País Carlos Alvarado Quesada, presidente de la República

“El principal elemento de reactivación en el corto plazo está en la Asamblea Legislativa y se llama eurobonos”

De un primer año a la defensiva (crisis fiscal) a una ofensiva por empleo (Eurobonos, comercio, agricultura).

Un día después de rendir su primer informe presidencial anual, el mandatario Carlos Alvarado Quesada reflexiona sobre los primeros 12 meses de su “gobierno de unidad” y lanza las líneas para lo que viene: eurobonos, más eurobonos, empleo público, apalancar el crédito para sectores tradicionales que generan empleos y la misteriosa norma sobre el aborto terapéutico. Entre los problemas añejos, las urgencias y la necesidad de soluciones a largo plazo, el concepto “tiempo” se vuelve crítico.

El presidente Carlos Alvarado reconoce que su presidencia obedece en buena parte a las carambolas políticas de los nuevos tiempos y por eso trata de jugar con ellas. Ni modo. Ni preguntarse por qué las cosas están así, mérito de quién o culpa de cuál presidente. No critica a gobiernos ni otros partidos, ni defiende al de su propia bandera, el que le antecede. Son los tiempos que le correspondieron y poco sentido tiene lamentarse. Así jugó este primer año y así encara el segundo, casi habituado a que nadie le aplauda.

Es la idea que sale de sus respuestas durante la entrevista que sostuvo con UNIVERSIDAD, durante una hora sentado en un sillón rojo. Llegó de traje gris, camisa blanca y sin corbata, distenso después de haber rendido su primer discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa, donde dijo que su misión es resolver, no complacer. Podría estarse justificando por lo hecho en este primer año o advirtiendo lo que viene.

Insiste en que no busca el aplauso y quizás muchos de los problemas añejos que tiene Costa Rica obedecen a que cada gobierno buscó ese aplauso de corto plazo. Lo dice sin citar nombres, porque insiste en que tiene la mirada puesta hacia adelante y, cómo no, en las urgencias del momento. En el empleo, que es el problema más acuciante, dice, aunque luego relativiza.

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¿POPULARIDAD?

¡A quién no le gusta ser querido! Pero no es mi objetivo”.

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¿En su informe del 2 de mayo usted describió un país con problemas y rezagos grandes como si nada hubiera cambiado de la administración anterior? ¿Esta finca estaba tan encharralada como antes de que llegara el PAC?

-Este es el periodo en el que me ha tocado gobernar, en el que hay ciertos retos derivados del desgaste y que requiere tomar decisiones. El primero, obviamente, en materia fiscal, pero de ahí derivan otros grandes retos que son los que quise poner en la mesa a partir del mensaje del 2 de mayo. También, en un ejercicio de realismo, yo quiero decirle a la gente muy francamente cuáles son nuestros retos y decir qué es lo que creo que tenemos que hacer frente a ellos.

¿No hubo ni una reorientación ni un avance significativo en los últimos cinco años?

-Sí lo hubo en el sistema político, porque hubo un cambio sobre cuál era el partido que gobernaba.

¿Y eso qué impacto tuvo sobre los problemas del país?

-Creo que a mí me toca, siendo presidente con diez diputados, buscar los acuerdos políticos para resolver y entrar a resolver muchos de esos temas. Además, porque en la coyuntura en la que estamos algunos tienen el carácter de urgencia. Evito deliberadamente eso, ponerme a abrir debates sobre quién hizo o quién no hizo o culpa de quién es; eso para Costa Rica, y a mí en lo particular no me importa.

Hace un año hizo usted este experimento de “gobierno de unidad”. ¿Funcionó?

-Sí ha funcionado. Yo estoy muy contento con el equipo. Creo que también me ha dado la ventaja de llamar a la mejor gente relevándome de tener que ponerle una etiqueta partidaria; eso ha hecho que el equipo no sea solo comprometido sino que gente de mucho talento. Eso lo veo yo, lo experimento yo, porque lo tengo muy de cerca, aunque tal vez para la gente del día a día eso no sea tan evidente, pero sí se ve en el desempeño.

No parece repercutir demasiado en la Asamblea Legislativa, a juzgar por la manera en que se negoció el Directorio en este primero de mayo.

