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Eliécer Feinzaig: Financiamiento de ₡787 millones del empresario Javier Quirós llegó “sin condiciones”

El aporte del vicepresidente de la Junta Directiva de Purdy Motor fue clave en la campaña del Partido Liberal Progresista (PLP), ante la negativa de los bancos a financiarlo. El ahora diputado electo asegura que no recibía fondos con condiciones y que el empresario le pidió que no lo viera como una “billetera”.

El empresario y vicepresidente de la Junta Directiva de Purdy Motor, Javier Quirós, se acercó al excandidato presidencial, Eliécer Feinzaig, hace dos años para ofrecerle su apoyo y una contribución económica que creció conforme fue conociendo al equipo del Partido Liberal Progresista: “se entusiasmó”, contó Feinzaig.

Quirós inyectó al PLP, un partido corte derechista, alrededor de ₡787 millones, entre donaciones que realizó desde marzo del 2020 (₡192 millones) y compra de certificados de cesión (₡595 millones), que representan cerca del 66% del total de fondos de campaña que el partido reportó al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).

Feinzaig “tiene claro” que sin este apoyo, el de sus otros donantes y compradores su crecimiento hubiera sido difícil, pero asegura que él advirtió al empresario que no aceptaba contribuciones con condiciones y que este le pidió que no lo viera como una “billetera”.

“No hay forma de que pueda demostrar lo contrario, ni de que yo demuestre lo que le estoy diciendo, pero a lo largo de estos dos años nunca, en ningún momento ha hecho ningún condicionamiento”, aseguró.

Feinzaig fue confrontado en debates por el financiamiento que obtuvo de Quirós y porque fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante cinco años tras ser sancionado por la Contraloría General de la República (CGR) por establecer “tarifas excesivas” que favorecieron a la empresa Alterra, cuando ocupó la presidencia del Consejo Técnico de Aviación Civil. Por otro lado, Javier Quirós no es ajeno al lobby político: en el 2016 lideró una campaña para “colar” vehículos híbridos, una marca que dominaba Purdy Motor, en una iniciativa del plenario que buscaba introducir vehículos eléctricos.

Finalmente, el PLP gastó ₡946 millones y ganó seis curules: las segundas más caras, después de Nueva República. Sin embargo, el capital que consiguió también le permitió arrebatar el cuarto lugar en cantidad de votos a uno de los partidos de más larga trayectoria del país: el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

Los seis partidos que ganaron curules, como el de Feinzaig, concentraron cerca del 75% de los fondos de campaña reportados al tribunal al 23 de febrero. El PLP es uno de los dos que no tuvo acceso a financiamiento bancario y que tampoco ha tenido acceso a la deuda política.

Lo primero porque cuando tocó las puertas de los bancos le aseguraron que “ni con un 14% en las encuestas” lo financiaban y lo segundo porque hace cuatro años el partido logró escasos 12 mil votos, en comparación a los cerca de 260 mil que logró en la primera ronda.

La impresionante escalada que tuvo el PLP, de la mano de un acceso privilegiado a espacios en medios de comunicación y financiamiento, es una muestra más de lo que necesitan agrupaciones políticas para alcanzar representación en el congreso.

Feinzaig, sin embargo, considera que es justo que el Estado no ofreciera acceso al financiamiento público porque no tenía cómo probar si su propuesta era sólida y valora que el sistema de financiamiento debería ponerle “valor al voto”, para darle a los partidos el equivalente al valor total del apoyo que obtuvo y ahorrarse el abstencionismo: “Los partidos tienen que superar ciertos umbrales antes de poder acceder a ese tipo de financiamiento”

También, pone en duda la implementación de las franjas electorales, una de las propuestas del TSE para impulsar elecciones más justas, porque pondría en riesgo la sobrevivencia de canales de televisión y radios: “Yo en principio no veo mala la idea cuando usted tiene 4 o 5 partidos en un país ¿Cómo reparte las franjas electorales cuando usted tiene 25 partidos?”

Esto respondió Feinzaig a UNIVERSIDAD, cuando se le consultó por el financiamiento del vicepresidente de la Junta Directiva de Purdy Motor:

Usted fue cuestionado en debates sobre la gran cifra que inyectó el empresario Javier Quirós a su partido, cerca de ₡787 millones, entre donaciones y compras de certificados de cesión.

