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Elecciones en alcaldías giran hacia la derecha y desplazan dominio de partidos tradicionales

Organizaciones afines a la derecha predominan por primera vez en más de 20 años, desplazando a partidos identificados con centro izquierda; se confirma tendencia de PLN y PUSC de ceder gobiernos locales a un conjunto cada vez más grande de otros partidos.

Las elecciones municipales de este 4 de febrero del 2024 registraron una ruptura en la tendencia de reducir su abstencionismo, pero reafirmaron dos procesos que se están gestando desde hace décadas: el giro de los electores hacia partidos con orientación de derecha, y el debilitamiento del control de las agrupaciones tradicionales en los gobiernos locales.

Por un lado, el predominio de partidos identificados con orientaciones de izquierda o centro derecha, que se presentaba desde 2006, continuó su debilitamiento, al punto que, según los resultados provisionales anunciados por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en el 2024 son mayoría las alcaldías vinculadas con partidos afines a la derecha o centroderecha (ver gráfico).

Esto se debe analizar con pinzas, ya que las elecciones municipales son muy diferentes a las nacionales, pero brinda una noción de las ofertas políticas que captan el favor de los electores.

El otro debilitamiento es la agonía lenta del bipartidismo que campeó en Costa Rica en la segunda mitad del siglo XX, que se tradujo en un férreo dominio de las municipalidades por parte del Partido Liberación Nacional (PLN) y su contraparte, el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). El bipartidismo se fracturó en los escenarios presidencial y legislativo, pero mantenía un dominio sobre las alcaldías que en este 2024 se resquebrajó más (ver gráfico).

Los ecos de la elección

Para el sociólogo Carlos Carranza, director del programa Análisis de Coyuntura de la Universidad Nacional, se evidencia que los partidos de izquierda están perdiendo auge, ante una tendencia mundial de que los electorados, principalmente los sectores marginados, buscan soluciones inmediatas para salir de las situaciones complicadas que viven, y están obteniendo alternativas en organizaciones de derecha, con un discurso populista.

“Estamos ante un surgimiento de grupos de derecha, pero con mayor capacidad de insertarse en la vida política, la vieja derecha era más de cuadros, la actual es más de masas, de cubrir más sectores amplios”, dijo Carranza, quien consideró que, por su parte, la izquierda tiende a quedar anclada en enfoques de otros momentos y formas de comunicación que no están siendo efectivas.

Una visión diferente sostuvo la politóloga Eugenia Aguirre, investigadora del Observatorio de Política Nacional, de la Universidad de Costa Rica, quien consideró muy complicado tratar de extrapolar el enfoque ideológico de los partidos nacionales a la elección municipal.

“Hay varias razones. La identificación de las figuras políticas que triunfan no están determinadas por las banderas políticas, sino por su liderazgo personal y su trayectoria, vemos muchos casos de alcaldías que son tránsfugas de partidos políticos. Además, son elecciones en las que participa muy poca gente, y los debates locales no suelen abordar los grandes debates ideológicos que se presentan en las elecciones nacionales”, explicó Aguirre.

La politóloga consideró que lo relevante en estos casos es analizar las capacidades territoriales de los partidos políticos. “Lo que se pone a prueba en estas elecciones son las estructuras locales partidarias”, afirmó.

Empero, Carranza considera que, en esta coyuntura, si se está presentando un cambio paulatino, en el que también se afecta la política nacional, con tendencias que se presentan en general en todo el mundo.

El espejo local

Para Carranza, las elecciones muestran que partidos nacionales empiezan a asentarse en el territorio, como el Partido Liberal Progresista (PLP) que, al concretar alcaldías, deberá “aprender a moverse en el plano territorial, no quedarse solo en temas de mercado”, mientras la recuperación del PUSC se asentaría en su estructura poblacional, pero implica que está incorporando nuevos cuadros.

En cambio, para Carranza, el PLN se está quedando estancado en otras épocas, haciendo referencia a épocas y acciones anteriores, cuando los electores están en el ahora, demandando soluciones. De una manera similar, el Frente Amplio (FA) no logra trasladarse al ámbito territorial. “Diría que más bien tuvieron un retroceso. Cuando en algunos lugares sacan un 3%, uno se pregunta dónde está la capacidad para fortalecerse en territorios”, dijo Carranza, tras recordar que la izquierda costarricense tuvo presencia fuerte en lugares como Limón y Puntarenas durante las épocas de la compañía bananera, que sugieren que no han logrado evolucionar con los tiempos.