-Creo que eso está presente para todos los partidos, pero va otra dinámica que es: ¿cómo cada partido puede diferenciarse y mostrarse a la ciudadanía? Creo que es un momento para la política costarricense de apostar a la madurez. Contrario sería que apuntemos al conflicto político sin llegar a acuerdos, eso sería muy peligroso.

El ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, dijo que se quedaría hasta terminar la primera parte del gobierno. ¿Qué es “la primera parte del gobierno”?

-Yo siempre procuraré que el aporte para el Gobierno sea lo más prolongado posible, porque le hace bien al país y le hace bien al gobierno. ¿Cuál es esa primera parte?, en mi ánimo estaría que sea toda la parte, pero necesitamos ver también cuál es su perspectiva. También sé que ese esfuerzo ha sido un gran sacrificio, porque a él le ha tocado ser un jugador de sacrificio, representar un desgaste y no necesariamente visibilizarse.

¿No genera un poco de incertidumbre saber que para él la primera parte del Gobierno tal vez es mañana mismo?

-Cuando uno está en esto, uno aprende que pueden cambiar de un día para otro las cosas que uno daba por sentadas. Como yo digo siempre, el mejor plan es un plan flexible, el que se adapta a la realidad.

¿Ha pagado costo político por ensayar ese “gobierno de unidad”?

-Es que yo no veo a nadie llegando al poder con 38 diputados, en el corto plazo. Cualquiera va a necesitar de los otros, entonces yo apuesto a una dinámica colaborativa. Por eso procuramos una dinámica en la que se ha podido avanzar.

¿Así se justifica que los votos del oficialismo, por ejemplo, ahora con el 1º de mayo, se hayan dado a don Carlos Avendaño, que representaba lo que usted, hace un año y dos meses, calificaba como un riesgo para el sistema republicano?

-Yo no sé si es Carlos Avendaño el que lo representaba, creo que no.

¿A usted le complace como quedó este Directorio legislativo?

-Las cosas las mido a partir de lo que puedan dar como resultados.

Carlos Alvarado mantiene su meta de cerrar el gobierno con una tasa de desempleo de 8%. (Foto: Miriet Ábrego)

¿Pero de entrada?

-Es un tema que lo da más el realismo político. Los números como quedaron en la Asamblea no los escogí yo, los escogieron los costarricenses, sobre esos números es que yo tengo que construir.

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¿RESULTADO DE LA CASUALIDAD?

Estoy muy claro de dónde estoy parado, pero también estoy muy claro de por qué vine acá (…)  Para no llegar a un gran riesgo ypara que nos nos fuéramos a unabismo de crisis económica”.

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¿Participó de alguna manera en la negociación con otros partidos?

-Fui muy respetuoso, solo con Acción Ciudadana: la bancada oficialista. Sí hay una claridad muy programática de hacia dónde queremos llevar este año y yo me siento complacido en lo que ellos y, en general, los diputados lograron como un acuerdo.

¿El acuerdo firmado con don Rodolfo Piza el 8 de marzo de 2018 sigue siendo la hoja de ruta?

-No, la hoja de ruta está en el Plan de Gobierno que presenté a los costarricenses. Mucho de lo que está en el acuerdo está en el Plan de Gobierno, otros son elementos nuevos que se suman a los compromisos que adquirimos, pero la hoja de ruta está en el plan de Gobierno. Sí está vigente ese acuerdo (con Piza) y lo seguirá hasta que don Rodolfo considere que sea esa primera parte.

¿Todo el gabinete piensa de esta manera como piensa usted, sumar y sumar sin renunciar a sus propias banderas?

-Yo no podría responder por todo el gabinete, eso hay que preguntarlo uno a uno si uno quisiera una respuesta fehaciente sobre eso.

Lo preguntamos porque doña Patricia Mora no fue al acto solemne del discurso suyo justamente porque no está de acuerdo con el acuerdo al que llegaron PLN, PAC y PRN.

-Con la ministra de la condición de la Mujer, pues ella defiende eso y ha sido mi encargo defender a las mujeres en Costa Rica y, ella, al no ver en ese acuerdo particular reflejadas las mujeres, pues levanta su voz y lo hace de esa manera.

Pudo haber dicho el ministro de Ambiente: yo tampoco voy porque no se menciona nada de ambiente en el acuerdo o pudo haber sido el ministro de Educación… ¿No se le hace complicado?

