País Día mundial de la alimentación

Exministro Luis Felipe Arauz: “No hay comercio justo si el productor recibe muy poco y se le cobra mucho al consumidor”

El exministro de Agricultura señaló que en la cadena de producción nacional quien gana menos son los agricultores, se refirió a una insostenible dependencia de las importaciones, la necesaria reducción de uso de plaguicidas con tecnología y la desigual competencia con países con mano de obra “casi esclava”

En el marco del día mundial de la alimentación, el exministro de Agricultura Luis Felipe Arauz se refirió a las difíciles condiciones con las que el productor costarricense trabaja y en particular, sobre lo que considera condiciones injustas de la cadena productiva tanto con el agricultor como con los consumidores.

Arauz dijo ante un grupo de agricultores reunidos en Cartago y convocados por la Corporación Hortícula Nacional, que el día de ayer comparó el precio de la papa en Cenada -mercado de compra directa a productores- con dos supermercados en el país y mientras que el precio del productor estaba en ¢370 por kilo, en los supermercados rondaba los ¢1.890.

“Eso quiere decir que si el supermercado compra en Cenada se gana cuatro veces lo que gastó. No hay comercio justo si el productor recibe poco y se le cobra mucho al consumidor” dijo Arauz.

El agrónomo indicó que incluso comparó los precios de un producto nacional , como el banano de exportación, que en Costa Rica estaba el día de ayer entre $1.11 y $1.28 (590-680), con los precios en los supermercados en Estados Unidos, en donde los encontró en $0,99 incluyendo el transporte.

“¿Cómo es que es más barato en un supermercado en Estados Unidos que aquí? No está mal ganar plata, pero no a costa del productor y los consumidores” lamentó.

Alta vulnerabilidad

Arauz se refirió en su tiempo de ponencia a la alta vulnerabilidad alimenticia en la que está el país, en particular, por su alta dependencia a las importaciones en productos de alto consumo interno como lo son el arroz y los frijoles, situación que considera insostenible y que además nos dirige a una alimentación cada vez menos variada.

“¿Quién conoce que es un chicasquil? ¿Quién ha comido verdolaga?” cuestionó a los presentes, explicando que son solo algunos de los alimentos altamente nutritivos que se solían comer en Costa Rica.

Un estudio de la Escuela de Economía Agrícola, con datos de la FAO, determinó en el 2022 que Costa Rica importaba más de un 90% de los frijoles que consume “pudiendo producir el 100% de lo que consumen los costarricenses”, mencionó Arauz.

Este mismo estudio señaló que incluso previo a importante reducción en cosecha y productores que ocasionó la Ruta del Arroz, Costa Rica ya estaba importando cerca del 70% de este grano.

El agrónomo señaló este panorama como de muy alto riesgo, tomando como ejemplo un evento reciente como lo es la pandemia, en la que los agricultores así como la institucionalidad (CNP, CCSS y MEP) se encargaron de llevar alimentos a los hogares.

Durante pandemia también se experimentó la alta influencia que tiene la dependencia en concentrados de maíz y soya, por su histórica alza como respuesta de la guerra en Ucrania -uno de los principales países exportadores de maíz. Ante la alta dependencia de importación de maíz los precios de productos animales como cerdo, pollo y huevos aumentaron de forma acelerada.

Alianza del Pacífico

Arauz también se refirió a los efectos que estima tendrá la incorporación del país a la Alianza del Pacífico, medida que impulsa el Gobierno actual y que ha sido ampliamente rechazada por el sector agrícola.

El exjerarca dijo que la competencia a la que se somete a los productores nacionales está muy desnivelada, ya que en en la mayoría de las ocasiones son países que o están subsidiados por el Estado para ser competitivos o tienen mano de obra explotada con muy bajos salarios y sin garantías sociales.

“En la India el salario mínimo es $59 por mes para al trabajador agrícola y tiene un mal desempeño ambiental. Nos ponen a competir con países con mano de obra casi esclava y que no cuidan al medio ambiente” mencionó.

Por ejemplo, Costa Rica importa una cantidad importante de frijol de Nicaragua, y Arauz asegura que no es por falta de rendimientos sino porque en este país el salario mínimo por día es de $4.10, frente al de $17,06.

Clima y relevos

Finalmente, Arauz hizo un recuento de las importantes pérdidas agrícolas que se han dado en el país por eventos climáticos sin que los agricultores cuenten con apoyo del Estado o seguros agrícolas, como lo fueron el huracán Otto (frijoleros en Upala y Los Chiles), Nate (arroz y otros productos de Guanacaste) y la erupción en el Volcán Turrialba (horticultura en Cartago).

Estos eventos cada vez son más frecuentes y severos y enfrentarlos se dificulta cuando el sector, adicionalmente, lucha por involucrar a las personas jóvenes a trabajar en el campo para hacer un relevo generacional, involucrar nuevas tecnologías y formas de cultivo.

Arauz concluye que la agricultura en Costa Rica aún ha adoptado poca tecnología y que debe encaminarse a la sustitución de insumos agrícolas a otros “más nobles” con moléculas de nueva generación y fertilizantes orgánicos; así como sistemas de alerta temprana de plagas que en estudios en desarrollo han permitido reducir el uso de placidas en incluso un 50% sin perder rendimiento.

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