Más de 150.000 electores dieron este domingo el triunfo al expresidente José María Figueres en la convención del Partido Liberación Nacional (PLN) que atrajo a más de 300.000 votantes, según las proyecciones sobre cifras internas de la agrupación.
Con casi el 37% de los votos, Figueres superó a sus cuatro rivales y dejó en el segundo lugar a Rolando Araya Monge con el 26%, más abajo a los diputados Roberto Thompson (15%) y Carlos Ricardo Benavides (13%) mientras que el politólogo y comentarista Claudio Alpízar solo alcanzó el 6%.
La convención atrajo a más votantes de los que se esperaban todas las tendencias, a pesar de las restricciones y logísticas correspondientes a la pandemia de COVID-19. La cifra reportada por el Tribunal Electoral Interno del PLN indica que se alcanzarían los 350.000 participantes, una diferencia mayor a 15% frente a la cifra reportada del 2017, entonces sin pandemia.
Pese a la afluencia considerada alta para este momento, Figueres logró la victoria holgada que temían sus adversarios si era poca la convocatoria de la convención de este 6 de junio, como advertían por el temor de las personas a contagiarse de coronavirus o por la restricción vehicular.
Las filas en las afueras de muchos de los centros 923 centros de votación resultaron premonitorias del volumen de electores, aunque también incidieron complicaciones relacionadas a los protocolos sanitarios y las escasas mesas de votación en cada recinto.
La jornada resulta favorable para Figueres cuatro años después de que perdió la convención contra Antonio Álvarez Desanti, esta vez en una precampaña en la que partió como rival a vencer por los adversarios que acabaron repartiéndose los votos contrarios al expresidente.
Las críticas contra su probidad, los cuestionamientos por decisiones del gobierno entre 1994 y 1998 y los señalamientos por posiciones ambiguas en temas de fondo no bastaron para causarle una derrota al hijo del caudillo fundador del PLN, Figueres Ferrer.
De hecho, la proyección del PLN emitida a las 9 p. m. indica que Figueres podría recibir cerca de 145.000 votos, menos que los captados hace cuatro años, 155.000. Es decir, 10.000 personas que votaron por él hace cuatro años esta vez no lo hicieron.
Esa misma proyección indica también que la votación duplica la cantidad de personas que se declaran simpatizantes del PLN, de acuerdo con lo mostrado por la encuesta del CIEP-UCR en abril pasado.
Un recorrido de este Semanario por varios recintos permitió observar la variedad de votantes que acudieron al llamado del partido más tradicional del país, aunque el reto de Figueres en adelante será atraer a cientos de miles de ciudadanos para lograr el triunfo que no alcanzó el partido en 2014 con Johnny Araya ni en 2018 con Álvarez Desanti.
A esos posibles electores habló Figueres en su discurso tras conversar con los cuatro competidores, casi a las 10 p. m. en el Balcón Verde: “La elección del 6 de febrero de 2022 no es una elección más. Está en juego algo mucho más grande que la Presidencia de la República. Está en juego el rescate de la patria, la reconstrucción de una sociedad devastada por la pandemia, la improvisación y la falta de rumbo”, dijo en crítica al gobierno de Carlos Alvarado.
“Vivimos la mayor debacle social y económica de los últimos cuarenta años. Un millón y medio de costarricenses en pobreza, casi un millón trabajando en la informalidad, más de cuatrocientos mil sin empleo, y miles de empresas cerradas. Un Estado quebrado, ineficiente y obstaculizador, a pesar del arduo esfuerzo que realizan la mayoría de los empleados públicos”, añadió sobre el estado de la economía.
Pero también señaló problemas sociales, por “un sistema de seguridad social exhausto en lo humano y lo financiero. Una educación en ruinas, con una generación completa de niños y jóvenes que llevan casi cuatro años aprendiendo a medias. Una distribución inaceptable de ingresos, que nos convierte en una de las sociedades más desiguales del mundo, hecho que me duele profundamente.
Y tampoco dejó de lado la alusión a la seguridad, con un asunto que tiene bajo cuestionamiento a figuras de su partido: “un país amedrentado por el narcotráfico y el crimen organizado, cuyos tentáculos se mueven libremente por los pasillos del poder.
Sin dejar de lado el flanco de convivencia que marcó las elecciones del 2018 y podrían aparecer también en este proceso hacia el 2022: “Nos encontramos divididos por nuestras creencias religiosas o nuestras preferencias sexuales, un pueblo menos tolerante y menos comprensivo del prójimo. Esta es dolorosamente la Costa Rica de hoy, una Costa Rica que urge cambiar, que urge curar”.
Por eso pidió el apoyo de todos los liberacionistas y más allá, para plantear “soluciones innovadoras, inclusivas y valientes” y lograr condiciones de “buen vivir”, el concepto que ha repitió en la precampaña.
Hasta esta noche no se conoce que los precandidatos perdedores hayan anunciado el apoyo decidido al candidato Figueres, aunque lo felicitaron por el resultado.
