La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) experimentó una reducción de sus ingresos por transferencias corrientes de ¢80.000 millones, es decir, que tuvo menos ingresos producto del incumplimiento por parte del pago que debe hacer el Estado, específicamente los ministerios de Hacienda, Salud, Trabajo y Seguridad Social.
Dichas transferencias corrientes corresponden en su mayoría a compromisos establecidos por leyes específicas y su incumplimiento implica un riesgo para la sostenibilidad de la institución, ya que está se sumaría a la deuda ya existente del Estado con la Caja.
De hecho, el informe de la Contraloría General de la República (CGR) reveló que para el 2023 el presupuesto de la CCSS alcanza los ¢5,7 billones, lo que representa un 12% del Producto Interno Bruto (PIB), con una tendencia a reducir los ingresos corrientes y tomando mayor fuerza los ingresos por financiamiento.
Por ejemplo, las contribuciones sociales están al alza, y se estima que crecerán en ¢0,17 billones respecto del presupuesto inicial 2022, ubicándose en ¢3,24 billones, explicado especialmente por la reactivación de las fuentes de empleo a nivel nacional.
“Forman parte de las contribuciones a la seguridad social, las correspondientes al régimen de salud (SEM) y las del régimen de pensiones (IVM), y cuando se observa su comportamiento, los ingresos del SEM se incrementaron en ¢90.ooo millones y las del IVM aumentaron en ¢80.000 millones”, reveló el monitoreo de la CGR.
Además, según la CCSS la cantidad de trabajadores que cotizan al régimen de salud va en aumento pasando de 1.841.998 en diciembre del 2021 a 1.863.449 en abril del 2022. lo cual representa un aumento de 21.451 trabajadores. En pensiones se presentan 24.260 cotizantes de más en el mismo período.
De esta forma, la mejora en el nivel de empleo señalada ha repercutido, según autoridades de la Caja, de manera positiva en la estimación de los ingresos por contribuciones a la seguridad social, siendo esta su principal fuente de ingreso.