-No creo, porque si fuera que yo estoy en desacuerdo con las luchas de doña Patricia en el tema de las mujeres ahí sí estaríamos en contradicción, pero no es el caso. ¿Qué más quiere un presidente de una ministra de la Condición de la Mujer que luche apasionadamente por las mujeres? Creo que en eso estamos en línea. A la larga mi objetivo no es que ella me refuerce a mí, mi objetivo es que ella luche por las mujeres.

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¿APOYA EL PLAN DE EUTANASIA?

Ahí lo que diría es que yo con lo que estoy comprometido fue con mi Plan de Gobierno, si eso no está en mi Plan de Gobierno, pues no. No está entre mis compromisos de impulso ”.

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La urgencia del empleo

En este contexto de desempleo: ¿cómo pide a los limonenses que confíen en que la situación va a cambiar?, que fue lo que pidió usted ayer.

-A Limón, particularmente, no le pedí que confíe sino que me ayude porque yo sé que pedir confiar en ese punto es algo muy difícil cuando lo que se ha generado es una gran desconfianza por no concretar acciones. El desempleo como problema no es sino la manifestación concreta de las personas, sobretodo, de las más vulnerables, de una serie de problemas subyacentes que se manifiestan en el desempleo. Hay al menos tres causas subyacentes… (menciona la formación de la fuerza laboral, el rezago educativo y la falta de incentivos políticos para lanzar políticas de largo plazo).

¿Eso sería lo primero que usted le diría a alguien que hoy no tiene empleo?

-No, probablemente no le diría esa de primero. (Menciona factores del empleo en Costa Rica, la falta de crédito para productores, las necesidades de sectores intensivos en contratación y de los más sofisticados). Por eso, yo lo dije bien en el discurso: si nosotros hacemos reactivar la economía, vamos a incentivar ese sector que va a crecer (el más avanzado), va a crecer el país, pero no necesariamente nos va a ayudar a resolver el desempleo.

¿Cómo activar esos sectores que el Estado de la Nación ha llamado “la vieja economía” y que emplean mano de obra abundante y de bajo costo?

-Casualmente  esa es la parte tal vez de fondo del discurso y, quizá, por eso la menos discutida. A ver, ¿qué hay que hacer en eso? Uno, es el tema del crédito porque el crédito en Costa Rica es carísimo y para una actividad que no está creciendo es todavía más difícil. Y con otra connotación: la territorial. El principal problema no lo tenemos en la GAM, lo tenemos fuera de la GAM, entonces los bancos tienen que especializarse regionalmente. Los bancos estatales, por ejemplo, no tienen parámetros o metas regionales, solo tienen un consolidado, entonces pueden colocar toda su cartera en la GAM, donde está mayoritariamente, y cumplir sus metas sin generar la inclusión de las pymes o de las personas en las diferentes áreas. Entonces, no están contribuyendo desde esa perspectiva a un desarrollo equilibrado del país.

¿Es imposible hacer política pública contando con los bancos públicos?

-Si nosotros logramos mover al Banco Nacional y al de Costa Rica, movemos…

¿Si lograra moverlos?

-Bueno, eso es lo que se ha planteado en esa directriz, de una manera realista. Yo sí creo que lo podemos lograr; por eso la directriz se trabajó y se construyó con los bancos. Una cosa es que yo haga una directriz y les diga: vayan eliminen la pobreza, otra es que con los bancos se haga una ruta crítica de metas claras y se direccione hacia ahí la política pública. Eso no pasa de aquí al martes, eso conlleva tiempo,  por eso son varios frentes: el más inmediato es el de la tasa de interés, por eso es importante la directriz, pero los eurobonos también; es lo crítico. Yo siento que hoy muchos sectores, sector privado, productivo, y muchos diputados le tiran la bola de la reactivación al Gobierno cuando el principal elemento de reactivación en el corto plazo está en la Asamblea Legislativa y se llama eurobonos. La discusión no es económica, es una discusión política de cuánto margen están los actores políticos dispuestos a darle al Gobierno, pero ahí es una discusión falsa, no se le da margen al Gobierno es a Costa Rica. ¿Margen de qué?, de crecer a través del crédito. Es un problema político el que tiene pegado los eurobonos.

