País Tres expertos de UCR piden a investigadores de Matemática rehacer el estudio.

Exsuperintendente de Pensiones y académicos señalan errores en estudio del IVM

Autores de investigación original del 2016 alegan que mejoras adicionales no impactarían significativamente sus resultados

Tres expertos de la Universidad de Costa Rica afirman que existen errores en las proyecciones y estimaciones que investigadores de la Escuela de Matemática presentaron en el Estudio Actuarial del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), de diciembre de 2016.

Ese estudio, que se toma actualmente como referencia para las discusiones sobre la sostenibilidad del régimen, requeriría de ajustes en los datos utilizados y sus modelos, según piden el exsuperintendente de pensiones (2010-2015) Édgar Robles, el demógrafo Luis Rosero Bixby y el actuario y economista Juan José Víquez, en una revisión que realizaron ad honorem.

Los tres académicos piden rehacer el estudio y rescatan varios posibles errores que -según ellos- tendrían un grave impacto en las fechas en las que se estiman los puntos críticos del régimen, es decir, los momentos donde inicia el déficit de operación y en que el IVM se ve imposibilitado a pagar las pensiones.

Uno de los posibles errores más importantes, por ejemplo, se relaciona con variaciones en la Población Económicamente Activa (PEA) utilizada. Según la revisión, el estudio supuso una caída significativa en el porcentaje de la población que tenía trabajo o estaba buscándolo; es decir, la PEA.

La investigación original del equipo de la Escuela de Matemática se basaba en datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que suponía que un 98% de los hombres entre 25 a 49 años trabajarían o estarían buscando trabajo en el 2015. Hacia el 2100, sin embargo, esa proporción caería en casi un quinto, para llegar a un 78%.

“Esta poco creíble caída de 20 puntos porcentuales es difícil de aceptar que tendrá lugar”, dicen los revisores, que argumentan que esos cálculos difieren de las proyecciones oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y del Centro Centroamericano de Población (CCP).

Este y otros posibles errores demográficos habrían generado, por ejemplo, que solo en la primera década del estudio faltaran 134.486 nuevos cotizantes, lo cual afecta los ingresos del IVM en el corto plazo.

Los revisores también afirman haber encontrado otros errores en los modelos sobre la proyección de afiliados al régimen o la distribución de las nuevas generaciones. Destacan que el estudio no agrupó las poblaciones por sectores productivos (público, privado, independiente, convenio y doméstico) y utilizó una composición sectorial uniforme, cuando se podían haber estimado esos datos a partir de las cuentas individuales.

“Como consecuencia los valores generados por el estudio IVM-UCR del equipo de la Escuela de Matemática son erróneos”, señala la revisión. “Dada la importancia que tiene el IVM dentro del país (…) es pertinente que el equipo de la Escuela de Matemática, por responsabilidad profesional, repita los cálculos”, solicitan los académicos, que integran en su publicación la lista de mejoras específicas al modelo que -piensan- deberían hacerse.

Sin impacto significativo

Para los investigadores del estudio del 2016, Rodrigo Arias, Luis Barboza y Alexánder Ramírez, ninguno de los puntos señalados podría tener un impacto significativo sobre los resultados del estudio.

Así lo detalla el doctor en matemática Alexánder Ramírez, uno de los autores:

“Hay puntos en los que podríamos estar de acuerdo con la observación, pero no con el impacto. No creemos que ninguno de los puntos que ellos señalan tengan un impacto significativo sobre los resultados del estudio. También, algunos de los puntos son erróneos”. “No vamos a entrar a discutir o aceptar los argumentos de tipo demográfico, porque no es nuestra área. Sí podemos explicar el impacto, y sería insignificante”, dijo.

“Un modelo siempre puede mejorarse. Un modelo perfecto no existe” , agrega el actuario Luis Barboza. “Lo que uno usa para decidir cuándo parar es cuando los efectos de mejoras adicionales no resulten significativos. Uno puede hacer muchas mejoras al modelo, pero esto se volvería algo de nunca acabar, y el país requiere de tomar decisiones ya”, agregó.

A pesar de ello, el revisor Víquez indica que él señaló parte de esos errores desde enero de 2017. Rodrigo Arias, exfuncionario del área actuarial de la Caja y máster en matemática, alega que las correcciones demográficas tendrían un impacto despreciable en el estudio. Agrega que no están de acuerdo en repetirlo.

“El estudio actuarial lo hicimos de un periodo a un periodo. Ya se terminó el contrato. Si quieren hacerlo de nuevo, que lo hagan ellos y le pidan los datos a la Caja. Había un plazo establecido para entregar el estudio y nosotros cumplimos con todos los plazos. La Caja tenía un equipo técnico que revisó todo, y todo fue aprobado”, dijo.

Debate sobre impacto

Todos los estudios generados en los últimos quince años revelan que el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte está en riesgo de desfinanciamiento. Para los revisores, eso es inobjetable, pero lo realmente importante es conocer cuándo sucederá. El estudio de la Escuela de Matemática considera que el déficit de operación arrancaría entre el 2022 y el 2028 y que la reserva se agotaría entre el 2027 y el 2034.

Para los académicos que revisaron el estudio, muy probablemente los tiempos de los puntos críticos del IVM están adelantados y son pesimistas. Empero, señalan que no pueden comprobarlo ni rehacer la investigación de la Escuela de Matemática, puesto que no tienen acceso a los datos de la Caja Costarricense de Seguro Social.

“El estudio tenía que decirnos en qué momento se iba a quebrar y con qué intensidad, pero no tenemos todos los datos para conocer los verdaderos puntos”, explicó Juan José Víquez -uno de los que revisó el estudio-. “Lo que señalamos, en realidad, impacta con mucha fuerza los resultados. Nuestro informe dice exactamente qué pueden corregir. Una vez que lo hagan, por primera vez vamos a tener un estudio de calidad sobre el cual podemos sentarnos y hablar”, dijo a UNIVERSIDAD.

Para ellos, los ajustes sí cambiarían sustancialmente los resultados.

Las discusiones sobre cada punto son amplias. Una de las estimaciones señaladas indica, por ejemplo, que la cantidad de cotizantes omitidos en el 2050 generaría poco menos del doble del déficit que la Caja tenía en el 2015: ₵70.000 millones.

El autor Rodrigo Arias considera, sin embargo, que ese impacto sería despreciable, pues solo representaría un 0,7% de la masa salarial del 2050. Al mismo tiempo, los revisores argumentan que si uno suma el impacto de cada año hasta el 2078, el monto llegaría a representar hasta ₵125 millones de millones (un 18% de la masa salarial del 2078).

Entre la discusión, Víquez piensa que es urgente prestar atención a esos puntos que marcarían las decisiones que tome el país sobre el régimen. Rodrigo Arias, investigador de la Escuela de Matemática, recuerda -más bien- que todos los estudios han rescatado una misma conclusión: el régimen está en peligro y, por eso, deben tomarse decisiones pronto.

“Tenemos muchas evidencias, desde el 2007, de que hay que hacer ajustes en el IVM. La Caja tuvo que empezar a hacer ajustes graduales desde 1960. Entre más tiempo pase, más difíciles van a tener que ser las medidas”, cerró.

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