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Estas son las reglas que pretende el TSE para financiamiento electoral, campañas en Internet y evitar partidos “cascarón”

Presidenta de la institución presentó hoy un paquete de reformas legales que incluyen cambios a la Constitución Política. Se financiarán más las elecciones municipales, no se compensarán los pagos que hagan los partidos a sus directivos o familiares y las plataformas digitales deberán cumplir normas similares a los medios tradicionales.

Corregir serias deficiencias de las reglas actuales del financiamiento de partidos, promover partidos que no sean solo ‘vehículos’ y regular las campañas que se desarrollan en Internet.

Estas son las tres prioridades del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) en el paquete de proyectos que anunció hoy como propuestas ante la Asamblea Legislativa, tal como su presidenta Eugenia Zamora había conversado ya con Rodrigo Arias, presidente legislativo.

Se trata de cuatro proyectos de ley, incluido uno que consiste en reformar la Constitución Política en su artículo 96 para bajar del 0,19% al 0,11% del PIB trasanterior el aporte estatal para el financiamiento de partidos, algo que en la práctica se ha venido practicando en los últimos procesos electorales, además de financiar también los comicios municipales y crear la posibilidad de que el propio TSE contrate espacios publicitarios y los reparta de manera equitativa entre las agrupaciones.

De esta manera aumenta la posibilidad de visibilización de los partidos con menos recursos, se reducen los espacios para el ingreso de dineros de dudosa procedencia incluyendo los movimientos políticos de las elecciones de gobiernos locales, como las que se llevarán a cabo en febrero del 2024.

Para mejorar las normas de financiamiento electoral, ese proyecto se acompaña de otro que no implica reformar la Constitución Política, pero que sí modificaría 22 artículos del Código Electoral y agrega cinco más con los siguientes objetivos:

  • Aumentar el porcentaje de anticipo de la contribución estatal para los partidos del 15% al 50% y extenderlo a las elecciones municipales.
  • Definir la manera en que 20% de la “deuda política” la utilice el TSE para contratar espacios de propaganda y distribuirlos entre los partidos.
  •  Fijar en 15% de la “deuda política” obtenida el la porción que las agrupaciones podrían destinar a tareas de capacitación y organización.
  • Obligar a que partidos presenten reportes de inactividad económica, cuando corresponda.
  • Hacer obligatoria la entrega de reportes financieros cada mes sólo para los partidos que estén compitiendo en una campaña electoral.
  • Será el TSE el que lleve registro de contadores de los partidos, no la Contraloría General de la República.
  • Los sobrantes de dinero electoral de una campaña solo se podrán aprovecharse en los cuatro años siguientes para capacitación y organización.
  • No se financiarán los gastos que hagan los partidos en pagar bienes o servicios a personas que integren el Comité ejecutivo de ese partido, a sus familiares o a sociedades integradas por estos.
  • Se multará a los partidos que no presenten informes de donaciones o que lo hagan con tardanza o de manera incompleta.
  • Las dependencias del Estado deberán entregar la información que el TSE solicite sobre actividad financiera que quienes financien o administren los recursos de los partidos.
  • TSE podrá realizar estudios de solvencia económica de quienes financien a las agrupaciones partidarias, para evitar el uso de testaferros.

Además de depurar las normas de financiamiento electoral que en cada elección critican las misiones internacionales de observación, el TSE pretende hacer cambios en la ley para reducir el uso de partidos políticos como simples vehículos electorales y propiciar su naturaleza de organizaciones de representación de la ciudadanía, lo cual también implica ajustes al Código Electoral:

  •   Al menos 150 asambleístas deberán concurrir en agrupaciones nacionales y 75 en cantonales para poder constituir el partido, con fiscalización del TSE.
  • Las personas que ahí participen no pueden hacerlo de manera simultánea en el proceso de formación de otro partido.
  • Se requerirá la firma de al menos el 0,15% del padrón de la circunscripción que corresponda (más de 50.000 adhesiones para partidos a escala nacional, que en la actualidad sólo deben recoger 3.000).
  • Los partidos cantonales estarán obligados a realizar asambleas distritales, al contrario de lo que ha ocurrido después de una interpretación de la Sala Constitucional, lo cual ha favorecido el ‘boom’ de agrupaciones cantonales nuevas que nacen y mueren pronto.
  • Los partidos nacionales y provinciales pueden no realizar distritales, pero sus asambleas cantonales deberán tener al menos un representante de cada distrito de ese cantón.
  • Los estatutos de los partidos deberán incluir incluir alguna manera de que los asambleístas puedan sacar del cargo a miembros del comité ejecutivo superior, lo que reduciría el “caudillismo”.
  • Un partido quedará inactivo si un año después del vencimiento de las estructuras no hay movimiento para su renovación, lo cual implica el congelamiento de cuentas bancarias y operaciones de crédito. Si pasa un año más, se cancelará su inscripción y sus reservas se devolverán al erario público.

Con nuevos procedimientos financieros y reglas de composición interna, la otra pata del banco de la reforma del TSE atañe al ciberespacio, un terreno que se ha convertido en los últimos 15 años en escenario de la campaña electoral, pero sin las reglas que sí rigen para otros. Por eso intenta poner orden ahí:

  • Las vedas de propaganda y difusión de encuestas rigen para los espacios digitales.
  • Queda prohibida la propaganda por medio de perfiles, cuentas y páginas de nombre falso, sea a favor de un candidato o precandidato o en contra de adversarios, con sanciones que pueden llegar a 50 salarios base.
  • El TSE puede ordenar el retiro de propaganda en periodos de veda o que favorezcan la guerra, el odio nacional, racial o religioso, que incite a la violencia por estos motivos, lo cual abarca plataformas digitales de transmisión en vivo (streaming), motores de búsqueda y redes sociales digitales.
  • Las plataformas digitales que vendan publicidad electoral deberán inscribirse ante el TSE y cumplir requisitos como los de otros espacios tradicionales.

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