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Cálculos, negociaciones y apuros: partidos arman candidaturas legislativas en vísperas de campaña hacia 2022

Cerca del inicio formal de la campaña, partidos definen nóminas provinciales en busca de notoriedad en unos casos y de equilibrios en otros, como en la apuesta de José María Figueres al postular a su viejo adversario Rodrigo Arias en primer lugar por San José.

Algunos políticos utilizan la candidatura presidencial para ganar notoriedad y salir electos diputados, pero la relación también se da a la inversa en algunos partidos: acudir a figuras conocidas o representativas de sectores para reforzar la propuesta y competir con mejores opciones por la Presidencia de la República.

Ambas dinámicas transcurren entre cálculos, transacciones y búsqueda de equilibrios en las agrupaciones políticas en las semanas previas al inicio formal de la campaña para las elecciones del 6 de febrero, bajo la premisa de que en la actualidad ha ganado peso relativo la elección de diputados ante la percepción de los electores y ante los poderes limitados del Poder Ejecutivo.

Por eso las apuestas fuertes como la del candidato presidencial José María Figueres al gastar su único cartucho de elección de candidato legislativo en una figura que nadie esperaba, la del exministro Rodrigo Arias, priorizando la carta de la experiencia por encima de la renovación y proyectando un mensaje de unión de visiones distintas, porque amigos nunca fueron.

La presentación de Rodrigo Arias como candidato legislativo, pendiente de ratificación y del resto de nombres en la asamblea partidaria del sábado 25 de setiembre, fue solo el último anuncio antes del cierre de esta publicación, en medio de dos fines de semana en que varias agrupaciones políticas definen también sus nóminas provinciales desde sus propias circunstancias.

Es el caso del partido Progreso Social Democrático, una agrupación nueva y desconocida que lleva al economista Rodrigo Chaves (ministro de Hacienda por seis meses en la actual administración) como candidato presidencial, pero que acudió a una figura de mayor notoriedad para encabezar la papeleta diputadil por San José: la periodista Pilar Cisneros, de sabidas posiciones contra la clase política.

La posibilidad de que Rodrigo Arias y Pilar Cisneros se crucen en el plenario legislativo entre 2022 y 2026 es solo una de los resultados eventuales. Las combinaciones son muchas más y dependen de las negociaciones internas dentro de las agrupaciones más tradicionales, como el mismo PLN o el oficialista Acción Ciudadana (PAC), o de las contrataciones en el mercado de la política de personas que podrían traer réditos a los partidos, sobre todo los más pequeños, como ese que postula a Pilar Cisneros.

“Hay muchas estrategias sobre la mesa. Vemos casos en que el candidato a diputación es más relevante que el presidencial, vemos la intención de buscar caras conocidas. Hay una clara intención de ganar notoriedad”, comentó Eugenia Aguirre, politóloga del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la UCR, después se señalar la presentación de Rodrigo Arias como un movimiento notable que balancea electoralmente visiones sobre la economía y el Estado confrontadas desde hace décadas en el PLN.

En lo inmediato, el ascenso de Arias marca un cambio en el discurso del PLN sobre los proyectos de ajuste fiscal del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre los cuales Figueres ha sido esquivo y el ahora aspirante legislativo, en cambio, es un decidido impulsor de esa agenda.

Figueres, que en la encuesta de agosto del CIEP-UCR recogía una ventaja insuficiencia con 17% de intención de voto, justificó su escogencia de Arias, de 75 años, como una respuesta a la demanda popular por experiencia, como señal de unificación en el PLN y por la capacidad para construir acuerdos políticos, habilidad que sobrevalora ante la posibilidad de una Asamblea Legislativa aún más fragmentada que la actual.

Pese a la rivalidad histórica de arismo contra figuerismo, y a la automarginación del expresidente Óscar Arias, su hermano, operador, ministro y casi siempre escudero da ahora un paso por su cuenta y altera las negociación que aún iban y venían al momento de cerrar esta edición.

Agitación partidaria en vísperas de convocatoria oficial

Otras agrupaciones llevan camino adelantado, como Unidad Social Cristiana (PUSC), que definió sus papeletas para diputados en las asambleas provinciales y sin un liderazgo nacional, como también es la tendencia creciente en la política nacional. La candidata presidencial, Lineth Saborío, poco margen de acción tuvo sobre la decisión de encabezar San José con el joven politólogo Carlos García, procedente de Pérez Zeledón donde ejerce su poder local la dirigente y exdiputada Rosibel Ramos.

El PUSC, de nuevo, ofrece una cara joven como señal de conexión con las nuevas generaciones que ahora pesan más en el padrón nacional y que podría definir resultados, si acudieran a votar en masa. En segundo lugar, sin embargo, llevan a una mujer de experiencia, Vanessa Castro, y en tercero al analista de medios de comunicación Juan Carlos Hidalgo.

A pesar del perfil público más amplio, Hidalgo tuvo que aceptar lo que resultó de las negociaciones territoriales internas basadas en tradiciones y en los resultados de la convención de junio.

Son múltiples los factores que determinan las papeletas en los partidos, pero un elemento común es buscar figuras conocidas para levantar rápido la imagen de las agrupaciones recién formadas, tal es el caso de Costa Rica Justa, la casa fundada por el diputado Dragos Donalescu que fichó al exliberacionista Rolando Araya y lo postula para la Presidencia y la primera diputación por San José.

Algo similar hizo el político Wálter Muñoz al abrir espacio en su partido Integración Nacional (PIN) al dirigente de movimientos de protesta y exdiputado Célimo Guido, en el primer lugar por Alajuela. Mientras, en San José abre un abogado llamado Pablo Barahona que se ha intentado hacer un lugar como comentarista político y también fue embajador ante la OEA en una parte del gobierno de Luis Guillermo Solís, antes de salir bajo cuestionamientos.

El Frente Amplio, partido estable de las últimas dos décadas que ahora solo tiene como diputado a José María Villalta, apuesta por fuerzas internas y renovación política al presentar a la economista Sofía Guillén, de 29 años, en el primer lugar por San José, igual que lleva otros perfiles similares en las otras provincias, de su propia cantera.

Sin embargo, pocos partidos tienen su propia escuela. Otra agrupación que ya está posicionada en el mapa nacional es el Partido Restauración Nacional (PRN), que se prepara para su primera elección después de los comicios sorpresivps del 2018, cuando ganó en primera vuelta con el ahora adversario Fabricio Alvarado y colocó una buena cantidad de diputados.

Entre ellos estaba Eduardo Cruickshank, ahora candidato presidencial en una propuesta que incluye a figuras que acumulan experiencia desde otros partidos. Es el caso de Julián Watson, exdiputado liberacionista, y Miguel Quesada Niño, también exlegislador y exmilitante del PUSC. Además propone encabezar Heredia con la exalcaldesa de Barva, Mercedes Hernández, quien hace poco abandonó al PLN.

Con más de 20 partidos que competirán por las presidenciales y legislativas en febrero, en la contienda se abren espacio figuras conocidas como Otto Guevara, ahora lejos del partido que abandonó después de condenas por estafa, el Movimiento Libertario. Su agrupación se llama Unión Liberal y pretende le depare una diputación por San José por tercera vez, aunque lleva en paralelo una candidatura presidencial, aspiración en la que ya ha fracasado en cinco ocasiones.

El panorama electoral, marcado por una mayoría de personas indecisas, se va marcando conforme se acerca el inicio formal de la campaña, el 6 de octubre, aunque las agrupaciones pueden inscribir candidaturas el 22 del mismo mes.

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