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Bancos cobrarán 11% de interés a seis partidos, reciban o no deuda política

Los préstamos por fideicomisos son la principal fuente de ingreso para los partidos políticos que los bancos deciden financiar; fueron autorizados a financiar hasta ¢8.800 millones en contratos donde se condiciona el pago adelantado de 18 meses de intereses.

Los bancos BCT y Promerica cobrarán cerca de un 11% de interés a los seis partidos a los que prestaron dinero para sus campañas por medio de los fideicomisos que intermedia la financiera COFIN S.A., entre los cuáles hay dos que no recibirán deuda política para pagar la deuda por no alcanzar el 4% de los votos: Costa Rica Justa y Restauración Nacional.

Los partidos políticos son cada vez más dependientes del financiamiento de los bancos privados ante la caída en donaciones, la negativa de la banca estatal a financiar y el poco financiamiento anticipado al que tienen acceso en el pico de la campaña.

El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) aprobó el financiamiento de estos partidos por un monto de hasta ¢8.800 millones, poniendo como garantía certificados de cesión o bonos de deuda política clase A (los que tienen prioridad de pago).

Según el contrato de Promerica concretado con Nueva República y Costa Rica Justa, el dinero se entrega en tractos y el banco tiene la potestad de disminuir el monto del préstamo “en caso de que las encuestas presenten información desfavorable para el Partido que haga prever que obtendrá menos votos y, por lo tanto, una disminución de su derecho a la Deuda Política”. Los partidos con préstamos del BCT confirmaron tener las mismas condiciones.

Por ejemplo, el Partido Costa Rica Justa firmó un contrato con Promerica por ¢1.000 millones, pero su candidato alcanzó a ver solo una quinta parte, según declaraciones dadas al diario La Nación.

Los intereses al crédito son de un 11,2% en los contratos de Promerica, calculados sobre el saldo y de pago mensual. En el caso de los préstamos con el BCT, los partidos reportan una tasa de 11,32% anual, y en ambos casos el banco pide el depósito de 18 meses de intereses por adelantado.

En caso de que el partido no tenga derecho a deuda política o no tenga suficiente para cubrir los intereses, deberán cubrir lo faltante por sus propios medios. Este semanario contactó a su candidato, Rolando Araya, pero prefirió no dar declaraciones sobre cómo responderán a la deuda.

Otro de los costos que deben sufragar los partidos es una comisión del 1% por desembolso, que resulta en ganancia para el banco, costos legales que cobra el intermediario COFIN S.A. y el costo de las encuestas realizadas por el banco para determinar cuánto prestar a los partidos políticos.

Las encuestas son de carácter confidencial y el costo se reparte entre los partidos que financia un mismo banco. En el caso del BCT: Liberación Nacional (PLN), Frente Amplio (FA) y Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

El banco decide el número de encuestas que se realizan y la casa encuestadora contratada, según el contrato de los partidos que firmaron con Promérica se realizarían como mínimo cinco encuestas previo a las elecciones.

Ingresos de los ganadores

Entre los seis partidos que alcanzaron representación en la Asamblea Legislativa, cuatro fueron financiados por los bancos BCT y Promerica, y en todos los casos fue su principal fuente de financiamiento.

El partido Progreso Social Democrático (PSD) es el que menos ingresos ha reportado al TSE a la fecha, sin embargo, está siendo investigado por la conformación de un fideicomiso privado que recibió donaciones durante la campaña y cuyos donadores están siendo ocultados, según denunció el diario La Nación.

En cuanto al Partido Liberal Progresista (PLP), este contó con el financiamiento del vicepresidente de la Junta Directiva de Purdy Motor, Javier Quirós, quien donó ¢195 millones, el mayor donante de campaña de cualquier partido político, y compró bonos de deuda política por un valor de ¢177 millones.

El PLP también reportó utilizar certificados de cesión clase D (de menor prioridad de pago que los A, B y C) como medio de pago a Canal 7 por cerca de ¢32 millones.

El sistema de financiamiento político de Costa Rica es mixto, lo que significa que los partidos tienen acceso a un financiamiento público que pagan todos los ciudadanos, y a un financiamiento privado. En el caso de las donaciones, solo por parte de personas físicas nacionales.

Entre los reportes de donaciones también hay diferencias importantes, por ejemplo, el PLN y Nueva República reportan montos similares en donaciones, pero el primero las concentra en efectivo (¢399 millones) y el segundo en especie (¢324 millones), según lo reportado por los partidos entre marzo de 2020 y hasta diciembre de 2021 al TSE.

Si excluimos las donaciones que realizan los candidatos a sus propias campañas, y además del aporte de Quirós al PLP, entre los principales donantes de campaña figuran el vicepresidente de la Junta Directiva del grupo bancario Prival, Jack Loeb, con un monto de ¢44 millones al PSD, y el vicepresidente de la Junta Directiva de Cuestamoras, Carlos Uribe, por ¢31 millones al PLN.

Los estrategas de campaña Iván Barrantes, de Nueva República, y Jorge Oller del PLN, brazo derecho del candidato José María Figueres, también reportan donaciones en especie por ¢39 millones y ¢61 millones, respectivamente.

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