Esta visión en la que la política local se refleja de alguna manera en la nacional también es cuestionada por Aguirre, quien no ve en las alcaldías que estarían alcanzando FA, Nueva República y el PLP como un reflejo de la estructura nacional que se traslada a la territorial. “Los partidos con representación legislativa lograron victorias pírricas, muy limitadas, que demuestran nuevamente que el comportamiento del electorado en la elección nacional es muy diferente de la municipal”, expresó.

Y el caso de Unidos Podemos (UP), con su crecimiento de una a nueve alcaldías, también es tomado con prudencia por Aguirre. “Tuvieron un avance, tendrán acceso a deuda política y organización territorial, pero tienen la complejidad que en algunos cantones recibieron candidatos y autoridades de otros partidos, hay que verlo con cuidado”, dijo.

Embestida al bipartidismo

Aguirre también resaltó que los dos partidos tradicionales, el PUSC y el PLN, mantienen un dominio en la mayoría de las alcaldías, aunque se viene debilitando ese control: en el 2002, 6 partidos lograron arrancarle 6 alcaldías al bipartidismo; mientras que para el 2024, 20 agrupaciones estarían logrando 35 alcaldías, en caso de mantenerse las proyecciones iniciales del TSE.

Para Aguirre, lo que se está presentando es un reacomodo interno (PLN se debilita y el PUSC recupera parte de las estructuras que se enfriaron luego del 2002). Sin embargo, advierte que de esta elección del 2024 puede concluirse que “el juego por el poder está abierto, nuevas agrupaciones pueden disputar esos espacios”.

En este punto, es innegable el aumento de la competencia para estos dos partidos tradicionales, que pareciera coincidir con la separación de las elecciones nacionales y municipales: del 2002 al 2010, solo seis partidos, en cada elección, lograron disputar alcaldías al bipartidismo. Desde el 2016, en cada justa aumentaron los retadores, lo que sugiere que, a pesar de las dificultades para contener el abstencionismo, la medida sí ha logrado sacar las elecciones municipales de la sombra de las agrupaciones tradicionales.

En todo caso, Aguirre considera que este abstencionismo evidencia que las elecciones municipales todavía son de “segundo orden” para una mayoría de los costarricenses, mientras Carranza considera que podrían estar abriendo la posibilidad de que entren a aumentar el peso de la estructura territorial en los partidos nacionales.


Izquierda y derecha, la eterna batalla política

La definición de “izquierda” y “derecha” en política es una herencia de la Revolución Francesa y la ubicación de los delegados en la Asamblea Nacional, en 1789. Al debatir sobre el peso de la autoridad real sobre el poder la asamblea popular, los representantes proclives al poder monárquico, en su mayoría de la aristocracia y el clero se ubicaron a la derecha, mientras los opuestos a ese poder y más revolucionarios se colocaron a la izquierda.

Aunque hay variaciones, se suele identificar las ideologías de izquierda como las que ponen el énfasis en la justicia social, por lo que es importante un papel de la colectividad (Estado) para redistribuir la riqueza y fomentar el progreso. Los derechos, especialmente los sociales, son capitales.

Las ideologías de derecha son las que ponen el énfasis en el papel del individuo y la libertad, por lo que se enfatiza en garantizar esas libertades para propiciar el crecimiento. Aquí el predominio es de las libertades como factor para generar la prosperidad.

Adicionalmente, se suele identificar a los movimientos de izquierda con los planteamientos más revolucionarios y con orientación a los movimientos sociales, mientras las agrupaciones de derecha se identifican con postulados más conservadores y mayor afinidad con los sectores empresariales.


Breve repaso de orientación de partidos

Desde que se realizan las elecciones directas de las autoridades locales, en el 2002, las alcaldías de Costa Rica han albergado partidos que se ubican tanto a la izquierda como a la derecha del espectro político:

Centro izquierda

Los movimientos de izquierda han tenido poca representación en las alcaldías desde el 2002, prácticamente limitados al Independiente Obrero y al Frente Amplio. En cambio, el Partido Acción Ciudadana y el Partido Liberación Nacional han sido los principales exponentes de la centroizquierda.

