El Ministerio de Hacienda no objeta el proyecto de ley 22.040 que permitiría que municipalidades del Atlántico y el Norte hagan uso hasta del 20% de lo que reciben por el impuesto a la exportación de banano en remuneraciones y consultorías.
La Comisión Especial de la Provincia de Limón, que discute el proyecto impulsado restauracionista Eduardo Cruickshank, recibió al ministro Elián Villegas este lunes.
El jerarca explicó que se trata de un reforma sencilla a un único artículo, redistribuyendo el impuesto de 1$ que se cobra por la exportación de cada caja de banano para permitir que las municipalidades beneficiarias inviertan hasta un 20% de lo reicbido en salarios y consultorías.
Villegas advirtió como única objeción que el proyecto debe blindarse para que al excluir este rubro del requerimiento de autorización previa por parte de la Contraloría General de la República, no se abra un portillo para pasar por encima de las reglas de la entidad y se evadan los controles que ella aplica. “Fuera de eso desde Hacienda no tenemos observaciones”, dijo.
Consultado por la diputada independiente Shirley Díaz, Villegas detalló que en el 2020 el impuesto representó unos ¢3.582 millones de ingresos y se prevee que este año se recauden ¢1.900 millones.
Díaz consultó al jerarca sus consideraciones con respecto al porcentaje fijado y Villegas indicó que el 20% puede ser mucho o poco dependiendo de lo que usualmente reciben y de cómo lo invierten. “Hay que fijar formas de que no se dé una gran liberalidad, que se apliquen las reglas generales a los presupuestos totales a los que se incorporan estos montos”, dijo.
El liberacionista David Gourzong destacó la importancia de modificar el uso de estos recursos para que las municipalidades, especialmente las de Limón, atiendan temas urgentes en beneficio de sus poblaciones.
Villegas, quien participó en la redacción de la ley vigente, que prohíbe que el monto se gaste en remuneraciones y consultorías, dijo que esta se redactó considerando que así se beneficiaba a la mayor cantidad de gente pero que lo importante ahora “es ver cómo trasladamos esto a las comunidades, que no se quede de camino en otros gastos que no necesariamente benefician a las amplias mayorías”.