Le están dando menos de la mitad de los que pedía con “eurobonos”. ¿Qué se dejaría de hacer o cómo se taparía este faltante?

-En el caso hipotético de que se apruebe así, el Gobierno presentará otra vez un proyecto similar. ¿Por qué?, porque necesitamos ese margen.

Usted dice que las objeciones son políticas, pero ¿a qué la podemos atribuir? ¿A las ganas que tendrían los diputados de tener una cuerda más con que condicionar al Gobierno?

-Yo creo que vuelve a esa discusión que teníamos antes, porque si yo tuviera los votos completos ya ese proyecto sería ley. No los tenemos, por eso pedimos el apoyo legislativo. Creo que ahí lo que queda es esa idea de decir: “le ayudamos otra vez al Gobierno, sería el costo político de ayudarle otra vez al Gobierno del PAC”. Esa es la gran limitación real de los eurobonos. Yo  quiero persuadir a la gente de que eso no es para el Gobierno, es para la economía y es para reducir el desempleo y es para usarlos responsablemente.

¿Cuál es la meta de empleo y cuánto tiempo?

-Estamos en el 11,3% y tenemos que llegar a un margen, sino me equivoco en el Plan de Gobierno dice que al menos el 8%.

¿Al 8% de desempleo cuando acabe su gobierno?

-Sí, cuando acabe el gobierno. Ahora, por eso, yo siempre digo que cuando se habla de empleo desempleo hay que verlo no solo en la cantidad de empleos absoluta, sino hay que verlo en el tamaño de la población económicamente activa. Una cosa positiva es que hay más gente buscando empleo y sí hay más gente trabajando, lo que pasa es que el propio mercado no está logrando absorber a toda la gente que está buscando trabajo. Los sectores más dinámicos demandan trabajadores con ciertas habilidades que no tiene el 70% de los desempleados. ¿Cuál sector necesito que absorba? El comercio, el transporte, la logística, la manufactura, la agricultura y por eso es crítico empujar esos sectores en los que hay que invertir con créditos, con institucionalidad, con  capacitación, innovación. ¿Dónde podemos competir en esos sectores?, con más productividad, más innovación, agricultura de precisión, certificaciones, certificación de nuestra manufactura o calidad de nuestra manufactura… Son esas las condiciones que nos bajan el desempleo.

DEMANDA LABORAL

Una cosa positiva es que hay más gente buscando empleo y sí hay más gente trabajando, lo que es que los sectores más dinámicos demandan trabajadores con ciertas habilidades que no tiene el 70% de los desempleados”

“Es lo que es”

¿A usted le gustaría tener un apoyo alto en la popularidad?

-Sí, me gustaría, pero no es mi objetivo.

¿Para qué?

-Me gustaría porque ¡a quién no le gusta ser querido! Pero no es mi objetivo.

No serviría de nada?

-Serviría porque el apoyo popular si tiene una utilidad es para reforzar la gestión política. No obstante, yo entiendo el contexto en el que yo estoy. Por eso yo el primer año me fui por lo más difícil y, dichosamente, salió, se logró. Pero mi objetivo a la largo no es ese, como digo, en lo muy personal uno puede decir que a uno le gusta estar bien. Como medio, puede servir, pero a la larga mi objetivo es resolver las cosas que están mal y no hay mucho tiempo para andarse dando vueltas.

¿Se le ha hecho muy corto el año?

-¡Nombres, larguísimo! En términos del cuerpo, pero en términos de un ciclo para gobernar y cambiar cosas es muy corto. En los tiempos de la institucionalidad es muy corto, girar ciertas máquinas o ciertas ruedas toma tiempo y ver los resultados derivado de eso toma tiempo.

¿No es frustrante?

-No, es lo que es.

Pero hay una urgencia…

-Hay una urgencia pero es la máquina que tenemos. También estamos llevando cosas para cambiar esa máquina, que son proyectos que tiene que ver con reforma o de instituciones o de Estado, pero incluso yo estoy claro también que muchas de esas reformas las gozará quién venga después de mí o, incluso,  el resultado total de la mejora en lo fiscal será disfrutado como país por el próximo gobierno, no por nosotros. Lo peor que nos puede pasar es que en el año 2022 alegremente lapidemos el esfuerzo que hicimos en esto.

