País

El desempleo no dejó de aumentar en 2019

Esfuerzos de Gobierno han sido insuficientes para amortiguar los efectos del problema estructural que tiene el país con la desvinculación entre la producción y la generación de empleos, según el último informe del Estado de la Nación.

Era 31 de agosto, casi las 6 de la tarde, cuando  el presidente de la República se bajó del carro escoltado y acuerpado por oficiales de la Fuerza Pública que le protegían de manifestantes furiosos. Ellos le esperaban a las afueras de la Casa de la Cultura en Limón donde se realizaría el Consejo de Gobierno en el marco de la celebración del Día de la Persona Negra y de la Cultura Afrocostarricense.

Desde lejos le gritaban al presidente y al resto de su gabinete fuertes consignas, auspiciadas por el malestar de la situación crítica del desempleo, una cifra que alcanzó 10,4% en la Región Huetar Caribe en el segundo trimestre de este año.

También se coló la preocupación por los despidos de trabajadores de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), tras la entrada en operaciones de la nueva terminal de contenedores.

Los reclamos de los limonenses esa noche fueron tan solo una parte de la preocupación generalizada que siente el país por el aumento en el desempleo durante el 2019.

Para el tercer trimestre, la tasa de desempleo alcanzó 11,4%, mientras que para el mismo periodo del año anterior fue de 10,2%, según la Encuesta Continua de Empleo que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Es decir, entre julio y setiembre del 2019 hubo 278 mil personas desempleadas, al menos 36.000 más que el mismo periodo del 2018.

Durante este año más gente salió en busca de un trabajo, según los estudios del INEC; no obstante, hubo factores coyunturales que incidieron en la problemática.

El 2019 fue un año antecedido por otro caótico y de incertidumbre financiera pues el Gobierno debatía la negociación legislativa para aprobar la reforma fiscal, tras reiteradas advertencias por parte del Ministerio de Hacienda del declive fiscal que afrontaba el país y la situación riesgosa a la que se acercaba si no se aprobaba.

“La reforma se aprueba a finales del año pasado, se implementó a mediados de este 2019, pero había mucha incertidumbre. Yo diría que había un ambiente muy inestable y eso hizo que no se generaran puestos de trabajo en el sector privado y que más gente saliera en busca de trabajo”, detalló la investigadora del Estado de la Nación, Natalia Morales.

La incertidumbre y cautela de los hogares se ha mantenido pese a que durante los últimos meses el Banco Central registra una leve mejora de la situación económica, tras un aumento de 2% en el índice mensual de la actividad económica, respecto del mismo periodo del año anterior. No obstante, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), el  65% de los costarricenses creía que el país estaba en una una crisis en noviembre pasado.

 

Aunque no solo creció el desempleo, el comportamiento del mercado laboral según los estudios del INEC señala que desde el primer trimestre del año anterior hubo un aumento en la tasa de participación (porcentaje de la población que compone la fuerza de trabajo con la población en edad de trabajar), ya que este promedio alcanzó el 57,3% en el 2018; mientras durante los tres primeros trimestres del 2019 el promedio fue de 58,6%.

“Lo que vimos en el 2018, y ahora en el 2019, es que ha habido un aumento en la cantidad de personas que salieron a buscar trabajo, a insertarse en la fuerza de trabajo en la población económicamente activa, posiblemente a raíz de la situación con los problemas económicos de la familia. Sin embargo, no todas esas personas encontraron un empleo”, manifestó la investigadora del Estado de la Nación.

Los estudios del INEC destacan un aumento importante de mujeres que salieron en busca de un trabajo. Por ejemplo, entre julio y setiembre la fuerza de trabajo femenina creció en  65 mil personas más respecto del mismo periodo del año anterior.

Durante el tercer trimestre del 2018 la fuerza de trabajo se compuso de 2,38 millones de personas (1,45 millones hombres y 927 mil mujeres); mientras que para el mismo periodo del 2019 la fuerza de trabajo se conformó por 2,44 millones (1,45 millones hombres y 992 mil mujeres).

Las encuesta del INEC indican también que hubo un aumento en la tasa de ocupación; es decir, el porcentaje de personas que tienen un trabajo respecto de las que están en edad de trabajar. Los datos evidencian que durante el 2018 la tasa de ocupación fue de 54% (54 personas de cada 100 en edad de trabajar, trabajaban); mientras que para el 2019 la tasa de ocupación durante los tres trimestres es de 55%.

