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Economía de Costa Rica crece más de lo esperado aunque el empleo avanza lentamente 

El Banco Central ahora proyecta que el crecimiento económico será de 5,4% este año y de 4,5% en el próximo.

Si en julio pasado el Banco Central de Costa Rica (BCCR) estimó que la economía costarricense crecería este año un 3,9%, ahora mejoró su proyección y la subió a 5,4%, mientras que, para el próximo año, en vez del 3,7% calculado antes, ahora lo elevó a 4,5%.

Así lo dio a conocer el BCCR durante una conferencia de prensa realizada esta mañana en la que presentó su Informe de Política Monetaria tras una revisión trimestral de sus estimaciones.

El cambio positivo se debe a que la mayoría de las actividades económicas ya sobrepasaron el nivel que tenían antes de la pandemia y el mercado laboral también se recupera sostenidamente, solo que a un ritmo más lento. 

De hecho, según el banco, será el próximo año cuando el empleo alcance los niveles que tenía antes de la pandemia de Covid-19, aunque existen factores estructurales como la alta informalidad, las brechas en contra de las mujeres en el mercado laboral y los impactos de la cuarta revolución industrial, entre otros, que tendrán influencia.

“Algunas empresas son cautas en recuperar sus niveles de empleo prepandemia y han ajustado su actividad a formas de producción menos intensivas en la contratación de fuerza de trabajo. Otra causa es que algunas de las actividades más golpeadas por las restricciones sanitarias y por las consecuencias de la pandemia eran precisamente las más intensivas en el empleo de trabajadores, como en el caso del turismo, el comercio, la construcción y las actividades de entretenimiento, así como las actividades informales”, dijo Rodrigo Cubero, presidente de la entidad, .

Otro factor que empuja hacia arriba la producción del país son los resultados fiscales, los cuales “han sido significativamente mejores que el año anterior”, dijo el funcionario, quien resaltó que los ingresos públicos fueron mayores que los egresos públicos en un 0,3% del PIB, según las cifras preliminares de setiembre, mientras que hace un año el erario arrastraba un déficit de 2,6%.

Cubero fue enfático en que la economía costarricense crece sin que aún se vislumbre un problema de inflación interna, como está ocurriendo en varias economías desarrolladas y emergentes, pero advirtió que esto todavía se da en nuestro país en medio de presiones principalmente externas que empujan a un aumento sostenido de los precios.

Explicó que el alza reciente en la inflación refleja el aumento en los precios de los bienes importados, porque se ha producido un aumento en los costos de las materias primas importadas -particularmente del petróleo-, han aumentado los costos de los fletes marítimos y el colón ha perdido valor frente al dólar -se han deteriorado los términos de intercambio-. “Se ha producido un relativo empobrecimiento del país frente a los países a los cuales les compramos”, dijo Cubero. 

Pero, a pesar de esto, la inflación interna se mantiene relativamente baja y apenas en setiembre alcanzó a ingresar al rango de tolerancia de la meta de inflación (de 3% ± 1 punto porcentual). 

Debido a lo anterior, Cubero reiteró que el BCCR continuará manteniendo una postura monetaria expansiva en apoyo de la actividad económica, “pero seguirá vigilante y listo para tomar medidas necesarias para mantener proyección de inflación dentro de rango meta”.

De igual modo, actuará con respecto al tipo de cambio, dentro de la política de flotación administrada que adoptó el país desde hace algunos años.

Cubero reiteró que las recientes presiones al alza del tipo de cambio frente al dólar estadounidense se debe a varios factores temporales, como un aumento en la demanda de divisas por parte de las operadoras de pensiones que buscan aumentar sus inversiones en el exterior, el aumento en los precios de los bienes importados, factores estacionales como la mayor demanda de dólares por el mercado debido a las fiestas de fin de año y por los mayores requerimientos del sector público no bancario para atender el servicio de la deuda en moneda extranjera. 

Sobre este último punto, Cubero explicó que esos mayores requerimientos obedecen a que el Gobierno no ha contado con los recursos previstos a inicios de año provenientes de los desembolsos por los créditos de apoyo presupuestario, debido a diversos atrasos en su proceso legislativo de aprobación.

Estas presiones se han manifestado en un aumento del tipo de cambio nominal del dólar y una reducción de las reservas internacionales, pero el BCCR espera que algunos de estos factores se reviertan en las próximas próximas semanas, por ejemplo, si se da la aprobación legislativa de créditos externos.

Cubero también resaltó que el alza sostenida en las exportaciones y en la Inversión Extranjera Directa permitirá recuperar las reservas internacionales en el 2022.

En cuanto a los principales riesgos que gravitan sobre la economía nacional, el funcionario mencionó, como riesgos externos,  la evolución de la pandemia y la inflación mundial. En lo interno, además de la evolución que siga la pandemia, está un atraso mayor en la aprobación legislativa de las medidas fiscales acordadas con el  Fondo Monetario Internacional.

 

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