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Cierre de CEN-CINAI de Fray Casiano dificulta a madres trabajar y estudiar

En medio de la discusión del proyecto de jornadas de 12 horas, el cierre del servicio de cuido del CEN-CINAI en la comunidad de Fray Casiano ilustra cómo la ausencia de servicios de cuido dificulta el estudio y trabajo de las mujeres madres.

Sharon Madrigal, una vecina del barrio Fray Casiano de Puntarenas y madre de dos niños a sus 25 años, está en búsqueda de una solución de cuido para poder continuar con sus estudios y en el futuro buscar trabajo tras encontrar cerrado el servicio del CEN-CINAI de su comunidad.

“Yo he preguntado aquí en el CEN-CINAI, pero me dijeron que ahorita no hay y que hasta que lo abran vuelve el servicio y no sé si me los vayan a aceptar porque también me dijeron que había campo limitado. El CEN-CINAI ha ayudado un montón, pero ahora tenemos la dificultad de que está cerrado” comentó Sharon Madrigal, una madre de dos niños de 25 años.

El cierre de este centro responde a problemas de infraestructura y su reapertura depende de la aprobación del Ejecutivo de un nuevo alquiler, ya que en el actual —desde donde se reparte los servicios de alimentación— no se pueden atender niños y niñas. Otros centros en comunidades de alto riesgo también esperan su reapertura y, de no poder atender una mayor demanda al aprobarse la ley, más mujeres serían excluidas del mercado laboral.

Evangelina Chaves es trabajadora del CEN-CINAI desde hace 30 años y es vecina de Fray Casiano, una comunidad de “demasiada pobreza” que asegura está urgida de la reapertura del servicio de cuido. (Foto: Katya Alvarado)

Ante la falta de un servicio de cuido, Madrigal tiene dificultades con sus estudios nocturnos, ya que debe esperar a que su padre vuelva del trabajo —en ocasiones puede llegar a la hora de su clase o incluso después— para irse a estudiar en bici en calles en malas condiciones y de alto riesgo: “El año pasado andaba un viejo violando y a unas compañeras las venía siguiendo”.

En este momento, comentó Madrigal, no es posible para ella buscar trabajo porque su papá trabaja durante el día y se le facilita cuidarlos en la noche porque “casi que ya están dormidos”.

“Aquí hay un montón que estudian o trabajan y que ven a sus hijos solas, como yo, que la única ayuda que tengo es la comida del CEN-CINAI, porque, digamos, no tengo beca ni Red de Cuido, tuve cita con el IMAS para ver si me daban alguna, a mi me sirven las dos, pero para poder ir a clases la Red de Cuido”, comentó.

En el país 4 hogares de cada 10 son monoparentales (que cuenta con solo uno de los padres) y 3 de ellos tienen una jefatura femenina, según el estudio Tribus modernas, de Unimer y Kolbi, que usa en datos propios y los de la Encuesta de Hogares de Propósitos múltiples del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) del 2020. Esta misma encuesta registró que, en 2020, en Costa Rica había un total de 1.604.705 hogares, lo que significa que cerca de 480 mil hogares son monoparentales y jefeados por mujeres.

Otras mujeres madres de esta comunidad, como Arlett García, reportan perder materias por complicaciones que resultan de la falta de servicio de cuido. En otras ocasiones las madres abandonan sus estudios y desisten también de buscar empleo porque deben atender a hijos e hijas.

Evangelina Chaves, trabajadora auxiliar del CEN-CINAI de Fray Casiano, lamentó el cierre y la demanda insatisfecha del servicio en la comunidad, ya que, de primera mano, ella siendo madre e incluso sus nietos, fueron apoyados por este programa.



Chaves indicó que la atención de los niños en comunidades como esta donde hay “demasiada pobreza” es fundamental para salvarlos del ambiente de violencia y drogadicción que los rodea y para mantenerlos con una buena alimentación.

“Aquí yo les digo a los güilas que si escucho algo bajo esa cortina y me quedo queditita hasta que se escucha la última patrulla” comentó, sobre el ambiente de delincuencia.

Las mujeres que están fuera del mercado laboral son casi el doble que los hombres de Costa Rica, según datos del INEC, y las más afectadas por el desempleo son las mujeres jóvenes, en muchas ocasiones por atender labores de cuido de personas adultas mayores o menores de edad.

Economistas y organizaciones de mujeres han advertido que el proyecto de jornadas de 12 horas profundizará la exclusión de la mujer del mercado laboral al no contemplar que diariamente requieren tiempo para tareas de cuido.

El proyecto actualmente no contempla la obligatoriedad de asegurar un servicio de cuido, y la diputada oficialista, Pilar Cisneros, considera que este no tiene que atender esta necesidad, ni las jornadas tienen que adaptarse a las situaciones particulares de las cuidadoras.

La presidenta del IMAS admitió que el servicio de cuido que esta entidad terceriza no tiene la posibilidad de expandirse ante una mayor demanda producto de la aprobación del proyecto y la directora de CEN-CINAI señaló que su programa cuenta con el presupuesto, pero aún no tiene plazas suficientes.

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