Gritos, patadas, golpes e imprecaciones fue la respuesta que seguidores de Rodrigo Chaves ofrecieron ante la presencia de un nutrido y diverso grupo de manifestantes, que ejerció su derecho a la protesta durante el discurso de esta mañana de Rodrigo Chaves en conmemoración de la Anexión del Partido de Nicoya.
Según informó Esther Jiménez, de la Colectiva Nicoya Feminista, “seguidoras y seguidores de Chaves nos maltrataron, incluso llegaron a golpearnos”. Añadió que la Fuerza Pública debió montar un cordón alrededor del grupo manifestante “para sacarnos escoltados” y aseguró que ella misma salió golpeada en el pecho.
“El tono autoritario del gobierno se ve reflejado en sus seguidores” señaló Jiménez y subrayó que es “preocupante cómo se violenta el derecho a la protesta”. Lamentó de esa manera la violencia que se percibe de parte del mandatario “no sólo a través de su discurso, sino también de sus seguidores”.
La Colectiva Nicoya Feminista junto a la Federación de Estudiantes de la UCR (Feucr), la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna), la Asociación de Estudiantes de la Universidad Nacional de Nicoya (Aseunan) y el Movimiento Nacional de Discapacidad, habían convocado a un plantón de protesta en el Parque Central de Nicoya “para expresar nuestra profunda preocupación y descontento con el gobierno de Rodrigo Chaves”, según se difundió en un comunicado.
La activista Jiménez detalló que se trató de diversos colectivos “alzando la voz por la ola de violencia y el alto índice de femicidios”, pues según dijo para marzo a nivel nacional se contaba nueve femicidios, de los cuales seis fueron en Guanacaste. A ello sumó la inseguridad que se vive en el país, los recortes presupuestarios al sector educación y la preocupación por el proceso de gentrificación en las zonas costeras y la consecuente la expulsión de sus habitantes.
Por ello lamentó que Chaves en su discurso tomara nota de la presencia de la protesta pero “nos reduce a universidades públicas”, cuando se trató “en realidad de un grupo bastante diverso de sectores”. Añadió que en la manifestación “inicialmente se nos iba a integrar el sector arrocero, pero unas conversaciones con el gobierno los desmovilizaron”.
Jiménez relató que desde la llegada al sitio el grupo de manifestantes se encontró con un cordón a unos 300 metros alrededor del parque, “no dejaban pasar hasta que llegara una encargada de Casa Presidencial, revisaban 40 minutos al sol hasta esperar que llegara a ver si nos dejaban o no entrar”.
“Es la primera vez que veo acá en Nicoya el impedimento a la protesta”, subrayó.
Jiménez se mostró preocupada porque “la reacción de la gente y del mismo Presiente tiene un tono bastante autoritario, venimos denunciando cosas que se pasan a lo largo de la historia, gobierno tras gobierno, pero particularmente este gobierno tiene un modo bastante autoritario, reflejado desde que llegamos y hasta que nos manifestamos”.
Relató que “a un compañero lo patearon” y que a pesar de que la policía les escoltó, “nos tiraban golpes, patadas, nos pegaban con carteles”.
Contra la educación superior
La activista informó que al acto oficial se presentaron grupos de manifestantes convocados por otras instancias, quienes padecieron la misma agresividad. Dijo que durante el acto y discurso de Chaves “todo el tiempo estuvimos rodeados de policía, porque los seguidores (Chavistas) se nos vinieron encima”.
Durante su discurso, al hablar de inversiones el mandatario dijo que “no sólo se trata de salud, se trata de educación, educación de verdad, no la educación de que le financia los salarios a rectores que son señores feudales; la educación que genera capital humano de verdad y no pensionados de lujo. Ni los que se queman al sol defendiendo intereses de castas ambiciosas en esas universidades”, expresó en ataque claro en intenciones aunque no tanto en construcción gramatical.
Más adelante en su discurso, quizás molesto con los grupos que protestaban, Chaves con su típica risa burlona expresó: “me dicen mentiroso quienes le creen a los rectores que sin el 1% se cae la universidad y la educación pública”.
Minutos después, proclamó con grandilocuencia que “no voy a aflojar, por más que los esbirros de los rectores griten”.
Todo ello incidió en la violencia que recibió el grupo manifestante y Jiménez a propósito subrayó que Chaves “nunca llamó a la calma”.