¿Usted cree que hoy volvería usted a tener la votación que tuvo?

-Depende del contexto…

El presidente dijo que lidia con la presión del tiempo por las urgencias, aunque trata de zafarse de la presión popular. Foto: Miriet Ábrego.

¿Usted cree que su Gobierno es un resultado del contexto?

-Sí, claro, yo estoy muy claro de dónde estoy parado, pero también estoy muy claro de por qué vine acá.

¿Por qué?

-Para no llegar a un gran riesgo y a eso ya le podemos dar un check. Para que nos nos fuéramos a un abismo de crisis económica, a eso le podemos dar un check, pero todo eso era defensivo. Ahora tenemos que ir hacia adelante. Necesitamos mejorar la educación pública porque somos un país que no apuesta a la extracción de  petróleo o cobre u oro o lo que sea; somos un país pequeño, lo que nos queda es la gente, el talento y la innovación; eso es nuestro capital principal, por eso, la educación es lo fundamental y se demuestra cada día. Tenemos que romper con ese debate muy ideológico entre Estado  y mercado. Nosotros lo seguimos teniendo: tamaño del Estado ¿qué hace el mercado en otras partes del mundo? no se meten en ese debate. Veamos de gente exitosa desde China hasta los propios Estado Unidos, ese debate no es debate; ahí trabaja el sector privado, el Gobierno y la academia como uno sola para empujar la innovación, el crecimiento económico.

Quizás sea pesimista, pero faltan muchos años para eso.

-No, porque ya es otra la mentalidad que tenemos que asumir y es otra la generación que tiene que asumir eso. Eso es un debate rezagado de la Guerra Fría, eso significa que muchos líderes en las cámaras, en los partidos, en la academia siguen pensando como si estuviéramos en los 80 y no, no estamos en los 80.

El misterio del aborto terapéutico: “este año”

 ¿La presencia de Restauración Nacional en el nuevo acuerdo legislativo hará que el poder Ejecutivo tenga que inhibirse en planteamientos de derechos humanos?

-No, en los absoluto. El acuerdo legislativo es para la Asamblea Legislativa. También, por eso es bueno que el presidente no estuviera tan de lleno en ese acuerdo, sino que fuera algo que emanara de ellos. Yo seguiré con mis compromisos, los que están en el Plan de Gobierno.

Pero habrá temas que usted tenga que canalizar por esa vía…

-De los que he comprometido, no. Yo el año pasado en diciembre cumplí mis compromisos, por ejemplo, con la población LGBTI. Lo vengo haciendo en el caso de las mujeres, en el Plan de Gobierno se decía manifiestamente nuestra intención de registrar la anticoncepción oral de emergencia y así se hizo. Como lo demás que está ahí, se hará.

¿Qué es lo demás?

-Ahí está en el capítulo de Derechos Humanos de nuestro Plan de Gobierno; la norma técnica también.

¿Cuándo se firmará la norma técnica, presidente?

-Para este año.

¿Cuándo y de qué depende?

-Depende de que técnicamente esté hecha.

¿Y no está lista ya?

-Está muy cerca.

¿Qué le falta?

-Tener el último afinamiento técnico.

Ese afinamiento sigue poniendo en peligro la vida de muchas mujeres… ¿No haría usted un llamado a urgir al Ministerio de Salud?

-En eso estoy.

¿Ya le giró órdenes al ministro pero no hay plazos?

-El plazo que he fijado por lo menos ante la opinión pública.

¿Ya no se trata del momento en que usted considera “oportuno”, como dijo el año pasado?

-El que he considerado oportuno es este año.

¿Entiende el misterio en el que se ha convertido esto?

-Sí, yo sé; pero también creo que es bueno porque ha permitido oportunidad para que la gente hable del tema, porque antes uno decía norma técnica e inmediatamente la gente decía aborto, y eso ha quedado claro de que no es lo mismo y la gente no lo tenía claro. ¿Eso qué significa?, que no estamos hablando de la misma cosa cuando hablamos de norma técnica, porque hemos educado suficiente de lo que es porque ha habido un interés y un debate polarizado entre quienes usan esto, cualquier extremo, como una forma de reforzar sus posiciones.

