Una mujer que necesite conseguir el fármaco Posterga, conocido popularmente como la “píldora del día después”, no tendrá la tarea fácil. Tendría que visitar varias farmacias hasta dar con alguna en la que no le pongan “peros” a su venta. Así lo constató UNIVERSIDAD en un recorrido por 16 farmacias en Cartago y San José.
Del total de farmacias recorridas en los cantones de Cartago, Tres Ríos, Curridabat, Goicoechea y Montes de Oca, siete vendían la píldora sin ningún problema y sin mayores preguntas; cinco no la comercializaban por criterio de la regente en turno o ideología de la farmacia; tres la tenían agotada; y solo en una la farmaceuta optó por hacer muchas preguntas y tratar de “crear conciencia” sobre el uso del medicamento.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, entidad que autorizó la disponibilidad del medicamento desde el 29 de abril mediante un decreto, la venta de productos en las farmacias privadas es un “asunto propio” del dueño de cada negocio y su relación comercial con el laboratorio fabricante del producto o su representante. Es decir, que no le corresponde a la institución establecer sanciones relacionadas con el comportamiento del regente.
“El Ministerio de Salud debe velar porque la farmacia cuente con su certificado de habilitación vigente y que los productos farmacéuticos que se expenden estén previamente registrados”, fue la respuesta oficial a través del Departamento de Prensa.
Consultado sobre la existencia de denuncias en contra de regentes que se rehúsan a vender la píldora por criterio propio, el presidente del Colegio de Farmacéuticos, José Gatgens, aseguró que actualmente no han recibido ninguna queja por este tema. Sin embargo, destacó que el Colegio se encuentra trabajando en una guía de abordaje para que el farmacéutico dé una mejor atención al paciente.
“No es una cuestión de influencia, sino de elementos técnicos, científicos para poder conducir mejor la entrevista que eventualmente -si la paciente está abierta a dar algún tipo de información- se puede dar, siempre con el respeto y la dignidad para la persona. Si la paciente no quiere decir absolutamente nada también se le respeta. A una paciente que llega a usar este medicamento se le puede instruir sobre cómo está manejando su planificación y que esto es de emergencia, pero mejor puede planificar”, aseveró Gatgens.
Por su parte, la directora de la Asociación Ciudadana Acceder, Larissa Arroyo, aseguró que tampoco tienen denuncias sobre este tema. Pero es más importante que la seguridad social brinde la pastilla, independientemente del comportamiento de las farmacias.
Actualmente, la píldora del día después solamente está disponible en las farmacias del sector privado; sin embargo, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se encuentra trabajando para incluir este medicamento en la Lista Oficial de Medicamentos (LOM).
Según la coordinadora del programa de normalización del VIH y de las infecciones de transmisión sexual de la CCSS, Gloria Terwes, existe un equipo que está haciendo una nota al Comité de Farmacoterapia de la institución para que avale el medicamento y lo incluya dentro de la lista oficial.
“La Caja está haciendo una nota oficial al Comité de Farmacoterapia. El Comité es el que revisa y aprueba las solicitudes de medicamentos que no están en la lista oficial. Lo que tiene que llevar el equipo técnico es una nota fundamentando el porqué tiene que incluirse la pastilla del dia siguiente. Eso se está gestionando porque para la Caja sería mejor utilizar la píldora del día siguiente que el método Yuzpe, porque es una única pastilla, es fácil de tomar, se tiene que informar muy bien, pero explicar muy poco el cómo se toma”, afirmó Terwes.
La coordinadora aseguró que desconoce cuándo será presentada esta solicitud al Comité de Farmacoterapia.
Muchos “peros” y altos precios
Del total de farmacias visitadas es posible deducir que las grandes cadenas como Fischel, Sucre y Farma Value ofrecen la píldora y no ponen mayor traba para vender el medicamento; sin embargo, muestran gran diferencia en los precios.
Por ejemplo, la farmacia Sucre en Cartago vende la pastilla en ₡20.300, la Fischel en Curridabat en ₡18.530 y Farma Value en Cartago en ₡15.650 (precio más bajo del recorrido).
La farmacia AMPM ubicada en Tres Ríos, tiene el precio más elevado: ₡25.000. Si se compara el precio de la píldora Posterga con el de Farma Value en Cartago, la diferencia es de ₡9.350.
En la farmacia La Bomba ubicada en Cartago, la regente farmacéutica de turno señaló que el local contaba con la píldora; sin embargo, era su decisión no venderla. Incluso aseguró que la otra regente sí despacha el fármaco.