—Para serle franco, no tengo las cifras, pero sí fue un monto importante.

¿Cuál es la historia detrás de este enlace clave para el financiamiento de su campaña? y ¿cuáles son las afinidades que Quirós tiene con la postura política, las propuestas y los proyectos del PLP?

—Hace dos años, cuando empezó la pandemia, Javier me llamó. No nos conocíamos, nunca habíamos hablado, nunca habíamos ni siquiera coincidido en un evento social. Me llamó y me dijo “yo leo sus columnas, me gusta mucho su forma de pensar. Conversemos”. Y fui a conversar con él y me dijo: “me interesa su proyecto político y me gustan sus ideas, ya me cansé de hacer lo que he hecho durante muchos años y que hacen muchos empresarios, que es poner un poquito en cada canasta para tratar de estar bien con todos” y, entonces, él me dijo “bueno, yo quisiera hacerles algún aporte importante para que lo puedan llevar adelante”. Yo le dije, y él le puede dar fe de esto, sepa que si el ofrecimiento viene condicionado no nos interesa.

¿Javier Quirós no ha mostrado ningún tipo de interés en participar directamente como figura dentro del partido o de mantener una relación a lo largo de estos próximos años de consultoría o acompañamiento con ustedes en el plenario?

—Sí, o sea, no de participar en estructuras partidarias del PLP, si más bien se está saliendo de las estructuras de la empresa en donde es un poco más fácil, dice uno, ya quisiera uno tener la facilidad de manejar negocios como lo manejan ellos y hacer la cantidad de dinero que ellos hacen. Pero digo, un partido político está lleno de intrigas y pleititos y tonterías; y él ya no está para eso. Él quiere vivir una vida mejor y dejarle un mejor país a sus hijos. Él sí está interesado en continuar involucrado, nos dijo que no lo veamos con cara de alcancía porque yo no soy el que va a financiar aquí los próximos cuatro años, porque como no se trata de eso, pero sí dijo que si van a trabajar seriamente pensando en el 2024, pensando en los 2026. Dijo, yo quiero incentivarlos a que lo hagan y a que amplíen horizontes y a que busquen otras fuentes de financiamiento y se puso a las órdenes, se puso él a las órdenes para lo que pudiera servir.

Tras su experiencia en esta campaña ¿Usted apoyaría las reformas sobre el aumento en el acceso al financiamiento adelantado, las franjas electorales y apoyaría ese tipo de reformas o este proyecto que está ahí estancado en la Asamblea Legislativa ahora como diputado electo?

—Empiezo por decir lo obvio, yo entré a jugar a un proceso electoral con reglas conocidas y a jugar de acuerdo a las reglas y dentro de ese marco legal fue que me moví. Logramos conseguir apoyos importantes que lograron que alrededor de 100 personas donaran dinero, unas más que otras y una en particular mucho más que los demás. Pero todo de acuerdo a como está establecido en las reglas. Y tenía muy claro que si no lograba eso, la probabilidad o la posibilidad de surgir era bastante más complicada. Pero esas son las reglas del juego y usted entra a jugar y le pueden gustar o no las reglas, pero, si juega de acuerdo a las reglas, yo creo que no hay nada que se pueda criticar en ese sentido.

Yo sí soy creyente en el financiamiento público de la campaña política, la democracia correría demasiado riesgo si no existiera. Pero si usted me pregunta ¿Usted cree que usted debió haber recibido financiamiento estatal para esta campaña? No ¿Por qué? Porque el Estado no tiene ninguna noción de qué tan seria va a ser mi propuesta, si va a funcionar, si no va a funcionar, etc.

Desde las universidades, por ejemplo, se critica este modelo de mercado, donde si uno consigue financiamiento privado tiene mejor chance que otros. Al Frente Amplio le va demasiado mal en las elecciones, considerando todo el apoyo que recibe desde las aulas universitarias o al PAC en el pasado, desde las aulas universitarias, lo apoyan desde el adoctrinamiento en los programas educativos del MEP. O sea, recibe una serie de apoyos que no son necesariamente monetarios o financieros, pero que de alguna manera inclina la balanza.

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