las pruebas que buscan –básicamente– diagnóstico y certificación serán obligatorias y representan un estado en el que los estudiantes que están dentro del sistema formal pueden obtener su título.

Asimismo, servirán como instrumento para que universidades y patronos puedan elegir a las personas más idóneas para ocupar sus aulas o puestos en empresas. Así lo señaló el director de Gestión y Evaluación de la Calidad del MEP, Pablo Mena.

“De parte del MEP, estamos en la anuencia de brindar a las empresas o universidades un insumo más a la hora de seleccionar a cada uno de sus colaboradores o estudiantes. Esa es una decisión de la empresa o de los centros de estudios, pero es un insumo que podría estar a su disposición para que hagan una mejor selección. Ahí es donde el estudiante debería esmerarse en sacarse una buena calificación en las pruebas de bachillerato”, explicó el funcionario.

El ministro agregó que esta es una forma de incitar a los estudiantes para que se preparen para las pruebas y obtengan buenos resultados.

“¿Por qué un muchacho haría bien la prueba? Porque en la prueba se certifica cuál es su desempeño. Puede que él encuentre un trabajo donde no se lo piden pero seguro en el siguiente escalón social al que pasará se lo pedirán. Las empresas piden procurar que los estudiantes tengan habilidad del segundo idioma; es decir, la habilidad de capturar idiomas y aprenderlos. El mundo se está moviendo hacia esa dirección porque sabemos que el valor de la memoria ya no es lo que fue”, aseguró el ministro.

Según datos de la Unión de Cámaras Costarricenses y Asociaciones del Sector Privado (Uccaep), en el 2017 el 37% de los empresarios señaló que el bachillerato en educación secundaria era el requisito mínimo para ingresar a sus empresas.

El presidente de la Cámara, Gonzalo Delgado, señaló que “cada vez más las empresas demandan talento humano más capacitado. De manera consecuente, ante la consulta de próximas contrataciones, se observa que las empresas buscarán siempre personal capacitado versus dejarían ir trabajadores con bajos niveles de cualificación”.

Pese a indicar que las pruebas de bachillerato son “un factor fundamental”, Delgado también mencionó que actualmente “hay otro tipo de habilidades que son altamente buscadas por los empresarios, como las habilidades blandas (sociales o de comunicación), que no las miden las pruebas de bachillerato ni se adquieren necesariamente durante la secundaria, estas también son altamente buscadas por las empresas”.

Se prevé que la nueva prueba de bachillerato sea evaluada en el 2020.

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