El candidato a la Presidencia de la República por el Partido Frente Amplio (FA), Edgardo Araya y el primer lugar de San José para diputado, José María Villalta dieron a conocer en conferencia de prensa, una misiva que enviaron al Papa Francisco solicitando su intermediación para bajar el tono de la campaña que han emprendido algunas agrupaciones políticas en relación con el tema de la diversidad de género y el derecho de las personas de elegir su propia identidad.
La carta fue enviada este miércoles al Vaticano por medio de fax y con copia a la Nunciatura en Costa Rica, no solo por ser el máximo representante de la Iglesia Católica, sino como un referente que ha mediado en muchos conflictos internacionales, de manera que pueda interceder en Costa Rica en este tema, pues cuando se trata de derechos humanos se debe discutir en un ambiente de tranquilidad, pausada y no en una contienda electoral.
“Se trata de un líder que habla de la inclusión, el respeto a la diversidad y que, por ejemplo, no tuvo problema de recibir al presidente de Luxemburgo y a su esposo. Es una manera de buscar mediación, pues estamos muy preocupados por la utilización que están haciendo ciertos partidos políticos, creando un clima de odio y crispación que no conocíamos en nuestro país”, comento Araya.
Para el candidato del FA es irresponsable e incluso ilegal, ir a la caza de votos, aprovechándose de la buena fe de la gente que los escucha en los cultos o actividades religiosas. Además, que este es un tema que no debe analizarse fuera del ambiente electoral.
Araya señaló que el candidato del Partido Restauración Nacional, Fabricio Alvarado es uno de los que está utilizando los espacios de culto para incentivar este ambiente de odio y falta de tolerancia, pero también para hacer política, lo cual es absolutamente prohibido. Al igual que el Partido Liberación Nacional, que lo está usando de manera politiquera, el PUSC, los de denominación evangélica y los Republicanos. “Estos evidencia pura politiquería”.
Por su parte, José María Villalta fue enfático en que es preocupante que haya partidos políticos que utilicen las creencias religiosas de la gente para manipular el voto, y peor aún, que el Tribunal Supremo de Elecciones no esté ejerciendo su labor de restringir estas actuaciones.
“Muchos han venido utilizando un discurso para capitalizar votos, que podría derivar en otras formas de violencia. Por ejemplo, con la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio gay, afirman que van a sacar a Costa Rica de la Corte, lo cual es una postura extremista, fundamentalista y de riesgo, pues genera un ambiente de odio, homofobia y discriminación”, añadió Villalta.
