La Caja Costarricenses del Seguro Social cerró el 2023 con números favorables una vez más, tanto en el Seguro de Salud como en el Régimen de Invalidez Vejez y Muerte (IVM) y acumuló, al cierre del año, ₡1.157.543 millones.
Así lo reveló la liquidación presupuestaria de la institución, presentada ante su Junta Directiva el pasado viernes 16 de febrero.
El informe reveló que los ingresos del Seguro de Salud fueron de ¢3.809.311 millones, mientras que los egresos sumaron ₡3.019.927 millones, dejando así un superávit de ¢789.384 millones ese año.
Eso se sumó al saldo no incorporado de años previos, que estaba en ¢368.158 millones, lo que dejó a la institución con un superávit acumulado de ₡1.157.543 millones.
Cabe destacar que según la liquidación de la entidad este es al menos el quinto año seguido que los ingresos de la entidad superan con creces a los gastos. Así, en 2019 hubo un excedente de ₡616 millones, en 2020 la diferencia fue de casi ₡773 millones, en 2021 de ₡701 millones y en 2022 de ₡590 millones.
El documento destacó que a lo largo del 2023 las finanzas del Seguro de Salud mejoraron pues el rubro de contribuciones a la Seguridad Social aumentó en un 7.3% pero señaló que las transferencias corrientes gobierno central se redujeron en un 20.2% y los aportes de trabajadores independientes en un 4.5%.
A la vez, hubo una leve baja en el monto por remuneraciones (0.9%) causado por la implementación de la la Ley Marco Empleo Público y Ley Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
Sobre el IVM, el texto detalla que las contribuciones crecieron en un 9.5% lo que tuvo un importante impacto, a pesar de que los ingresos de capital se redujeron por subastas inversas- y reconversión de deuda de préstamos hipotecarios. Además destacó que para el año, el monto por aportes del Estado decayó en un 15.6%.
Juan Carlos Durán, asesor sindical de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) en la CCSS, dijo que el informe ratifica la situación financiera de ambos seguros, “que en ningún caso pasa por una quiebra”.
En el caso de las pensiones, dijo, hubo superávit aún cuando se tomaron recursos de la reserva para pagar las pensiones en curso, lo que aunque revela la salud del seguro, “enfatiza la necesidad de que el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda pague sus obligaciones anuales, así como la deuda acumulada”.
“En el Seguro de Salud la liquidación presupuestaria elimina cualquier nublado o cortina de humo de “quiebra”, observado por el crecimiento de los ingresos con mayor dinamismo, un superávit superior a ₡1,1 billón y una relación positiva del ingreso corriente versus el gasto de operación, lo que significa es que los ingresos de las cuotas de los trabajadores y patronos solventan el pago del funcionamiento de los centros de salud y las unidades administrativas”, dijo.
El sindicalista destacó que las finanzas del Seguro de Salud están sanas pero recordó que hay retos en la gobernanza, pues por ejemplo, parte del superávit es causado por la paralización del Portafolio de Inversiones de Infraestructura y Tecnologías, “obras que son de vital importancia para las distintas comunidades del país, para la generación de empleo y dinamizar la economía, como los casos del Hospital de Alajuela y más grave el de Cartago, detenido con criterios desmentidos recurrentemente por los entes técnicos pertinentes”.
Durán destacó la “monstruosa deuda” del Estado con el régimen de salud, que ha crecido a más de 30% “por una campaña directa en dañar la seguridad social, aspecto que debemos defender para la protección de las personas más vulnerables de Costa Rica”.
