La cantidad de nacimientos de madres adolescentes entre 15 y 19 años se redujo en los últimos diez años un 65,4%, pasando de 13.672 en el 2012 a 4.724 para finales del 2022, según cifras de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Hace diez años, los nacimientos de madres adolescentes representaban un 19,3% del total nacional, y el año pasado, la cifra se redujo al 9,23%.
De acuerdo con la Dra. Nineth Alarcón Alba del Programa para la Atención Integral a la Adolescencia (PAIA) los embarazos en menores de 15 años también experimentaron una significativa reducción del 59%, pasando de 522 en el año 2012 a 211 en 2022.
Pese al avance significativo en la prevención de embarazos en las adolescentes de 15 a 19 años, aún falta incidir de manera más agresiva en las adolescentes menores a este grupo.
“Si bien han tenido una tendencia a disminuir, esta disminución no ha ocurrido en la misma proporción con que ha ocurrido entre las de 15 a 19 años y lo más grave es que por tratarse de niñas y adolescentes menores de 15 años, en la mayoría de los casos se asocia con situaciones de abuso”, alertó la experta.
La Dra. Alarcón indicó que las cifras tendientes a la baja han sido producto del posicionamiento a nivel nacional del trabajo interinstitucional que se ha venido realizando en el tema, desde hace más de una década, conducido por el Consejo Interinstitucional de Atención a la Madre Adolescente (CIAMA).
Además, la decisión de la CCSS de incorporar desde el año 2015 alternativas de anticoncepción dirigidas a personas adolescentes, como los implantes, acompañados de información y consejería sobre su salud sexual y reproductiva, marcaron una diferencia significativa y reforzaron de manera sustancial la posibilidad de que las jóvenes pudieran tener más control del ejercicio de su sexualidad.
Prueba de ello es que para el año 2015 se registraron 11.600 embarazos en jóvenes entre 15 y 19 años y siete años después, en el 2022 solamente se contabilizó un total de 4.934.
Otra acción que fue determinante fue la implementación de un proceso nacional de capacitación a los equipos de atención en salud para reforzar la consejería y la prescripción de los métodos anticonceptivos en general, pero con mayor énfasis en la población adolescente, al introducir el implante como nuevo método.
Actualmente existen en la institución más de 1.000 prescriptores médicos o de enfermería obstétrica certificados.
