Cuatro años atrás, para este momento de la campaña electoral estaba indeciso un 27% de la ciudadanía decidida a votar y se consideraba muy alto, pero nadie podía imaginar que cuatro años después esa cifra iba a ser casi la mitad de los posibles votantes, como muestran ahora las encuestas.
Con un 43% de indecisos según el estudio de CIEP-UCR o 49% según Idespo-UNA, ambas publicaciones de esta semana, ese grupo se convierte en objeto del deseo de los partidos políticos, sobre todo los cinco que aparecen con mayores opciones de triunfo o de entrar a una probable segunda ronda.
Con la necesidad de conservar el caudal que ya tienen, insuficiente de por sí, las candidaturas intentan depurar sus tácticas para intentar atraer a una población que en términos absolutos ronda el 1,5 millón de personas, con la dificultad de que son públicos diversos, con intereses distintos y de diferentes actitudes, pues hay gente desinteresada y hay gente informada, según la investigación de Idespo-UNA.
Se conoce que hay un peso especial de mujeres y jóvenes, así como personas con estudios de secundaria, además de la población de Limón y Puntarenas.
Sin embargo, en todos los segmentos de la población hay personas indecisas, coinciden estrategas consultados por este semanario. Por eso los equipos tratan de afinar las tácticas con más segmentación en redes sociales y también trabajo en el terreno, casa por casa, e incluso con la colocación de banderas en sitios visibles para intentar proyectar vivacidad del partido, dijo como ejemplos Randall Quirós, jefe de campaña de Lineth Saborío, del PUSC, que se coloca en la disputa por el primer lugar en las encuestas.
Sin creer en las encuestas de CIEP ni Idespo, el asesor de campaña de Fabricio Alvarado (Nueva República), Iván Barrantes, aseguró que tienen estudios propios según los cuales es solo 20% la población indecisa y de este grupo solo la mitad acabará participando en las urnas. Coincidió en que hay mayor indecisión en jóvenes, pero pero advierte que ya es poco lo que se puede hacer en la parte de propuestas o temas de fondo.
“Ya esa parte se pasó y ahora es más lo emotivo, el que demuestre tener energía”, dijo Barrantes, defendiendo la estrategia de su candidato que se presenta en vallas como “el líder” y “la solución”, asuntos que difícilmente son temas de discusión en los debates o entrevistas pendientes para estas dos semanas. “Ahora se trata de inspirar confianza en el tipo de liderazgo”, dijo. Eso intentan con productos cortos en televisión y radio, contó.
No fue posible consultar a Pilar Cisneros, principal asesora del candidato presidencial Rodrigo Chaves (Progreso Social Democrático), pero no contestó la llamada telefónica, como tampoco lo hizo el candidato José María Villalta (Frente Amplio) ni el coordinador de la campaña de José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN).
PLN, PUSC, Nueva República, Frente Amplio y PSD son las cinco banderas que destacan entre 25 candidaturas presidenciales, según todas las encuestas, aunque los resultados impiden hacer una previsión de lo que pasará el 6 de febrero, dados los márgenes estrechos entre las agrupaciones y el peso de los indecisos.
Este escenario se presenta sin que se hayan colocado temas centrales en la campaña ni sea posible identificar los duelos entre las distintas candidaturas, lo que se suma a la amplia oferta y hace que para la población resulte más difícil la decisión.
