País Candidata a vicepresidenta por el PLN

Laura Arguedas: “Liberación está proponiendo inclusión y la primera muestra de esa inclusión soy yo”

Luego de sostener discursos conservadores en 2018, el PLN se presenta ahora como una opción respetuosa de los derechos de todas las personas y familias, incluyendo una candidata que pertenece a la comunidad LGBTIQ+.

Después de haber sostenido una campaña conservadora en 2018, para estas elecciones presidenciales el Partido Liberación Nacional “dio un giro hacia la inclusión que siempre estuvo en su ADN”, dice la candidata a la segunda vicepresidencia en la fórmula verdiblanca, Laura Arguedas.

“Liberación está proponiendo inclusión y la primera muestra de esa inclusión soy yo”, dice Arguedas Mejía, primera mujer abiertamente lesbiana en aspirar al cargo en el país.

Arguedas es politóloga y tiene estudios en teología, además de una maestría en Derechos Humanos y un doctorado en Educación en proceso. Entre el año 2014 y el 2018, fue asesora en Casa Presidencial, trabajó más de 20 años en la Defensoría de los Habitantes y también se desempeña como docente e investigadora.

Liberacionista desde la cuna, asegura que, para ella, el partido fue siempre un espacio incluyente e inclusivo, pero sus discursos a lo externo dependieron mucho del contexto político. “Yo le puedo hablar del ahora, no del pasado, lo que puedo decir con certeza es que don José María comprende perfectamente que hay muchas formas de familia, que la familia es diversa”.

“Desarrollamos propuestas de empleo, salud, vivienda, educación, reactivación, todo el programa de gobierno con una visión de derechos. Yo celebro esa visión amplia de don José María que ve como una sombrilla los derechos humanos y la dignidad humana.” Laura Arguedas

Aunque en la elección anterior la campaña de Antonio Álvarez antagonizó el matrimonio igualitario, el derecho a decidir y la inexistente ideología de género; Arguedas asegura que el giro “no es tan enorme, si no que es más visible”. Por eso, dice, logró captar parte del voto de las poblaciones sexualmente diversas y espera captar aún más en la segunda ronda electoral.

Al igual que el PLN otros partidos optaron en esta ocasión por respaldar, aunque tímidamente, los derechos de las poblaciones LBGTIQ+, lo que llevó a una amplia dispersión del voto de esa comunidad. Para activistas, analistas e integrantes de partidos los temas de estas comunidades se volvieron poco relevantes al decidir el voto y por eso se repartió, desde el extremo izquierdo hasta la ultraderecha, en las elecciones del pasado 6 de febrero (ver nota: “Tras marcar elección de 2018, voto LGBTIQ se repartió por todo el espectro político” del 9 de febrero).

UNIVERSIDAD conversó con Laura Arguedas sobre este tema, así como sobre su percepción del impacto de los temas LGBTIQ+ en la arena política y en las expectativas a futuro, tanto de su partido, como de su lugar en la historia en caso de ser electa.

A continuación un extracto de esa conversación:

Según varios analistas y activistas, el voto LGBTI+ se dispersó entre varias agrupaciones, ¿Liberación coincide con esa lectura y a qué creen que se debe?

— Números no tenemos, lo que sabemos es a puro olfato y a lo que podemos conocer por el contacto con los sectores y pues, sí, esa es la sensación, que se diluyó porque en la elección pasada no había mucha opción para estas visiones progresistas mientras que en esta ocasión si las hay.

Yo he sostenido temas importantes como persona de la comunidad LGBTI y con base en eso hicimos una propuesta, es decir, Liberación está proponiendo inclusión, en varios contextos, y la primera muestra de esa inclusión soy yo. Entonces, sí, creo que el voto de esta población pudo haberse diluido porque no había un monopolio de la visión progresista.

¿Y creen que parte de ese caudal de votos les benefició?

