La mañana del jueves 7 de julio, sobre el escenario del Teatro Nacional, dio inicio la candidatura internacional más ambiciosa en la historia diplomática costarricense: una mujer nacida dentro de estos 51.100 kilómetros cuadrados aspiraría a liderar la mayor organización de la diplomacia mundial.
Menos de 24 horas después de haber dejado su puesto como Secretaria Ejecutiva de la Convención Climática, Christiana Figueres inició formalmente su camino hacia la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con el lanzamiento de su candidatura, Figueres inicia también la que podría ser la saga diplomática más importante del país: nunca un costarricense había aspirado a un puesto de tanta envergadura dentro del entramado internacional.
“Es con profundo agradecimiento y con gran entusiasmo que hoy acepto la candidatura de mi patria, Costa Rica” dijo Figueres, al ser presentada como la duodécima candidata al puesto.
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“Yo les digo muy francamente que lo que yo pongo sobre la mesa es haber trabajado por seis años por un acuerdo que es reconocido internacionalmente”.
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La candidatura oficial llegó después de semanas de rumores en medios de comunicación especializados (tras el anuncio, uno de ellos lo describió como “el secreto peor guardado de la política climática”) y círculos diplomáticos. Al inicio de la ceremonia, se anunció que “se llevaba semanas trabajando” en el evento.
La propia Figueres agradeció al gobierno costarricense “la increíble paciencia que ha tenido conmigo. Tomamos una decisión conjunta pero yo fui muy clara, y en eso recibí apoyo 150% del gobierno, que yo quería terminar el ejercicio de mi función en la Convención Climática, antes de abocarme a ninguna otra tarea”.
Con su candidatura, la costarricense llega a nutrir un grupo de 11 personas, entre ellas otras cinco mujeres.
La propia Figueres explicó que la primera vez que alguien se le acercó con la idea de postularse para la Secretaría General (SG), fue antes de la conferencia climática de París, que se llevó a cabo en diciembre del 2015.
Sin embargo, tras el éxito del evento –donde se firmó el Acuerdo de París para reducir los efectos del cambio climático– las voces se multiplicaron. Esto lo lleva como una carta de presentación.
“Yo les digo muy francamente que lo que yo pongo sobre la mesa es haber trabajado por seis años por un acuerdo que es reconocido internacionalmente”, apuntó Figueres.
¿Qué hace a este hecho tan destacado? Que la costarricense logró encauzar las negociaciones climáticas hasta un texto que fue aprobado con el consenso de 195 países, entre ellos las potencias mundiales y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde mediados del 2010, la costarricense se desempeñó como Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y asumió el puesto en un momento crítico para la organización: las negociaciones del 2009 en la capital danesa Copenhague no llegaron a buen término y el proceso era percibido como fallido.
En ese momento, le tocó a Figueres y a la entonces ministra de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinoza, revivir el proceso y ganar la confianza de los negociadores durante la cumbre de Cancún 2010. Espinoza será el reemplazo de Figueres en la Convención Climática.
En la conferencia de prensa, la costarricense dijo que la firma del Acuerdo de París no fue coincidencia sino parte de una estrategia y un proceso de seis años para gestar la confianza necesaria entre las partes.
A pesar de estos méritos, Figueres no apuntalará su candidatura sobre cambio climático sino sobre reducción de vulnerabilidad, optimismo y promoción de la paz.
Próximos pasos
El anuncio de la postulación es apenas el inicio de un camino que debería tardar menos de seis meses, en el que la costarricense buscará convertirse en la primera mujer en comandar el organismo internacional.
La persona que se encargue de la secretaría general durante el periodo 2017-2022 se elegirá técnicamente a través de una “aclamación por unanimidad” de los 193 estados miembros de la Asamblea General de la ONU.
Sin embargo, para que alguien llegue a ese punto debe pasar el filtro del Consejo de Seguridad de la ONU, una instancia donde se sientan 15 países, entre ellos cinco miembros permanentes (China, Rusia, Reino Unido, Francia y Estados Unidos) con poder de vetar candidatos.
Es decir, cualquier candidato que desee pasar a una “aclamación” por la Asamblea General debe convencer a estos cinco miembros. En su conferencia de prensa tras la presentación, Figueres confirmó que ya ha tenido conversaciones informales con estas naciones.
Los otros diez miembros actuales son Angola, Egipto, España, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Senegal, Ucrania, Uruguay y Venezuela.
Estos son los países que considerarán las 12 candidaturas presentes en una primera sesión el 21 de julio. Aparte de Figueres, otras cinco mujeres están postulando su nombre para la Secretaría General.
Las otras mujeres son la neozelandesa Helen Clark, administradora del Programa de Naciones Unidas para el Deasrrollo (PNUD), la búlgara Irina Bokova, directora general de Unesco; la primera ministra de Moldova, Natalia Gherman, la canciller argentina Susana Malcorra y la excanciller de Croacia, Vesna Pusić.
Todas las candidaturas se han presentado a partir del 15 de diciembre de 2015, fecha en la que la Asamblea General de la ONU inició la recepción de postulaciones.
En aquella ocasión, la ONU alentó a los países miembros a presentar candidaturas tanto de mujeres como de hombres, “convencidos de la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres para acceder a cargos superiores con funciones decisorias”.
El puesto ha estado ocupado por Trygve Lie de Noruega (1946-1953),Dag Hammarskjöld de Suecia (1953-1961), U Thant de Myanmar (1962-1971), Kurt Waldheim de Austria (1972-1981), Javier Pérez de Perú (1982-1991), Boutros Boutros-Ghali de Egipto (1992-1996), Kofi Annan de Ghana (1997-2006) y el coreano Ban Ki-moon (2007-2016).
En su presentación, la costarricense recordó que solamente uno de los ocho secretarios generales de la ONU ha sido latino, mientras que ninguno había sido mujer. Esta participación femenina es algo que mucha gente piensa que debe cambiar, dijo Figueres.
“Francamente, mis queridos amigos, yo estoy de acuerdo”, confesó la tica.
Esta postulación coincide con la propuesta hecha en setiembre por el representante de Costa Rica ante Naciones Unidas, Juan Carlos Mendoza, quien logró que la Asamblea General aprobara el llamado a los miembros a plantear candidaturas femeninas.
“Estamos convencidos de que, en esa gran mitad de la población, existe no solo una sino muchas mujeres con altas capacidades y competencias para asumir esta responsabilidad”, dijo Juan Carlos Mendoza, embajador de Costa Rica ante la ONU, según reportó New York Times en abril del 2015.
En Naciones Unidas, existe un sistema informal de rotación regional para elegir a la persona que ocupa la Secretaría General. Según este sistema, la persona electa debería provenir de Europa del Este y a esto puede atribuirse la presencia de 8 candidatos de esta región.
