La confianza de quienes consumen aumentó 3,2 puntos porcentuales (pp) en los últimos tres meses hasta alcanzar 42,1 pp -en una escala de cero a 100-, informó la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, al dar a conocer el resultado del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), correspondiente a la encuesta realizada en febrero de este año.
Desde finales del 2020, con altibajos, la tendencia de la confianza es hacia el alza, pues el aumento es de 13,8 puntos entre agosto del 2020 y febrero del 2022.
La muestra se obtiene de 700 entrevistas realizadas mediante llamadas telefónicas a celulares de personas de 18 años y más en el país y sus resultados tienen un 95% de confiabilidad.
Por otro lado, el ICC se descompone en dos índices adicionales: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA), que valora el momento para la compra de bienes duraderos y la percepción de la situación económica de la familia comparada con un año atrás y el Índice de Expectativas Económicas (IEE), acerca de la situación económica de la familia y de las empresas dentro de un año y de la situación del país dentro de los próximos cinco años.
TODAVÍA HAY PESIMISMO, PERO…
Según el informe de la encuesta, la magnitud alcanzada por el ICC “todavía revela pesimismo, pero se corrobora que existe, con altibajos, una tendencia de mejora desde hace por lo menos un año”.
Esta mejora, a su vez, vendría como resultado del descenso en la intensidad de la pandemia de Covid-19, la reactivación de la economía y las recientes elecciones presidenciales.
“El crecimiento de la confianza se refleja en varios ámbitos”, añade el documento.
La expectativa negativa por la situación económica personal disminuyó de 61,8% a 52,4% (-9,4 pp); quienes esperan aumentos en las tasas de interés de los préstamos en dinero, creció de 42,8% a 47,2% (4,4 pp); el porcentaje de quienes esperan ingresos mayores a los del año pasado aumentó de 42,8% a 47,2% (4,4 pp); y permaneció igual la cifra de quienes esperan que el ingreso familiar crezca menos que el aumento de los precios (36,7%).
También aumentó el porcentaje de hogares que ahora puede realizar gastos discrecionales, pues era de 33,6% en febrero del 2020, disminuyó hasta 21,3% en agosto de ese año y luego empezó a recuperarse, hasta alcanzar 37,8% hoy.
Otro indicador que aumentó es el porcentaje de familias que reportaron obtener un ingreso de 500 mil o más -fue de 31,0% en febrero del 2020, cayó a 23,5% en mayo del 2020 y posteriormente empezó a crecer, hasta alcanzar ahora 35,2%.
La expectativa de que ocurrirá un aumento del precio de los combustibles mejoró con respecto a tres meses atrás, pues el porcentaje cayó de 89,0% a 76,9% (-12,1 pp) y lo mismo sucedió con el tipo de cambio, mientras que el porcentaje de quienes esperan aumentos bajó de 74,7% a 67,8% (-6,9 pp), dice el informe,. Sin embargo, el impacto de la reciente invasión a Ucrania por parte de Rusia no se consideró en el informe, pues la recolección de los datos finalizó antes.
Otro resultado de febrero es que, si bien la calificación dada a la política económica fue negativa -pues un 5,8% dijo que se está haciendo un trabajo “bueno” y 69.0% que un trabajo “pobre”-, mejoró levemente en los últimos tres meses.
Sí se registró un mejoramiento sustancial en las expectativas hacia la política social, pues quienes esperan aumentos en el desempleo disminuyeron de 41,1% a 29,9% (-11,2 pp) y en el caso de la pobreza, la magnitud cayó de 51,0% a 36,1% (-14,9 pp).
Un tercer ámbito en el que se refleja el aumento de la confianza es en la valoración del momento para la compra de bienes duraderos, pues quienes afirman que son malos tiempos para comprar casa disminuyeron de 74,5% a 69,9% (-4,6 pp) y en el caso del carro, fue de 81,4% a 75,1% (-6,3 pp).