Las investigaciones evidencian que hay un grupo de la población con ciertas cualidades a las que se les dificulta más acceder a oportunidades laborales. “Los mayores problemas están en la población que no terminó la secundaria, no calificada, que ha trabajado en sectores más tradicionales, que son sectores que se vieron muy afectados en los últimos años y que no están generando empleo. Si se genera es en áreas muy especiales y concentrado en el Valle Central”, manifestó  Natalia Morales.

La coordinadora de la Encuesta Continua de Empleo del INEC, María Luz Sanarrusia, indicó que en el último trimestre del 2019 hubo una tendencia de mayor participación en el mercado laboral de gente que tiene secundaria incompleta. Por ejemplo, de las 278 mil personas desempleados en el tercer trimestre de este año, 145 mil personas tienen secundaria incompleta, lo cual representa el 52% de los desempleados.

Limón atravesó una ola de desempleo tras el cierre de varias transnacionales, unos 470 trabajadores fueron afectados tras la entrada en operación de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM). El Gobierno tuvo que correr para intentar desactivar una crisis social de importantes consecuencias. (Foto: Katya Alvarado).

Aunque no solo creció el desempleo, el comportamiento del mercado laboral según los estudios del INEC señala que desde el primer trimestre del año anterior hubo un aumento en la tasa de participación (porcentaje de la población que compone la fuerza de trabajo con la población en edad de trabajar), ya que este promedio alcanzó el 57,3% en el 2018; mientras durante los tres primeros trimestres del 2019 el promedio fue de 58,6%.

“Lo que vimos en el 2018, y ahora en el 2019, es que ha habido un aumento en la cantidad de personas que salieron a buscar trabajo, a insertarse en la fuerza de trabajo en la población económicamente activa, posiblemente a raíz de la situación con los problemas económicos de la familia. Sin embargo, no todas esas personas encontraron un empleo”, manifestó la investigadora del Estado de la Nación.

Los estudios del INEC destacan un aumento importante de mujeres que salieron en busca de un trabajo. Por ejemplo, entre julio y setiembre la fuerza de trabajo femenina creció en  65 mil personas más respecto del mismo periodo del año anterior.

Durante el tercer trimestre del 2018 la fuerza de trabajo se compuso de 2,38 millones de personas (1,45 millones hombres y 927 mil mujeres); mientras que para el mismo periodo del 2019 la fuerza de trabajo se conformó por 2,44 millones (1,45 millones hombres y 992 mil mujeres).

Las encuesta del INEC indican también que hubo un aumento en la tasa de ocupación; es decir, el porcentaje de personas que tienen un trabajo respecto de las que están en edad de trabajar. Los datos evidencian que durante el 2018 la tasa de ocupación fue de 54% (54 personas de cada 100 en edad de trabajar, trabajaban); mientras que para el 2019 la tasa de ocupación durante los tres trimestres es de 55%.

Las investigaciones evidencian que hay un grupo de la población con ciertas cualidades a las que se les dificulta más acceder a oportunidades laborales. “Los mayores problemas están en la población que no terminó la secundaria, no calificada, que ha trabajado en sectores más tradicionales, que son sectores que se vieron muy afectados en los últimos años y que no están generando empleo. Si se genera es en áreas muy especiales y concentrado en el Valle Central”, manifestó  Natalia Morales.

La coordinadora de la Encuesta Continua de Empleo del INEC, María Luz Sanarrusia, indicó que en el último trimestre del 2019 hubo una tendencia de mayor participación en el mercado laboral de gente que tiene secundaria incompleta. Por ejemplo, de las 278 mil personas desempleados en el tercer trimestre de este año, 145 mil personas tienen secundaria incompleta, lo cual representa el 52% de los desempleados.

 

Desfase entre producción y empleo

El aumento de las personas desempleadas y la poca capacidad para nuevos puestos de trabajo del país lleva años. Según el Informe del Estado de la Nación del 2019, el país tiene una desvinculación entre la producción y la generación de empleo.

“Los sectores que más están creciendo en ingresos y en producción no necesariamente se traducen en puestos de trabajo y eso no es un problema que se nos presentó en los últimos año, es un problema estructural que venimos arrastrando por el modelo de desarrollo que tiene el país. No es un problema del 2019 ni tampoco de este Gobierno”, explicó la investigadora Natalia Morales.

