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Gobierno se compromete a iniciar proceso para otorgar territorio a indígenas gnäbe de Sixaola

Dirigentes de la comunidad gnäbe se reunieron con el Viceministro de Paz para denunciar abusos laborales, de derechos humanos y acceso a instituciones, que aseguran se solventarían en buena parte con solo tener tierra propia 

El gobierno de la República, mediante su Viceministro de Paz, Sergio Sevilla, se comprometió con un grupo de líderes indígenas de la comunidad gnäbe de Sixaola a iniciar el proceso para  otorgar a dicho pueblo un territorio propio.

Como parte de una gira facilitada por el Programa Kioscos Socioambientales y la Escuela de Comunicación Colectiva, el grupo de líderes comunitarios se reunieron con Sevilla y expusieron las problemáticas que viven por causa de no tener reconocimiento pleno como indígenas y por carecer de tierras donde anclar sus prácticas culturales.

Tras la reunión, UNIVERSIDAD conversó con las y los indígenas y tuvo acceso al documento donde se citan los acuerdos y compromisos de parte del gobierno.

Entre ellos, el viceministro se comprometió a empezar diligencias con el Instituto de Desarrollo Rural y otras instituciones para identificar la existencia de “propiedades ociosas en la zona de Sixaola” donde pudiera ubicarse un territorio indígena para el grupo.

Según el documento firmado por ambas partes, en dos o tres semanas las instituciones informarán qué propiedades se encuentran aptas y si se tienen los recursos para adquirirlas.

Por otra parte, existe un compromiso del jerarca para realizar gestiones para resolver retrasos y problemas relacionados con el otorgamiento de cédulas y DIMEX, así como de coordinar con la CCSS, el MTSS y el INDER, para resolver otros conflictos mencionados por los indígenas.

Finalmente, el viceministro solicitará el establecimiento de “una mesa de trabajo con representantes de la empresa Chiquita, la empresa Del Monte, el Departamento de Inspección Laboral del MTSS y representantes del INS” para indagar sobre denuncias realizadas por los activistas.

Entre muchos otros problemas, los indígenas indicaron a este semanario que en la actualidad carecen de un territorio donde vivir, criar sus hijos, sembrar, realizar sus prácticas religiosas y culturales.

La mayoría de ellos, trabajan para empresas transnacionales bananeras y viven en las casitas de las corporaciones, con el problema de que la empresa no les permite el uso de fogones (tradicional en su pueblo), siembra de plantas medicinales o comestibles, cria de animales y muchas otras prácticas propias del ser gnäbe.

“La cosa es que como no tenemos tierra, para ellos no somos indígenas, somos panameños y nos tratan así, como a extranjeros”, dice Federico Ábrego.

El líder indígena contó que motivados por salarios insuficientes así como por malos tratos y abusos laborales, un grupo grande de indígenas entró en huelga hace varios años y el caso sigue sin resolverse.

Luego de iniciado el movimiento, la empresa ha tratado (y en ocasiones ha sido exitosa) de desalojar a algunos de ellos de las casas en las que viven.

“El problema es que mientras ellos me deban, yo no me voy a ir, yo estoy defendiendo mis derechos”, dijo Ábrego.

Para el dirigente, este problema se solventaría en parte si les conceden territorio pues no dependerían de la empresa para la vivienda.

Además, dice Eulalia Thomás, si tuvieran tierra podrían realizar sus prácticas culturales en paz, cuidar mejor a sus hijos, criar sus animales y sembrar la tierra en paz.

Thomás comentó que como pueblo transfronterizo los gnäbes han sufrido una serie de vejaciones sin comparación, que van desde que les nieguen la matricula para sus pequeños en las escuelas, hasta que las manden -en media labor de parto- a tener sus hijos del lado panameño.

Para ella, el problema es el no reconocimiento de los gnäbes como uno de los grupos indígenas del país, por su condición transfronteriza, lo que ha servido para que “nos discriminen y nos exploten”.

 

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