País

El desempleo crece mientras causas de fondo esperan solución

La fuerza de trabajo creció, la ocupación aumentó pero fue más la población que no consiguió empleo y hay señales preocupantes en el horizonte.

La creación de puestos de trabajo ha sido por décadas promesa estrella en las campañas políticas, y fue la oferta cautivadora usada en la reñida aprobación del tratado de libre comercio con Estados Unidos que impulsó el gobierno de Óscar Arias en el 2007, pero no obstante el flagelo del desempleo siguió azotando a cientos de miles de costarricenses y no deja de crecer.

Y es que el desempleo en el país es estructural y se mantendrá mientras no se ataque las raíces de su existencia, a pesar de algunas iniciativas anunciadas para dinamizar la economía y estimular la generación de empleos, según han venido advirtiendo investigadores del fenómeno.

Como reveló la Encuesta Continua de Empleo (ECE) publicada este mes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el último trimestre del 2018 el desempleo se disparó a un 12% de la fuerza de trabajo (personas en condiciones de participar en el mercado de trabajo), lo que significa 2,7 puntos porcentuales más que en igual periodo del año anterior (9,7%).

Es el mayor desempleo registrado desde que la encuesta empezó a hacerse en el 2010.

La ECE es una medición que aplica de manera trimestral el INEC, con el objetivo de generar información periódica sobre los principales indicadores del mercado laboral de Costa Rica a corto y largo plazo.

De acuerdo con la encuesta, en el IV trimestre del 2018 la fuerza de trabajo sumó 2,46 millones de personas (1,48 millones hombres y 978.000 mujeres), 259.000 personas más con respecto al cuarto trimestre del 2017.  La mayoría, casi 170.000, logró obtener un empleo, pero el resto engrosó la fila de desempleados.

La desocupación alcanzó a 294.000 personas (148.000 hombres 146.000 mujeres), 89.000 más que el mismo periodo del 2017.

Por sexos, esto significó una desocupación de 10% en la población masculina (se incrementó 2,4 puntos porcentuales) y, como suele suceder, para las mujeres fue bastante mayor, un 14,9% (con 2,6 pp de aumento).

En tanto, la tasa de ocupación o de empleo fue de 55,4 % (aumentó 3,6 puntos con relación al mismo periodo del año anterior). El dato refiere a la ocupación de la población económicamente activa, es decir en condiciones de formar parte del mercado laboral.

La coordinadora de la ECE, María Luz Sanarrusia, explicó que el aumento del desempleo se dio tras una mayor participación laboral de personas que antes no estaban disponibles, ya sea por motivos de estudio, cuido del hogar, razones personales u otras, principalmente de parte de las mujeres, donde hubo un incremento de 168.000 féminas en la fuerza de trabajo.

Las circunstancias que vivió el país en 2018 originaron que más personas salieran a buscar empleo, por ejemplo, en el último trimestre del 2018 hubo un aumento en la incorporación de estudiantes con secundaria incompleta, y se observó una mayor participación de jóvenes de 15 a 24 años, indicó el informe.

Esta situación pudiera deberse en buena medida a la huelga de educadores contra la aprobación de la reforma fiscal que mantuvo a los estudiantes fuera de las aulas en los meses finales del año, y que algunos estudiantes decidieran buscar trabajo en lugar de seguir estudiando, según la hipótesis que se ha mencionado.

Para el Ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, el alza del desempleo en el último trimestre del pasado año se debió a la desaceleración del crecimiento económico que experimentó el país en el 2018, durante la discusión y aprobación del plan fiscal, y la huelga del magisterio.

Ante los resultados poco halagüeños de la encuesta, los voceros de las cámaras patronales reiteraron llamados a la administración a tomar políticas de reactivación económica para generar empleo. De nuevo Zapote, esta vez en voz del mismo ministro de la Presidencia, aseguró que el Gobierno tendrá la creación de empleo como una de las prioridades durante este año, como lo prometió el presidente Carlos Alvarado en su discurso de toma de mando en mayo del 2018.

Por su parte diputados de las diferentes tiendas políticas en declaraciones a los medios atizaron esperanzas de agilizar el empleo con diversos proyectos que se tramitan en la Asamblea Legislativa.

Son proyectos que tienen que ver con medidas de flexibilización laboral, educación dual (estudio en aulas combinado con práctica en empresas) y ajustes en la educación técnica, entre otras iniciativas que ayudarían a cerrar desajustes que existen hoy día entre oferta y demanda del mercado laboral.