El informe del Estado de la Nación señala que en el sector empresarial existen diferencias importantes en la capacidad para generar empleos. Por ejemplo, el parque empresarial privado está altamente concentrado, pues unas pocas empresas aglutinan a la mayoría de los puestos de trabajo formales y los ingresos por concepto de ventas, mientras una enorme cantidad de emprendimientos tiene bajos ingresos y poco empleo. Esto de acuerdo con un análisis basado en el Registro de Variables Económicas (Revec), un inventario efectuado por el Banco Central que recoge datos sobre las empresas formales del país en el periodo 2005-2017.

El mercado tiene una limitación para crear las oportunidades laborales necesarias, ya que la mayoría de las empresas privadas son microempresas (diez trabajadores o menos) de baja productividad, a las que les cuesta mantenerse en el mercado y aumentar el tamaño de la empresa.

Según el Informe del Estado de la Nación, la probabilidad de que una empresa costarricense opere por al menos un año es del 90%, pero al llegar a los cinco el indicador disminuye a 63%, según el tamaño del negocio. Con las microempresas esta probabilidad disminuye y alcanza el 61% de seguir “vivas” a los cinco años, mientras que para las medianas y grandes este indicador supera el 88%.

Ante el escenario de este año, el presidente de la República, Carlos Alvarado, reconoció en noviembre anterior que “el desempleo es de lo que más nos está golpeando”,  tras conocer los resultados de la última encuesta del INEC. Al respecto, Alvarado destacó que durante este año hubo avances en infraestructura vial, liderazgo ambiental y ruta de la estabilidad fiscal; pero no así en el desempleo.

“El Gobierno sigue trabajando de manera incansable, no estamos satisfechos, porque el desempleo sigue siendo alto pero hemos trabajado fuerte para mantener la estabilidad económica, política y social. Yo sé que no hay satisfacción con eso, el Gobierno es el primero que quiere reducir el desempleo y seguimos trabajando para hacerlo”, dijo.

El Poder Ejecutivo dijo que junio sería “el mes de la reactivación económica”. Durante este mes hizo varios anuncios como la creación de más de 3.000 empleos, la creación del Sistema Nacional de Empleo a cargo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), que empezaría a operar hasta el 2020 o la reducción de trámites en instituciones.

También anunció la firma de una directriz para instruir a los bancos estatales a diseñar un plan de salvamento para personas sobreendeudadas, pues la última encuesta del INEC señaló que el 60% de los hogares tienen algún tipo de deuda.

“Hay buenas intenciones, sí es una preocupación del Gobierno y del poder político. El tema de la reactivación ha sido la tónica de este año y eso de generar fuentes de empleo. Para mí el problema es que todavía no se tiene muy claro cómo generar esa reactivación, cómo mejorar las expectativas económicas. Todavía no se tiene claro cuáles son los problemas estructurales  del país”, señaló la investigadora Natalia Morales.

La radiografía de este año detalla que aunque el Gran Área Metropolitana (GAM) es determinante para la generación de oportunidades, las medidas para reactivar la economía tienen que extenderse a las demás zonas, pues el comportamiento y las actividades económicas son muy distintas en el territorio nacional.

Por ejemplo, mientras que en la GAM la actividad productiva está dedicada principalmente a la industria manufacturera, el comercio, servicios profesionales e inmobiliarios, en otras regiones como la Huetar Norte y Huetar Caribe la principal actividad económica, luego del comercio, es la agricultura centrada en los monocultivos de exportación.

En la región Huetar Norte la piña representa el 68% del sector agrícola, mientras que en el Caribe el banano significa el 86%. La región Chorotega y la Pacífico Central están más vinculadas al turismo, pues en ellas el sector de alojamiento y restaurantes representa un 20% y un 15%, respectivamente, de la actividad económica.

“A veces se generan políticas desde el Valle Central, homogéneas pero no necesariamente se adecuan a todas las realidades”, cita el informe de este año y añade que la situación es aún más crítica para quienes viven fuera del Valle Central, quienes tienen baja escolaridad, las personas jóvenes o con discapacidad y, particularmente, las mujeres; lo cual abre las brechas sociales que el país afronta desde hace décadas.

El comportamiento del mercado laboral de este año se conocerá completo hasta el próximo año, una vez que el INEC publique la medición del último trimestre del 2019. El año pasado la medición arrojó que el desempleo alcanzó el 12%, el registro más alto desde el 2010 que se realiza este estudio.

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