Directores y directoras de hospitales, redes regionales de prestación de servicios de salud, la gerencia médica y el Centro de Atención de Emergencias y Desastres, manifestaron su preocupación por la saturación de servicios hospitalarios y las proyecciones que vaticinan aún más presión sobre el sistema , y pidieron que se tomen medidas para la seguridad de la ciudadanía.
En una misiva dirigida a las autoridades de la Caja Costarricense del Seguro Social, las y los jerarcas pidieron comunicar al Presidente de la República, al Ministro de Salud y al Presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, las preocupaciones en torno a la posible pérdida de la capacidad de respuesta por parte del sistema de salud en próximos días o semanas para que se tomen decisiones.
En la carta, fechada el 6 de setiembre, cuarenta directores de centros de salud expresaron preocupación por varios factores que inciden en un panorama sombrío con respecto a la atención de la pandemia.
Esto, por la cada vez menor disponibilidad de recursos materiales, espaciales, humanos y organizativos (a causa de la sobre saturación causada por el número de internamientos) para atender los servicios hospitalarios y ambulatorios; a lo que se suman inquietudes por el avance de la pandemia y las proyecciones a corto plazo, que pronostican un colapso mayor del sistema de salud.
Para el pasado lunes 6 de septiembre el país reportó 1.264 personas hospitalizadas, de las cuales 475 se encontraban en una Unidad e Cuidados Intensivos y 789 en salón, lo que implica una ocupación por encima de la meta óptima de 359 camas en UCI, establecida por la institución.
A la vez, indicaron, les preocupa que “a pesar de los enormes esfuerzos realizados por las autoridades nacionales y la CCSS” para el progreso del programa nacional de vacunación contra la COVID-19, “la situación actual ante la alta circulación de variante delta, coloca en una situación de vulnerabilidad a cerca de un 70% de la población que se encuentra con vacunación incompleta o no vacunada contra la COVID-19”.
Esta situación, informaron también, es particularmente riesgosa pues de acuerdo con los datos del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA) la variante dominante del SARS-CoV2 en el país es la variante Delta, más contagiosa y más letal, especialmente en personas no vacunadas o parcialmente vacunadas.
Otro aspectos que contemplaron las y los médicos firmantes es el posible impacto que factores ambientales y meteorológicos podrían tener sobre los servicios de salud, pues el embate de ondas tropicales, tormentas o huracanes; típicos en esta temporada no sólo se asocian con un incremento de infecciones respiratorias, sino que “provocan aglomeraciones en espacios cerrados y limitación de la posibilidad de ventilación adecuada”, generando así mayor riesgo de contagios de patologías respiratorias, como el COVID-19.
Finalmente, los especialistas manifestaron una especial preocupación por la liberación de restricciones “en época de mayor posibilidad de interacciones sociales, y con un altísimo riesgo de incremento de contagios, hospitalizaciones y muertes”, antes de que se alcance la recuperación de la disponibilidad de recursos hospitalarios que causó la pasada ola pandémica.
“La liberación de restricciones genera contra-mensajes a nivel de comunicación desde todas las esferas, lo que progresivamente ha generado un aumento en la tolerancia del público a la gravedad del impacto de la pandemia. Existe además en la colectividad una pérdida de interés y una actitud de negación de las implicaciones de la pandemia. Los esfuerzos realizados por la CCSS a nivel de comunicación requieren del respaldo de otras instituciones tanto de sector salud como de los otros sectores, con mensajes coherentes con la realidad vigente y atractivos para una población con claros signos de fatiga pandémica”, concluyeron.
Tras detallar estas preocupaciones, las personas firmantes solicitaron que “en el panorama actual, las preocupaciones de este cuerpo colegiado sean transmitidas por ustedes, como nuestras autoridades superiores al señor Presidente de la República, al señor Ministro de Salud y al señor Presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias, para que, en resguardo de la salud de la ciudadanía, se tomen las medidas respectivas”.
El estudio y la redacción del documento estuvo a cargo de la doctora Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (quien confirmó la veracidad del documento); y un equipo conformado por Mario Urcuyo, Yendry Daniela, Mario Vílchez y David Prado.
