Mediante una carta y recolección de firmas, la exjueza de la Corte Penal Internacional (CPI) y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), Elizabeth Odio Benito, urgió a las diputadas de la Asamblea Legislativa que elijan a una mujer como magistrada de la Sala Constitucional, en la silla que dejó vacante en 2021 la abogada Nancy Hernández al incorporarse al tribunal continental.
Odio Benito, quien también fue ministra de Justicia y de Ambiente además de vicepresidenta de la República, dirigió una misiva a las 27 diputadas (47,3% de las curules) para intentar convencerlas de que la designación se haga entre alguna de las mujeres que inscribieron sus candidaturas para el proceso.
“La Comisión de Nombramientos definió 6 finalistas, entre los cuales hay 3 mujeres. La aspirante mejor calificada es una mujer, Ingrid Hess Araya. Otras dos juristas quedaron en 3er y 5to lugar, respectivamente. Es imperativo que quien ocupe esa silla posea los más sólidos atributos profesionales y personales. Y también que sea una mujer”, dice la carta.
De cumplirse la propuesta de Odio, la Sala Constitucional volvería a tener dos mujeres entre sus siete integrantes. En caso contrario, la composición del alto tribunal quedaría con seis magistrados y una magistrada.
“No se trata simplemente de llenar una cuota de poder. Es esencial preservar la perspectiva femenina – que es la de la mitad de la población- en los cuerpos colegiados de toma de decisiones. Debemos, incluso, aspirar a un mejor balance en futuros nombramientos”, añade Odio.
La abogada recordó que hay estudios suficientes para sostener el argumento de que la participación femenina en los tribunales eleva la confianza en la justicia. “Con su sola presencia, las juezas elevan la legitimidad de los tribunales y envían un fuerte mensaje de apertura y accesibilidad de la justicia”, escribió.
Además dice que está demostrado que provocan mejoras en la calidad de las sentencias porque aportan elementos de sus propias vivencias y una visión más cercana a la afectación de las personas.
“Lograr la elección casi totalmente equitativa en la Asamblea Legislativa ha tomado muchos años de lucha para romper paradigmas hondamente enraizados en la sociedad costarricense”, puso Odio como punto de comparación.
Por eso aseguró que las legisladoras tienen “la oportunidad histórica” de preservar los logros alcanzados por el país en décadas recientes al abrir más espacios para mujeres en las altas esferas del Poder Judicial.
