Las erupciones del Volcán Rincón de la Vieja han afectado las visitas a la zona y generado una fuerte reducción en los comerciantes locales, a pesar de que no hay indicios de que sea riesgoso realizar las actividades turísticas que son esenciales en esta región.
Así lo aseguraron los representantes de la Cámara de Turismo Guanacasteca (CATURGUA), quienes indicaron que las visitas han bajado hasta en un 30%, luego de las erupciones que se presentaron desde hace dos días. “Existe una alerta verde, no se ha dicho que no hay que visitarla. Hay que atender las informaciones y evitar el área restringida alrededor del cráter, pero la zona sigue siendo segura para visitarla”, dijo José Tomás Batalla, vicepresidente de la Cámara.
Los dirigentes de CATARGUA resaltaron que las actividades turísticas son un ingreso relevante para 200 de las 800 familias ubicadas en los tres pueblos aledaños al volcán, de las cuales 50 dependen directamente de los visitantes e insistieron en que la información profesional resalta que no es riesgoso realizar la mayoría de las actividades recreativas, como senderismo, canopy, cabalgatas, o visitas a cataratas y aguas termales.
Para respaldar sus afirmaciones, incluyeron en la conferencia de prensa los comentarios de Marco Bustos, director del área de Guanacaste, del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y Javier Pacheco, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI), de la Universidad Nacional.
Bustos resaltó que existen muchos ecosistemas atractivos, los cuales no presentan riesgos, al estar fuera de las zonas del parque nacional que fueron inhabilitadas, alrededor de dos kilómetros alrededor del cráter. “Pueden visitar sin problemas, hay paisajes impresionantes. La única advertencia es que la zona alrededor del cráter en el parque no está habilitada”, dijo.
Pacheco por su parte comentó que el volcán Rincón de la Vieja es uno de los más activos, pero es muy constante, su actividad no afecta ni la infraestructura ni las poblaciones del lugar. El parque nacional es bastante amplio, lo que permite un círculo de protección adecuado”. Aseguró que no se esperan erupciones que se puedan catalogar como “catastróficas” en varios cientos de años, y que la medición de gases es baja, muy alejada de los niveles que presentan los volcanes cuando se preparan para grandes erupciones.