Otro de los casos llamativos ocurrió en Farmacenter en Tres Ríos, donde la regente señaló que el establecimiento se rehúsa a vender la pastilla del día después ya que “no está dentro del pensamiento de la farmacia”.
Por su parte, en la farmacia de la Clínica Católica en Calle Blancos, la farmacéutica aseguró que aún no vendían el medicamento pues simplemente el centro médico no ha abierto el código; sin embargo, negó que se tratase de un asunto de ideología.
En la Botica García ubicada en el centro de Cartago, la regente pidió mostrar la cédula y trató de concienciar a la cliente sobre el uso de la pastilla preguntando por qué no utilizaba anticonceptivos y si era la primera vez que utilizaba la píldora, entre otros. El precio del fármaco en el establecimiento es de ₡19.100.
Mujeres afectadas
Situaciones como las descritas les sucedieron también a otras dos jóvenes, quienes relataron que hicieron un recorrido por cuatro farmacias y no pudieron comprar la pastilla.
Jimena, quien pidió ser nombrada así para este reportaje, señaló que visitó cuatro farmacias a inicios del mes de setiembre y no pudo obtener el medicamento. De acuerdo con la joven, en una de las farmacias no se la vendieron por criterio propio; mientras que en las otras estaba agotada.
La última farmacia que visitó Jimena fue la ubicada dentro del Automercado de Tres Ríos, donde le dijeron que podía adquirir la pastilla en Nicoya, pues la tenían agotada.
“Me rendí y me vine para mi casa porque de todas las farmacias que estaban a mi alrededor ninguna tenía y no me iba a ir a Nicoya. Al final no hice nada porque no estaba tan nerviosa; era más por prevenir. Yo estaba enojada y no podía creer que por criterio propio no me vendan las cosas que yo necesito, pues la píldora ni siquiera es abortiva”, mencionó.
Alejandra, quien pidió ser identificada así para este reportaje, vivió una situación similar hace tres semanas. Ella visitó cuatro farmacias en la Fortuna de San Carlos para tratar de conseguirle la pastilla a una turista estadounidense, a quien acompañaba en un paseo.
De acuerdo con Alejandra, de los cuatro establecimientos visitados, en tres de las farmacias les dijeron que no tenían “ni planes de venderla”; mientras que en la Fischel estaba agotada y estaría disponible en una semana.
“A ella (la estadounidense) le sorprendió mucho, le sorprendió que se tuviera que usar el método Yuzpe cuando hay una alternativa farmacológica para hacer lo mismo. Ella no pensaba que Costa Rica fuera así. Tenía la imagen de que este era un país progresivo para la región y el mundo, no concebía posible esta situación”, destacó Alejandra.
La joven señaló que tras la búsqueda, la turista optó por someterse al método Yuzpe, el cual muchas veces se convierte en la única opción de anticoncepción de emergencia para las mujeres.
Expansión método Yuzpe
El método Yuzpe corresponde a una Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE) compuesta por la combinación de píldoras anticonceptivas de uso regular que contienen cantidades necesarias de Levonorgestrel, la cual debe ser utilizada durante las 72 horas siguientes a la relación sexual, pues detiene o retrasa la liberación del óvulo.
Hasta el momento, el método Yuzpe es reservado en la seguridad social a casos de violación; no obstante, la directora de la Asociación Ciudadana Acceder, Larissa Arroyo, criticó que ni siquiera en estos casos se está cumpliendo.
“La mayoría de personal del servicio de salud dice que no y eso yo lo sé porque voy al Ebais y me dicen que no está disponible. Esto tiene que ver con el desconocimiento en materia de derechos sexuales y reproductivos y el marco jurídico del personal de salud”, aseveró Arroyo.
La coordinadora del programa de normalización del VIH en la Caja, Gloria Terwes, mencionó que en caso de que el prestador de servicio tuviese objeción de conciencia para recetar el método Yuzpe, debería pasar el caso a otro profesional que sí lo dispense.
“A mí no me ha tocado, pero yo lo especulo. Uno encuentra en la institución todo tipo de personas muy Opus Dei, otras muy dogmáticas. Eso es muy razonable que exista en la institución”, consideró Terwes.
Además, destacó que pronto estará listo un lineamiento que permitiría recetar el método Yuzpe en otros casos además de violación.
“Además de ser utilizado en violación, se va a utilizar en mujeres que no estén planificando y que tienen una relación sexual esporádica y no quieren quedar embarazadas; cuando hay una falla del método; si la persona ha descontinuado el tratamiento de planificación; y cuando las personas cometen errores al tomar el tratamiento”, finalizó Terwes.
