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Baja en calidad de gasolina regular podría incidir en contaminación ambiental

La Aresep detectó combustible por debajo de un parámetro establecido, Recope, sin embargo, rechaza el hallazgo y sostiene que el combustible que vende respeta los parámetros de calidad.

La polémica en que se enfrascaron la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) en torno al deterioro en la calidad de la gasolina regular (o RON 91) alcanzó otro nivel de preocupación cuando se detectó un caso en que el combustible evaluado estaba por debajo de los parámetros mínimos establecidos, lo cual podría influir en una mayor contaminación ambiental.

De acuerdo con un oficio del 3 de julio enviado por el intendente de Energía de la Aresep, Mario Mora, al presidente ejecutivo de Recope, Juan Manuel Quesada —y del cual UNIVERSIDAD tiene copia—, fue en la segunda quincena de mayo que se hizo ese hallazgo en la terminal de ventas de Barranca.

Este gráfico, incluido en el último oficio de la Aresep a Recope, muestra la tendencia a la baja en el registro de la temperatura mínima aceptada para la evaporación del 50% de los componentes químicos de la gasolina regular. En mayo ya marcó 76,7 ºC, por debajo del requisito de 77 ºC.

El parámetro en cuestión es que el punto de destilación al 50% de volumen de la gasolina se encontró por debajo del límite inferior permitido de 77 grados centígrados (°C).

Para entender esa medición, el Dr. Carlos León, coordinador de Hidrocarburos en el Centro de Electroquímica y Energía Química (Celeq) de la UCR, explicó que la gasolina está conformada por “una enorme cantidad de compuestos químicos, cada uno de ellos tiene una temperatura a la cual ebulle”, por ejemplo, “algunos alcoholes hierven a temperaturas más bajas, hay otros compuestos químicos que hierven a temperatura más alta”.

Ello quiere decir que en la medida en que se evapora la gasolina aumentando gradualmente su temperatura, se liberan sus distintos componentes. Entonces, “cuando hablamos del 50%, de lo que estamos hablando es qué temperatura tiene el vapor de la gasolina cuando ya se ha evaporado la mitad” de esos componentes.

Así, de acuerdo a la reglamentación vigente, esa evaporación del 50% de los componentes de la gasolina debe suceder en un rango entre los 77 °C y los 118 °C.

La Aresep entonces llamó la atención a que, de acuerdo con las propias mediciones de Recope, el producto que se puso a la venta los días 22, 23 y 26 de mayo arrojó por primera vez resultados inferiores a la temperatura mínima aceptada, 76,8 °C, 76,8° C y 76,7 °C, respectivamente.

León puntualizó que “como la composición de las gasolinas está en función de los vehículos que las van a usar, entonces, un cambio en la gasolina me puede alterar la forma en cómo se desempeña esa gasolina en un carro, ahí es donde puede tener problemas”, que dependerán también de variables como el estado de cada vehículo.

“En lo que sí estamos claros —señaló el científico—, es que se va a ver afectado el desempeño del motor”.

Contaminación

Cuando se le preguntó si es posible que esta situación incida en la contaminación ambiental, replicó que “ahí sí puede ser bastante más probable que tengamos un problema por el mismo ajuste de los motores, sobre todo de los más nuevos”.

Según explicó, los modelos más recientes “tienen una electrónica bastante fina y el uso de computadoras que controlan los parámetros de combustión”, lo cual en este caso puede incidir en que se de la combustión temprana de los compuestos más volátiles de la gasolina.

León recordó que la gasolina “tiene que quemarse toda ojalá de una sola vez”, pero “si tengo una mezcla con una volatilidad alta, que sería lo que implicaría que estemos a 77 °C, yo podría tener que la gasolina incluso no alcance los parámetros de combustión deseados y que más bien haya compuestos de temperaturas altas que no se quemen bien y que terminen saliendo, que no sería lo ideal, entonces, ahí sí podemos tener un pequeño problema de contaminación ambiental”.

Es decir, si la mitad de los compuestos de la gasolina se evapora muy rápidamente, ello puede incidir en que los que requieren temperaturas más altas “no se quemen bien”, con lo cual terminan por ser liberados al aire.

