El mal diseño del transporte público y la excesiva cantidad de vehículos que hay en el país hacen que los costarricenses pierdan horas de su vida pegados en presas, aún cuando no hay trabajos en las vías.
En los últimos días, el alto tráfico han estado en boca de todos, pues el cierre simultáneo de varias rutas nacionales ha causado un colapso vial de gran magnitud.
Personas que se mueven especialmente entre Alajuela y San José y que usualmente tardan 45 minutos o una hora en llegar a o regresar de sus trabajos, contaron a UNIVERSIDAD que transitaron hasta 3 horas en ruta esta última semana.
Igualmente, ciudadanos que circulan en la capital y tienen que cruzar circunvalación, dicen que el tiempo en presa se ha multiplicado.
El caos ha sido tal que el gobierno de la República admitió haberse equivocado -lo que casi nunca pasa- al no planificar bien los trabajos en el Bajo Los Ledezma y convocó a una reunión de emergencia con ministros y jerarcas de entidades públicas para establecer acciones frente al colapso vial que se presenta en área metropolitana de San José y en varias rutas aledañas.
En una publicación en sus redes sociales, el Programa Estado de la Nación dio contexto a la actual crisis de presas “que están acabando con la paciencia de miles de personas en la Gran Área Metropolitana” y explicó que Costa Rica es el tercer país con más carros por persona en América Latina.
Además, detalló que el sistema de transporte fue diseñado para otro tiempo y que todo llega a San José, lo que incrementa el colapso vial.
Con esas condiciones y en tiempos usuales, la velocidad usual de tránsito en la GAM es de apenas 14 kilómetros por hora y hace que el tiempo usual de desplazamiento hacia y desde el trabajo en hora pico sea de 1,2 ó 1,3 horas en carretera.
