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El 2023 trae a Chaves retos en economía, consolidación política y  elecciones municipales

Tras la inflación de casi 8%, acumulada en 2022, más la vigencia de altas promesas de gobierno, comienza un período de ejecución y afianzamiento de las propuestas y el estilo visto en los primeros ocho meses, sin que falten cuestionamientos políticos o retos de organización partidaria.

Cuando en diciembre la prensa cuestionó al presidente Rodrigo Chaves por su estrategia para enfrentar la probable mayor tasa de homicidios en la historia del país, el mandatario contestó que no siente responsabilidad alguna de su gobierno por lo ocurrido antes del 1° de enero del 2023, ya que sería esa fecha la que marca el momento en que “empiezan a contar los números” atribuibles a la administración 2022-2026.

Ese 1° de enero ya pasó y se confirmó la mayor tasa de homicidios de la historia del país, 12,6 por cada 100.000 habitantes. Ese es solo uno de los muchos problemas que esperan respuesta del gobierno que comenzó hace ocho meses con un fuerte respaldo popular y altas expectativas de cambio radical en la forma de ejercer la política.

Chaves, por tanto, pasó su primer Año Nuevo como mandatario de la República sabiendo que a su gobierno lo presiona el difícil entorno económico internacional y la inflación persistente que golpea a la mayoría de hogares, así como la necesidad de consolidar el proyecto político que nació con su triunfo electoral en abril del 2022 como promesa de ruptura con lo tradicional, en línea con el discurso de confrontación que ha mantenido el Presidente durante sus primeros meses.

El impulso de propuestas propias como la polémica privatización del Banco de Costa Rica, el rediseño de ministerios como el de Ambiente y Transportes o la materialización de la “Ruta del arroz” con efectos de bajar el precio al consumidor son algunas de las acciones pendientes mientras Chaves intenta ganar terreno en las instituciones descentralizadas con nombramientos en juntas directivas de personas que le resulten afines.

Sin embargo, esa afinidad por el momento se basa en criterios más personales que partidarios, pues parece clara la lejanía entre Chaves y el Partido Progreso Social Democrático (PPSD), más allá de la formalidad de la bancada oficialista, mientras abundan los movimientos de otras agrupaciones nuevas o por nacer para representar al movimiento popular que respalda al mandatario al comenzar este 2023 y que le otorga un margen de acción considerable y la posibilidad de avanzar en propuestas de gobierno, como apuntó Eugenia Aguirre, politóloga del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

No obstante, Chaves tiene imposibilidad legal de participar en política electoral y al mismo tiempo necesitará un partido que lo represente a él en el proceso hacia los comicios municipales del 4 de febrero del 2024 y que consolide el proyecto político para mostrar que no fue solo una sorpresa en la historia del juego de poder nacional.

Su problema es que el PPSD enfrenta divergencias entre dirigentes, investigaciones por el financiamiento electoral y procesos penales, aunque algunos de esos cuestionamientos salpican también al mandatario Chaves y su círculo cercano. Durante el receso navideño, además, cobró fuerza el caso de probable uso de troles pagados para manipular la opinión pública desde redes sociales, con el señalamiento contra la ministra de Salud, Joselyn Chacón, y la diputada Pilar Cisneros, dos piezas importantes para Chaves por motivos distintos.

Con flancos de investigación política abiertos en la Asamblea Legislativa, con casos pendientes que cobran impulso ante la opinión pública y con procesos judiciales pendientes, el rompecabezas partidario se ofrece difícil para que el movimiento “chavista” se instale en un partido y se someta a prueba en el proceso electoral en las municipalidades. En la mira está el Partido Liberación Nacional (PLN), que ha dominado por décadas los espacios en los gobiernos locales y que verá imposible reelegir a los alcaldes veteranos por la aplicación de una nueva ley.

Esas elecciones municipales no son algo que el mandatario Chaves haya ignorado. Es su primera prueba de confirmación, coincide Aguirre. En varias ocasiones el presidente se ha referido a ellas como un llamado general y en una de sus conferencias de prensa habló así: “El gobierno municipal debe ser la cara de la democracia ante el ciudadano. No les hemos dado atención ni nos hemos enfocado en elegirlo bien. ¡Vean los niveles de abstención tradicionales! El pueblo se ha quedado en la casa y no ha ido a votar y por eso los gobiernos municipales no se desempeñan como deberían (…) El pueblo debe ser más vigilante y participativo en elecciones de alcaldes y regidores”.

Es el llamado que haría cualquier personaje político ante un proceso electoral, pero en este caso hay connotaciones adicionales por la expectativa sobre qué partido representará al gobierno de  Chaves, qué tipo de campaña puede desarrollar y con cuáles financiamientos y qué resultados podría obtener. Puede ser un reflejo de las dinámicas políticas nacionales, indicó la politóloga Aguirre, apuntando también a la fuerza opositora que puedan ejercer las bancadas de otros partidos.

También está por verse cómo una agrupación nueva o ya existente pueda encarnar el estilo personalista del mandatario, sin que la ley le permita ningún tipo de participación electoral. Mucho dependerá, sin embargo, de las mediciones de popularidad y de cómo vayan respondiendo al cumplimiento de promesas mientras el calendario avanza y se extingue ya el plazo de la “luna de miel”. El año de los primeros resultados ha comenzado para la administración Chaves Robles y en la prioridad popular está la situación económica, con especial énfasis en el costo de la vida que el presidente prometió bajar desde el día 1 y que cerró como el mayor aumento en el 2022 con casi 7,88% de inflación.

El entorno internacional, imposible de controlar para este o cualquier gobierno, determina las circunstancias y deja un pequeño margen de acción a instituciones o actores económicos locales. El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR) prevé un insuficiente crecimiento del PIB de 2,3%, con incidencia de la caída en el dinamismo económico mundial y el alza de las tasas de interés como método contra la inflación, lo cual afecta la inversión y limita la capacidad de consumo de los hogares.

Chaves, que hizo de su profesión de economista una carta de valor en la campaña, enfrenta la urgencia de mantener el cumplimiento de las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de mejorar la calificación de riesgo del país, además de la ejecución de la colocación de los “eurobonos” aprobados a finales del 2022 por la Asamblea Legislativa, en el principal proyecto de interés del Ejecutivo aprobado en Cuesta de Moras, presentado por el gobernante antecesor, Carlos Alvarado.

La posibilidad de colocar títulos de deuda por $5.000 millones da al gobierno oxígeno económico, apuntó Aguirre, quien cree que la presión popular por la situación económica puede estar relativizada por la popularidad que alcanzó Chaves en sus primeros ocho meses. Advirtió, no obstante, la persistencia de estrechez para el gasto público, en el primer año en que se aplicará un presupuesto diseñado por las autoridades actuales, pues durante 2022 regía el que hizo el gobierno anterior.

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