Usted acaba de decir que es bueno que la gente hable, que se entienda bien el tema, pero también dice está para resolver, no para complacer…

-Sí, y esto es un tema que está sin resolver desde el año 1971.

Con más razón pudo haberla resuelto desde su comienzo, en mayo de 2018.

-Tengo cuatro años y me he comprometido en hacerlo, ni siquiera a la mitad de Gobierno, sino antes de la mitad.

¿Usted entiende que no está contestada la pregunta de por qué hemos, como sociedad, tenido que esperar más de un año ya?

-Entiendo que eso es importante y entiendo por qué ha durado más de 40 en materializarse.

Pero es este su gobierno.

-Lo sé y en mi gobierno se hará realidad. Este año.

Queda sin contestar la pregunta….

-¿Cuál es la pregunta?

¿Por qué tanto tiempo?

-¿De año y algo o de 40 años?

No, no, de lo que le compete a su gobierno.

-Porque está en el proceso de elaborarse técnicamente. Esa es la respuesta. Lo interesante sería preguntar por qué en 40 años no se ha hecho. Pero bueno, yo no me fijo hacia atrás, yo me fijo hacia adelante.

¿Usted  apoyaría el proyecto de Estado Laico?

-El proyecto de Estado Laico está en nuestro Plan de Gobierno.

¿Es urgente para el país?

-Es importante. Veo otras urgencias en las que aplicaría más mi tiempo y capital político, pero es importante y si se generan condiciones para avanzar en esa dirección, me parece oportuno, aunque mi enfoque principal está en otra parte.

¿Le comentó la diputada María Vita Monge (proponente del proyecto) que iba a presentarlo?

-Sí, ella me lo consultó.

Sobre el proyecto de eutanasia y muerte asistida, presentado por su diputada Paola Vega… ¿va a apoyarlo?

-Ahí sí que, déjeme revisar algo, un segundito…. Solo quiero estar doblemente seguro para no llamar a la contradicción. (Dedica tres minutos a revisar si el tema estaba en su Plan de Gobierno y constata que no).

Ahí lo que diría es que yo con lo que estoy comprometido fue con mi Plan de Gobierno, si eso no está en mi Plan de Gobierno, pues no. No está entre mis compromisos de impulso.

¿No lo apoyaría usted?

-No estaría entre mis prioridades porque no está dentro de mis compromisos.

¿No es necesario?

-Puede ser, pero creo que también es algo que tiene que discutir la sociedad y bueno, está en el lugar apropiado para que se discuta. Ahora, yo como tal, no es algo de lo que comprometí en mi plataforma de campaña.

La ley de “derecho al tiempo” (sobre prescripción de delitos sexuales contra menores) no estaba en su Plan de Gobierno y usted la apoyó de manera expresa.

-Bueno, creo que es un tema que entra en esos márgenes de ampliar, de luchar contra cierto tipo de impunidad, creo que en eso hay un importante acuerdo. Este otro tema se que tiene ese carácter de polémico.

Es casi un estribillo: sumar fuerzas políticas por encima de las banderas. Por eso se felicita por un año del “gobierno de unidad”. (Foto: Miriet Ábrego)

La relación con los sindicatos

Para la discusión con el Plan Fiscal, la relación con los sindicatos fue tirante. ¿Cómo va a manejar esa relación con los sindicatos este año?

-Es valioso para el país recomponer esa relación. Desgraciadamente en lo que fue el episodio de la parte fiscal, fue porque el margen de ambos era muy estrecho y entramos todos en un callejón sin salida.

Pero en el tema de Empleo Público, uno esperaría más bien una posición más férrea por parte de los sindicatos.

-Lo grueso del Empleo Público ya pasó en la Reforma Fiscal, que era lo que tenía que ver con pluses y remuneraciones. Eso a mí me hace confiar en que podamos entendernos en la discusión de Empleo Público, que se centra en eficiencia y en otros componentes. Yo veo que eso nos tenga que llevar a un pulso nuevo o a una confrontación.

¿No es usted muy optimista al pensar que no se van a tirar a las calles?

-Es que hay una diferencia sustantiva: muchas de las condiciones entran a regir para nuevos funcionarios, no para los vigentes. Es un cambio gradual, no un shock. No preveo que necesariamente tenga ese carácter confrontativo.