— Pues sí, claro, como partido que creo es el único que está apostando a la socialdemocracia y en vista de que fortalecimos esa visión progresista, incluyente, yo creo que nosotros sí tuvimos una importante cantidad de votos de esa comunidad.

Justamente hablando de que en la elección pasada no hubo tantas opciones progresistas, Liberación pasó de antagonizar el matrimonio igualitario y temas por el estilo en 2018, y ahora más bien hace una apuesta, como usted dice, por la inclusión. ¿Cómo se dio ese giro?

— Yo sostengo que Liberación ha tenido inclusión a lo largo de la historia, pero el discurso tiene mucho que ver con la composición y el contexto político. Yo le puedo hablar del ahora, no del pasado, lo que puedo decir con certeza es que don José María comprende perfectamente que hay muchas formas de familia, que la familia es diversa. Él conoce a mi familia y comparte con mi familia, entonces, digamos que ese giro tal vez no es tan enorme, solamente es más visible.

El PLN es un partido con 70 años que sigue existiendo, el único que ha tenido la fortaleza para mantenerse en el tiempo y yo creo que es precisamente por su capacidad de adaptación, de apertura e inclusión. Es un partido que sabe leer los signos de los tiempos.

En el Liberación Nacional de hoy cabe mi abuela de 98 años que se emociona con el corrido a Pepe Figueres y quepo yo, ese es el secreto de comprender los tiempos, los cambios y sobretodo, la diversidad humana.

De cara a la segunda ronda, ¿el partido va a mantener los mismos tonos que han tenido en ciertos temas o van a profundizar en sus aproximaciones, por ejemplo, a las poblaciones LGBTIQ+?

— Vamos a ver, nosotros hemos tenido acercamientos y vamos a tener con otros grupos que quizá previamente no tuvieron el interés y ahora sí, no solamente de esta población, vamos a reunirnos para ver en qué podemos aportar y cómo podemos fortalecer nuestra propuesta. Lo hemos hecho, pero siempre hay más que se puede hacer, cosas importantes por escuchar, porque la democracia se construye con diálogo, construyendo puentes y escuchando a la gente, no es un discurso desde arriba y entonces por ahí hay que fortalecer la propuesta.

También, el mundo de los derechos humanos es muy amplio y hay muchas poblaciones históricamente vulnerabilizadas, por eso vamos a robustecer aún más la propuesta en temas de la poblaciones LGBTIQ+, claro, pero también personas con discapacidad, afrocostarricenses, indígenas, adulta mayor, privadas de libertad.

Como yo he trabajado toda la vida en derechos humanos me gusta recordar que solo en la Declaración Universal de Derechos Humanos empezamos con 30 derechos humanos, es decir, hay mucho por hacer. Nosotros desarrollamos las propuestas de empleo, de salud, de vivienda, educación, reactivación, todo el programa de gobierno con una visión de derechos. Yo celebro esa visión amplia de don José María que ve como una sombrilla los derechos humanos y la dignidad humana.

¿Cómo asume la posibilidad, en caso de ser electa, de ser la primera persona LGBTIQ+ en un cargo tan alto en el gobierno, específicamente la vicepresidencia?

— Bueno, sería maravilloso, yo auguro que con el favor del pueblo y espero en Dios que suceda.

Primero creo que sería maravilloso contar con esa representación, me sentiría profundamente orgullosa y honrada, pero también es una responsabilidad importante que no se puede soslayar, primero de cara al partido, para que mantenga esa visión progresista a futuro y segundo una enorme tarea de hacer avanzar y defender los derechos de las poblaciones que ya están alcanzados, a través de la política pública. En derechos humanos no solo cuesta mucho alcanzarlos sino que uno de los grandes peligros es la regresividad y eso hay que prevenirlo.

Yo me sentiría muy orgullosa de trabajar por mantener y avanzar en temas importantes para diversas poblaciones, incluyendo a la que pertenezco.

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