En este escenario, sin embargo, concurren las advertencias del Estado de la Nación y otras investigaciones sobre la dimensión estructural del desempleo y de su esperable persistencia, hágase lo que se haga con propuestas de creación de empleos, si no se ataca causas subyacentes que privan a capas de la población de la posibilidad de conseguir un empleo.

Desde esa perspectiva sería necesaria en primer lugar una renovación del sistema educativo actual, que está dejando en el camino a casi la mitad de la población que se queda sin completsar la educación secundaria (45%).

Diversas investigaciones han empezado a lanzar luces de alarma sobre un sistema desigual y discriminatorio que arroja a un gran contingente de la población sin la capacitación y los requisitos que el mercado laboral requiere, y no le queda otro destino que la desocupación, la informalidad o la criminalidad y finalmente la pobreza.

No es extraño entonces que el desempleo en el primer quintil de la población sea superior al 20% mientras en el quinto quintil sea tan solo de 2%, como muestran las estadísticas.

Prácticamente la mitad de las personas empleadas en el país están en la informalidad (personas trabajadoras que no tributan al fisco, ni cotizan a la seguridad social). Representan un 44,9 %, cuatro puntos más con respecto al 2017, indicó la ECE del IV trimestre del 2018.

Fuerza femenina y otras caras del empleo

  • Las mujeres muestran un mayor crecimiento en la fuerza de trabajo con relación a los hombres. En el IV trimestre 2018, la fuerza laboral femenina aumentó en 168.000 personas, mientras que la masculina lo hizo en 91.000 con relación al mismo periodo del 2017.

Esto conllevó aumentos significativos en la tasa neta de participación laboral de mujeres (8 puntos porcentuales y hombres 3,7 pp).

Las mujeres son al mismo tiempo las más afectadas por el desempleo. La tasa de desempleo femenino alcanzó 14,9% (2,6 puntos más), mientras que la masculina alcanzó 10% (2,4puntos más) con respecto al mismo periodo del año anterior.

Por zona de residencia, la tasa de desempleo fue de 12,1 % en la zona urbana y en la rural 11,4 %, con variaciones interanuales de 2,9 la urbana y 1,9 la rural.

  • En general, la población ocupada fue de 2,17 millones de personas, lo que implica cerca de 170.000 ocupados más con relación al mismo trimestre del año anterior. Por sexo, 1,33 millones de personas ocupadas son hombres y 832.000 son mujeres.

La población ocupada masculina no presentó cambio interanual, sin embargo, se registró un incremento estadísticamente significativo de 121.000 mujeres ocupadas respecto al mismo periodo del año anterior.

Por zonas, la población ocupada en el área urbana fue de 1,61 millones de personas y respecto al mismo trimestre del año anterior, aumentó en 125.000 personas. En la zona rural, la población ocupada fue de 559.000 personas y aumentó en 45.000 personas.

  • Las personas ocupadas en subempleo son nueve de cada 100, con un aumento mínimo de 1% respecto al mismo periodo del año anterior.

La mujer tiene mayores niveles de subempleo que los hombres, 12,7% y 6,7%, respectivamente. Para las mujeres, el aumento interanual fue 2,3 pp, mientras que para los hombres el subempleo se mantuvo sin cambios.

  • La población asalariada se estimó 1,62 millones personas (93.000 personas más que el mismo trimestre del año anterior). La población asalariada representa cerca del 75 % de la población ocupada.

La población independiente fue 514.000, lo que representa 76.000 personas más que el año anterior, con un incremento de independientes por cuenta propia (51.000) y empleadores (25.000).

  • Los ocupados con empleo informal representaron un 44,9 %, lo que representa 3,8 puntos de aumento, originado principalmente por las mujeres en la informalidad y los trabajadores independientes.

El porcentaje de mujeres con un empleo informal aumentó 6,6 puntos y la tasa de informalidad de los independientes creció 3 puntos. De esta forma, la población ocupada con un empleo informal fue cerca de 971.000 personas, de las cuales 563.000 hombres y 409.000 mujeres.

Un 30,5% de los trabajadores dependientes ocupan un empleo informal.

Por su parte las personas independientes que trabajan por su cuenta, tienen una empresa o actividad y son empleadores, se clasifican en su mayoría con empleo informal: 468.000 independientes tienen actividades clasificadas como informales, con una tasa de informalidad de 91% con respecto al total de independientes.

Fuente: ECE IV trimestre 2018, INEC.

 

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