Y si viniera otra huelga, ¿aguantaría el país?

-El país sí aguanta, el problema es que todos perdemos: pierde nuestra economía, pierden los sectores. Entonces no es el escenario ni remotamente ideal; y sí, yo quiero apostar a que podamos conversar, que podamos resolver y que podamos hacer. Yo cuento con el Magisterio, por ejemplo, necesitamos un Magisterio para mejorar la educación. Sí veo que necesitamos generar otras condiciones. Mi comunicación con el sector sindical es buena, por mis antecedentes está el haber trabajado como ministro de Trabajo; su sector no me es ajeno.

Pero ellos no han expresado tanto agrado con usted.

-Por lo menos nos conocemos y sabemos cómo  actuamos. También hemos hecho cosas positivas en el pasado y hemos logrado cosas. Eso también está ahí.

Presidente, 55.000 nicaragüenses, según datos de Acnur, han venido a Costa Rica durante esta crisis. ¿Ha habido respuesta de la comunidad internacional para atender a esta población?

-Tenemos la propuesta de apoyos pero hemos carecido de la agilidad para hacer las propuestas concretas. Ese es uno de los errores que tengo que admitir y que he pedido de manera insistente que lo corrijamos: tener los mecanismo concretos para que se materialice; porque sí están las ofertas, pero no lo hemos logrado. Nos hemos quedado perdidos en la parte burocrática de la necesidad y de las ofertas.

Algunos expertos dicen que hay un riesgo de que vengan migrantes económicos, por el grave golpe que ha tenido la economía en Nicaragua.

-Tenemos que estar listos y con más razón tenemos que fortalecer nuestro aparato, sobretodo en ese segmento de generar empleo.


Alvarado y el tiempo relativo

“Cuando uno es periodista uno sabe con el gran escepticismo que se recibe todo lo que un presidente dice y sabe que el periodismo es muy inmediato, en el día a día, contrastado con el ejercicio de ser presidente. Hoy yo sé que la demanda ciudadana es inmediata en temas de empleo.

Nosotros atendimos un problema muy concreto (la crisis fiscal), que no fue fácil de resolver. Ahora que llegamos aquí y que le hicimos este check, casi hay que mover y mover la máquina para encauzar lo que sigue, como si fuera un furgón. Eso en tiempos de gobierno toma tiempo, eso en tiempos de la opinión pública, ciudadana, periodismo parecen siglos.

Cuando uno contrasta la forma en que gobiernan los chinos, es otra cosa. Para nosotros es un tema muy inmediato: el desempleo, ya resuelva, el siguiente. Los problemas de ellos es cómo enfrentarán los temas en el futuro. Ellos están formando la Ruta de la Seda, que es el camino del crecimiento de los próximos 10 o 20 años. Eso pone en perspectiva cuáles son nuestros tiempos de gobierno.

Yo lo que tengo que pensar es en el país y en el margen que tengo en tres años para hacer. Que muchas veces en los tiempos periodísticos de la popularidad a la larga es un feeling del instante, pero ya. Eso es algo que nos pone a repensar la democracia y lo perverso que puede ser, porque a la larga la democracia termina siendo un respaldo de esa popularidad. Por eso es una discusión tan peligrosa la de la popularidad, porque entonces mi incentivo es el apoyo popular. Uno dice ¿por qué no hemos resuelto tantos problemas después de tanto tiempo? porque el incentivo popular es a no resolverlos. Ese es un tema profundo de la democracia como sistema, pero también un ejercicio de responsabilidad.

Yo lo puedo decir, en el caso de ICE, en el caso de la CCSS, algunos de los mencionados en el informe, que puedo poner parche aquí, parche allá y en mis tres años eso no explota. Podría tener un incentivo para no meterme ahí, pero yo sé que si no hacemos ciertas cosas, cuando pase algo en unos años yo voy a tener una cierta cuota de responsabilidad de lo que pasó. Prefiero asumirlo como tal y buscar que desde ya se empiecen a buscar condiciones de solución para eso. Que las vaya a ver todas, no necesariamente; que vaya a implementar muchas que ayuden a solucionar, probablemente. ¿Que me vaya a ser más popular?, no, ¿que vaya a estar yo más tranquilo con lo que hice?, sí”.


 

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