La más reciente evaluación de seguridad vial y movilidad de la Ruta 27 y sus radiales arrojó resultados que el propio Roy Barrantes, Coordinador de la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial Nacional del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la UCR, calificó como “preocupantes”.
El estudio analizó el desempeño del proyecto en concesión entre San José y Caldera entre julio del 2021 y setiembre 2022.
Mediante un video divulgado por el Lanamme, Barrantes destacó en primer lugar respecto a los pavimentos que tanto en el sentido San José – Caldera como Caldera – San José, se presenta más de un 90% de la superficie pavimentada en “una muy buena condición estructural, esto significa que resiste de forma adecuada el paso de los vehículos”.
Sin embargo, al referirse a la regularidad superficial, que según explicó es uno de los parámetros de calidad de ruedo más importantes, resulta que cerca de un 67% de los pavimentos presenta valores regulares, lo cual “es inaceptable para una ruta bajo la modalidad de concesión de obra pública, pues este parámetro incide directamente en los costos de operación de los vehículos y acelera el deterioro de los mismos”.
Otro parámetro analizado de importancia es el que determina si la carretera es deslizante o no. En este sentido, se determinó que un 27% de los pavimentos en el sentido San José – Caldera presenta alguna condición deslizante y un 5% una condición “muy deslizante”. En el sentido Caldera – San José la condición es muy similar, ya que “encontramos cerca de un 31% de la superficie en condición deslizante y un 4% en condición muy deslizante”.
El ingeniero especialista aseveró que ello “es preocupante y básicamente nos lleva a hacer una recomendación muy fuerte a los usuarios de transitar con mucho cuidado y disminuir velocidades sobre todo en condiciones lluviosas”.
Barrantes además informó que “se detectaron deterioros importantes” en los pavimentos, tales como agrietamientos tipo piel de lagarto, bacheos y desprendimientos importantes en cerca de un 45% de la superficie, es decir cerca de unos 62 mil metros cuadrados se ven afectados por ese tipo de deterioro, lo cual “es muy preocupante y no debería presentarse en carreteras bajo esta modalidad”.
Por último se evaluó también las radiales que pertenecen a ese corredor de la Ruta 27, es decir, las de El Coyol, Turrúcares, Atenas y Escobal.
“En estas radiales en la mayoría de sus superficies se presenta condiciones que van entre regular y deficiente en cuanto a su regularidad superficial, así como una baja capacidad estructural y una condición que va entre deslizante y muy deslizante”, detalló Barrantes.
El ingeniero dijo entonces que “vemos una significativa diferencia entre la calidad de los pavimentos de las radiales y la calidad del pavimento de la troncal principal”.
Barrantes acotó que el estudio de esos parámetros es importante “para la administración, para que se tomen las acciones pertinentes y oportunas dirigidas al concesionario”.
