País

Director de OIJ advierte que homicidios mantienen crecimiento exponencial de 1,5 por día a 4,2 en tan solo un año

Randall Zúñiga manifestó en foro académico que Costa Rica podría pasar de promedios mensuales de 70 homicidios a promedios entre 100 y 120.

La epidemia de homicidios en Costa Rica no se está conteniendo, sino que mantiene un crecimiento exponencial. Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), advirtió que la crisis en este tema se profundiza, al punto que el país está pasando de un promedio de 1,5 homicidios por día, a un promedio actual de 4,2 homicidios por día. “Esto es exponencial”, dijo.

Zúñiga hizo una exposición de cómo la situación del país está escalando rápidamente, pasando de los promedios mensuales de 40 con que inició el año pasado, a los de 70 con los que arrancó este 2023, pero advirtió que las proyecciones de la institución es que se terminarían con promedios mensuales de entre 100 y 120 homicidios.

Las declaraciones de Zúñiga se produjeron en el Tercer Foro Académico de Seguridad y Convivencia, organizado por la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, en la mesa de debate “Los fenómenos del sicariato y el crimen organizado en Costa Rica”, en la que participó junto con el doctor Rodolfo Calderón, de la Escuela de Sociología de la UCR,  y el máster César Villegas, de la Escuela de Trabajo Social de la UCR.

El director del OIJ hizo referencia a las causas de esta situación, en las que citó una evolución de las estructuras criminales, que resultó potenciada por la falta de respuestas del Estado en las zonas más vulnerables, lo que se traduce en que los jóvenes queden atrapados entre desempleo y faltas de oportunidades, y la vida corta pero lujosa que suelen ofrecer las organizaciones criminales.

También, añadió que el mismo Estado ha promovido un cisma dentro de las posibilidades reales de las autoridades encargadas de perseguir el crimen, por medio de reformas legales como la reforma a las pensiones del Poder Judicial, la ley de finanzas públicas que precarizó los salarios de los funcionarios públicos y la ley de empleo público y regla fiscal, que redujo el acceso a recursos de los cuerpos de seguridad. “Entre el 2011 y el 2017 solo renunciaron 7 investigadores del OIJ; desde el 2018 más de 300 personas se han ido”, indicó.

Ello complica las posibilidades de enfrentar un aumento en las organizaciones criminales que el OIJ detecta en los reportes de situación que se presentan cada cinco años. Zúñiga hizo referencia a que en Costa Rica existen más de 284 grandes organizaciones criminales mapeadas, de las cuales al menos 8 se ubican en el cantón central de Puntarenas, y al menos 7 en el cantón central de Limón, pero destacó que, además, se trata de un fenómeno en expansión: cito que una organización de Guápiles ha empezado a expandirse por todo el país, iniciando “franquicias” en Nicoya, Santa Cruz, y llegando a los límites de la Gran Área Metropolitana (GAM), con grupos en San Ramón y Turrialba.

Zúñiga resaltó que las autoridades hacen lo posible para contener esta situación, pero destacó que se trata de situaciones que son complicadas. “Hoy detuvimos a dos personas por tres homicidios del 2020; es que no se resuelven de manera sencilla”, indicó.

Advirtió que, si no se presenta una reacción del país y se mantienen los niveles de homicidios actuales, el país podría terminar con una tasa de homicidios de entre 16 y 17 por cada 100 mil habitantes. “Si ya es muy malo subir un 30% en una década, aumentar ese 30% o más en un año es mucho peor”, dijo.

El año pasado, la cantidad de homicidios aumentaron un 11,5% al finalizar en 656, lo que representó la mayor cifra en la historia del país. El OIJ proyectó en un momento un posible cierre entre 800 y 900 homicidios, lo que representaría alrededor de un 30% de aumento, pero, de mantenerse el ritmo creciente, ello podría quedarse corto.

 

 

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