Polémica entre instituciones

Mediante un oficio del 14 de junio, Mora alertó a Quesada que había detectado el problema en estaciones de servicio, en el marco del Programa de Evaluación de la Calidad de los Combustibles de la Aresep.

Añadió que ese “deterioro progresivo de los resultados obtenidos” fue confirmado con la propia información que Recope remite cada quincena, referente a los resultados obtenidos por el Departamento de Gestión de Calidad de la Refinadora.

Mora desplegó gráficos que muestran ese “deterioro progresivo” en las terminales de venta de Recope en Moín, El Alto de Ochomogo, La Garita y Barranca y solicitó al jerarca de Recope un informe técnico “que explique las causas del deterioro registrado en la especificación de calidad de la gasolina regular (RON 91)”, así como un plan de acción y medidas correctivas.

En una conferencia de prensa realizada una semana después, Quesada calificó el tema como “mentiras” y “ataques temerarios” de parte de Aresep, y subrayó que la calidad de la gasolina cumple con los parámetros establecidos.

En la respuesta enviada por Recope al oficio de Aresep, según se cita en la subsiguiente misiva de la Autoridad Reguladora, se adujo que “no existen razones técnicas objetivas para elaborar un informe técnico bajo el temerario supuesto de desmejora de la calidad de la gasolina Plus 91, en el tanto se ha evidenciado que RECOPE no ha suministrado combustibles fuera de las especificaciones técnicas que establece la norma”.

En ese nuevo oficio de la Aresep, Mario Mora reiteró que su alerta inicial no se refería a un incumplimiento con el parámetro de calidad de los 77 °C, sino a la “clara tendencia decreciente de los resultados relacionados” con esa variable y añadió que “en el caso de la terminal de Barranca, en la segunda quincena del mes de mayo de 2023, ya registraron valores nominales por debajo del límite mínimo permitido”.

“Penúltimo lugar”

Alejandro Muñoz, expresidente ejecutivo de Recope, se preguntó si se puede estar comprando gasolina regular de “una calidad inferior que calza dentro de los parámetros”, y lo comparó con un equipo de fútbol: “antes estábamos acostumbrados a estar en los primeros dos lugares de la tabla, siempre exigíamos la mejor calidad para el país por razones ambientales, de salud pública y de rendimiento en los motores; ahora, por decirlo así, nos conformamos con permanecer en la categoría, no importa si quedamos de penúltimo”.

“Entre menor sea la calidad del combustible, habrá más afectación al ambiente, más afectación a la salud pública y si se va fuera de parámetros, como le pasó en esta toma en Barranca, entonces, ya no tendría el mismo rendimiento de los motores”, valoró.


Recope se defiende

La Refinadora, a través del Departamento de Comunicación, rechazó “contundentemente” las “afirmaciones” respecto a la tendencia decreciente en la calidad de la gasolina regular, pues “la misma Aresep concluye que Recope siempre ha vendido esa gasolina con grados de destilación que se posicionan dentro del rango establecido por la normativa técnica”.

Señala que “según se desprende” del propio análisis de Aresep, “Recope ha suministrado entre junio del 2022 y junio de este 2023 una gasolina regular con un grado de destilación de 86,6 Celsius”.

Desde Recope se subrayó que agentes internacionales independientes realizan pruebas de calidad de cada combustible antes de ser cargado en el puerto de Houston. Además, el laboratorio de Recope en Moín lleva a cabo una segunda prueba de calidad, previo que cada uno de los combustibles sea desalmacenado y una tercera prueba se realiza en los tanques de almacenamiento, “previo a su trasiego a las otras terminales, donde se realiza una cuarta prueba antes de ponerlo a la venta a los clientes”.

“Al año se efectúan más de 1.800 pruebas en los laboratorios de Recope que se encuentran debidamente acreditados, con el fin de garantizar, en todo momento, la calidad de los combustibles”, se lee en la respuesta recibida.

Por otra parte, desde la Refinadora se argumentó que “no se considera correcto el argumento expuesto por Aresep” en lo que respecta al mencionado parámetro de calidad, ya que “existe un intervalo en el cual los valores pueden variar, según lo establece la norma técnica”, por lo cual, “no es posible argumentar una tendencia específica”.


 

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