El presidente Rodrigo Chaves dijo este lunes tras reunirse con su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, que la violencia “es un problema común” entre Costa Rica y el país andino que por décadas ha pagado con sangre el costo por el efecto de grupos criminales asociados al narcotráfico.
La inseguridad por crímenes fue uno de los principales temas que trataron ambos presidentes en una reunión por la mañana, junto a asuntos relacionados al turismo, la necesidad de aumentar el valor agregado del café y la necesidad de una política común regional para gestionar los flujos de migración que atraviesan Mesoamérica para ir hacia Estados Unidos.
“Hablamos de cosas estratégicas como quitar a gente mala enormes cantidades de recursos económicos que dan poder sobre la violencia. El doctor Petro como hombre sofisticado sabe que el Estado moderno se basa en un monopolio del uso de la violencia”, subrayó Chaves, sin mencionar propuesta conjunta alguna más allá de la promesa de “lo vamos a trabajar”.
Chaves recordó que hace poco más de un siglo Costa Rica y Colombia tenían frontera colindante por tierra y que ahora ambos países la tienen en el mar. Esto más los problemas comunes y condiciones similares hace que ambos gobiernos se planteen trabajar de cerca, lo cual encomendaron a los ministros de Relaciones Exteriores, que estuvieron presentes.
La región latinoamericana “tiene problemas de seguridad crecientes por la forma multinacional que vienen adquiriendo las mafias de las drogas ilícitas”, dijo Petro, gobernante de izquierda que, tras un año en el poder enfrenta en su país un bajo apoyo popular y cuestionamientos de tipo legal.
Su declaración fue abundante en coincidencias entre su país y Costa Rica, donde el presidente Chaves cumple año y tres meses en el poder con una popularidad alta y un discurso antiizquierda.
La ola de violencia en Costa Rica luce imparable hasta ahora, después de que en 2022 el país alcanzó la mayor cantidad de homicidios de la historia y en este 2023 va encaminado a superar ese recórd por más de 40% en la cifra de asesinatos, la mayoría asociados al crimen organizado del narcotráfico.
Tras la reunión, Petro se dirigió a una reunión en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y por la tarde tiene programado recibir un doctorado honoris causa por la Universidad para la Paz.
