El descuido en el mantenimiento de la red vial nacional y el posible deterioro en los próximos meses de más de 13.822 kilómetros de carreteras que hoy están en una condición “frágil” podrían costarle más de ₡200 mil millones al país.
Es por eso que el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica alza una vez más la voz para que se ajusten los modelos de gestión con que se da el mantenimiento a las principales vías nacionales.
El Lanamme presentó su décimo informe Informe de Evaluación de la Red Vial Nacional pavimentada de Costa Rica 2020 -2021, que contiene buenas noticias sobre la condición estructural de las vías, pero serias advertencias sobre el alto riesgo que existe para los conductores en muchos tramos analizados.
El Lanamme hizo mediciones sobre la deflectometría (capacidad estructural de la carretera para soportar la carga) de 5.383,8 kilómetros, en los que se encontró que un 87,95% se encuentra en buena condición.
Pero los problemas son más evidentes cuando el laboratorio mide la “regularidad” de la superficie de la carretera (qué tanto “brinca” el vehículo cuando transita por ella), donde un 54,22% de los 5.383,8 kilómetros analizados muestra una condición “regular”, 23,40% está en condición deficiente, 11,37% está muy deficiente y solo un 11% está en buena condición.
“El valor de la Red Vial Nacional puede andar por los 4 billones de dólares, es un patrimonio que hay que cuidar, no podemos estar sin mantenimiento, sino lo vamos a perder”, Roy Barrantes.
Llama la atención el hecho de que el Lanamme no encontró ninguna sección de la Red Vial Nacional que en su conjunto se encuentre en condición de regularidad que califique como “muy buena”, aunque los expertos del Lanamme aclararon que sí existen algunos tramos en Guanacaste y en la Ruta 27 que están muy bien, pero son secciones cortas.
El Lanamme también midió qué tan deslizantes se vuelven nuestras carreteras en condiciones de lluvia y esto dio como resultado que un 35,33% se vuelven “muy deslizantes”, 39,45% se ponen “deslizantes”, un 23,99% son poco deslizantes y solo un 0,23% dio un resultado “no deslizante”, lo que habla de un alto riesgo para los conductores cuando transitan en esas condiciones.
El coordinador de la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial Nacional, Roy Barrantes, explicó que tras estas mediciones, se puede determinar que hay un 62,82% de las carreteras nacionales que son candidatas a recibir un mantenimiento que permita conservar su buena condición, mientras que un 25,13% necesita de trabajos que hagan recuperar la regularidad de la superficie de tránsito.
Un 3,32% requiere de intervenciones mayores para mejorar su condición, mientras que 3,51% necesita intervenciones menores y un 4,22% de las carreteras nacionales son candidatas a una reconstrucción por el tipo de daño que presentan.
Además, el informe apunta a que existen unos 1.382 kilómetros que si bien aún califican para recibir un mantenimiento para conservarse en buen estado, ya muestran signos de deterioro y están en condición de “fragilidad”.
Barrantes comentó que si se deja deteriorar esos sectores -que podrían mantenerse con intervenciones no tanto costosas-, posteriormente recuperar esas calles a niveles aceptables podría representar un costo superior a los ₡235.000 millones al país.
Para Barrantes, urge que el país aplique un sistema de gestión de pavimentos que considere tanto la condición estructural como la funcional de las vías, pero el actual modelo de zonas de conservación que utiliza el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) promueve la ejecución de obras y no la gestión de los corredores viales.
Actualmente el país está dividido en 22 zonas de conservación vial, las cuales se reparten en partes iguales las cuestionadas Constructora Meco y H.Solís, con 10 cada una; mientras otras dos zonas están a cargo de la empresa Quebradores del Sur.
El ingeniero explicó que buena parte de la red vial nacional podría gestionarse comprometiendo a los contratistas a mantener las carreteras en un buen estado -o en buen nivel de servicio- en lugar de estar pagando obras como los millonarios bacheos que en no pocas ocasiones se aplican con poco tino.
El informe del Lanamme revela también que este modelo del Conavi -ahora lleno de cuestionamientos tras las revelaciones del caso Cochinilla- tiene como el principal rubro de pago la colocación de asfalto que en suma supera los ₡87 mil millones.
“El valor de la Red Vial Nacional puede andar por los 4 billones de dólares, es un patrimonio que hay que cuidar, no podemos estar sin mantenimiento, sino lo vamos a perder”, señaló Barrantes.
Inversiones ineficientes costaron más de ₡14 mil millones al Estado costarricense
El último informe del Lanamme sobre la Red Vial Nacional reveló que el país gastó más de ₡14 mil millones en intervenciones a carreteras que no dieron el resultado esperado.
Tras medir la condición estructural y funcional de las carreteras, el Lanamme hace una categorización de las vías según la estrategia de mantenimiento que necesita, que va desde tratamientos sencillos para mantener la buena condición de la calle, hasta la necesidad de reconstruir un tramo por completo.
“A una ruta, cuando una inversión es eficiente, se le da lo que necesita. Si yo doy mantenimiento a una carretera que necesita reconstrucción, es ineficiente. Hay rutas que requieren rehabilitación, pero seguimos dándole solo mantenimiento”, explicó el ingeniero Roy Barrantes.
Más puntualmente, el informe del Lanamme encontró que hubo 647,08 kilómetros de la Red Vial Nacional en las que se invirtieron más de ₡11 mil millones, pero en vez de mejorar deterioraron su condición en comparación a como estaban en el informe anterior.
El ingeniero de la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial Nacional Pavimentada, Jairo Sanabria, comentó que se registró para este informe una inversión total de ₡208.984,49 millones en el mantenimiento de las rutas nacionales.
Sin embargo, en al menos ₡23 millones ejecutados sobre 885,03 kilómetros de carreteras aún está por definirse si la estrategia aplicada fue la adecuada.
Roy Barrantes comentó que si bien ha habido cambios en la forma en que la administración de Conavi considera los resultados de los informes del Lanamme, aún queda mucho por mejorar en la forma en que se gestiona el mantenimiento vial del país.
