Los cambios que se están presentando en el texto del proyecto de ley 21.182, Reforma del Código de Trabajo para actualizar las jornadas de trabajo excepcionales, han vuelto a encender el debate sobre la negociación del proyecto, y serán determinantes para definir el trámite futuro de esta reforma, que podría acelerarse o regresar a su velocidad ordinaria en la comisión de Hacendarios.
Paulina Ramírez, la presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios en la que se tramite el proyecto, conocido también como jornadas de 12 horas, o 4-3 (se trabajan cuatro jornadas de 12 horas y se descansan tres), comentó que las fracciones están en la fase de analizar las observaciones de los diputados que el Gobierno incorporó al texto del proyecto, con el que se pretende reemplazar a su vez el texto sustitutivo que se presentó en junio pasado.
Ya hay algunas valoraciones: la fracción del Frente Amplio denunció que el Gobierno frenó el proceso de negociación, porque se eliminaron del texto propuestas que se habían avalado dentro de la comisión, como reducir las horas para la jornada excepcional de 48 a 44 horas en el caso diurno, y de 36 a 33 en el nocturno. Además, facilidades para que los trabajadores en esta modalidad recibieran cuido gratuito.
“No estábamos satisfechos, pero notábamos un avance, el Gobierno lo había aceptado. Pero hace unas semanas, piden frenar el proceso de negociación, porque a un grupo de empresarios no les parece viable las observaciones”, afirmó Jonathan Acuña, jefe de fracción del Frente Amplio (FA).
Esta versión fue rechazada por Pilar Cisneros, la jefa de fracción del Partido Progreso Social Democrático. “Eso no es correcto. Se incorporaron muchas de las observaciones del FA y del Partido Liberación Nacional (PLN), el proyecto quedó mucho mejor que el original”, dijo, y citó el reconocimiento de un plus salarial, para garantizar que el empleado no recibirá menos de lo que ahora podría percibir por ocho horas regulares, más cuatro horas extra.
Cisneros aseguró que el caso de la reducción de horas, se consultó y se corrigió porque no se podían acomodar los horarios de 24 horas, con jornadas de menos de 12 horas. “Sin embargo, nunca se trasgrede el máximo de tiempo de 48 horas semanales que establece el Código de Trabajo”, dijo.
Por su parte, Ramírez comentó que la propuesta del Gobierno, presentada desde el 10 de febrero, incorpora varias de las observaciones de los diputados durante la discusión. “Como presidenta de la comisión, queríamos buscar un texto que fuera más viable al texto sustitutivo que se aprobó, un equilibrio entre los beneficios para los empresarios, y la protección de los derechos de los trabajadores. Se presentaron observaciones, y el Gobierno nos presentó otro texto, consultado con los empresarios”, explicó.
Ramírez manifestó que en el nuevo texto se incluyeron algunas de las observaciones, entre las que citó varias que consideró relevantes: que la remuneración de las jornadas se equiparara a un promedio de las horas ordinarias y extraordinarias, y la eliminación del artículo 136, que se relacionaba con las jornadas acumulativas, “y que no tienen por qué estar en un proyecto de jornadas excepcionales”, afirmó.
Además, se incluyeron observaciones sobre el teletrabajo, mecanismos de pago adicional, y la inclusión de los servicios de salud y turismo entre los que se pueden incluir en la lista taxativa para jornadas excepcionales, pero limitados al sector privado. Empero, indicó que no se incluyó la solicitud del FA de reducir las horas semanales para la jornada excepcional.
Ramírez indicó que de la apreciación de estos cambios -en principio, negativos para el FA, positivos para el oficialismo- en las bancadas dependerá que el tema se pueda valorar en el espacio de jefaturas de fracción, para propiciar un posible trámite acelerado (opción que el Gobierno ha mencionado en ocasiones anteriores), o en caso de no lograr un acuerdo en ese sentido, continuar el trámite en Hacendarios, en donde le restan al proyecto 393 mociones para ser debatidas.