Independiente Obrero: Fundado en 1973, de tendencia socialista, solo logró una alcaldía en La Unión en el 2002. La agrupación desapareció en el 2007.

Frente Amplio: Fundado en 2004 por el diputado José Merino, quien a su vez había militado en Fuerza Democrática, se identificó con el socialismo democrático. Solo ha alcanzado una alcaldía en dos elecciones, en 2016 (Barva) y en 2024 (León Cortés).

Partido Acción Ciudadana: Fundado en el 2000 por el exdiputado Ottón Solís, quien salió del PLN, enfatizó la participación popular y la lucha contra la corrupción. Se identificó al principio con centro izquierda y logró representaciones en alcaldías del 2002 al 2020, con seis en sus dos mejores resultados (2010 y 2016).

Partido Liberación Nacional: Fundado en 1951 a partir del movimiento de José Figueres, se identificó con la socialdemocracia, aunque en varios gobiernos se le cuestionó por impulsar medidas de centro derecha o simplemente de derecha. Empero, es parte de la Internacional Socialista. Ha sido exponente de la centro izquierda en municipalidades, en las últimas seis elecciones obtuvo entre 27 en 2002, a 60 en 2006.

Centro derecha y derecha

Ha estado constituida por tres vertientes principales: la socialcristiana, encabezada por el PUSC y escisiones; la liberal, de la cual el Movimiento Libertario es el principal ejemplo; y la conservadora-religiosa, desde Renovación Costarricense al actual Nueva República.

Movimiento Libertario: Nació en 1994 como partido de orientación liberal clásica, con un caudal del PUSC, que no se sentía cómodo con sus planteamientos económicos. Logró alcanzar dos alcaldías en 2006 y 2010 (Sarchí y Paraíso, y Sarchí y Nandayure).

Unidos Podemos: Fue fundado en 2018 por un sector disidente del ML, encabezado por la exdiputada Natalia Díaz. Se identificó como una agrupación de liberalismo económico. Ganó una alcaldía en el 2020 (Oreamuno) y para el 2024 se perfila como tercera fuerza municipal, si se confirma que obtuvo nueve alcaldías.

Partido Liberal Progresista: Fundado en 2016 por el grupo liderado por Eliécer Feinzaig, quien fuera viceministro de Transporte durante el gobierno del PUSC, se identificó como partido de liberalismo clásico. En las proyecciones iniciales del TSE para 2024, obtiene tres alcaldías: Mora, Bagaces y Puerto Jiménez

Partido Unidad Social Cristiana: Nació en 1983, a partir de la coalición de cuatro partidos que enfrentaron al PLN en 1978, como partido de orientación social cristiana, con inclinación al liberalismo económico y al conservadurismo. Ha sido el principal exponente de la centro derecha desde el 2002 en las alcaldías, con 48 en ese año, aunque posteriormente se desplomó a 10 en el 2006. Desde entonces, ha iniciado una recuperación que llegaría a 20 en el 2024, según las proyecciones.

Partido Republicano Social Cristiano: Surgió en el 2014 por figuras cercanas al ex presidente Rafael Ángel Calderón, que había dejado el PUSC. Se identificó con socialcristianismo y una visión conservadora. Obtuvo una alcaldía en 2016 (Vásquez de Coronado), dos en 2020 (Vásquez de Coronado y Barva) y estaría repitiendo dos en 2024 (Barva y Monteverde).

Nueva Generación: Fue fundado en el 2010 por el ex regidor del PUSC Sergio Mena, como movimiento que buscaba incentivar la participación política. Se identifica con liberalismo económico y conservadurismo social.

Partido Accesibilidad sin Exclusión: El PASE fue formado en el 2004, como una organización de ideología conservadora, con el objetivo de luchar por los derechos de personas con alguna discapacidad. En el 2010 logró la victoria en la alcaldía de Nicoya.

Partido Renovación Costarricense: Fundado en 1995 como partido con orientación conservadora y religiosa, obtuvo victorias en las alcaldías de Matina en el 2002 y Montes de Oca, en el 2010. De este partido surgió Restauración Nacional.

Partido Nueva República: Surgió luego de que su dirigente Fabricio Alvarado se separara de Restauración Nacional en el 2018, pero mantiene su vocación conservadora y religiosa. En su segunda participación municipal, aparece en Osa y Parrita como vencedor, en las proyecciones del TSE.

 

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