Este 15 de marzo, en el marco del Día Mundial del Consumidor y la Consumidora, despegó la campaña ¡Etiquetado de transgénicos ya!, la cual mete el acelerador a la iniciativa de que en el país se incluya en los empaques de los alimentos la información relativa a la presencia de ese tipo de componentes.
Esta disposición viene a profundizar el esfuerzo que ya han hecho organizaciones como la Red de Coordinación en Biodiversidad y diversas personas, en la recolección de firmas para una solicitud dirigida al presidente Luis Guillermo Solís y a los ministros de Economía, Industria y Comercio; Agricultura y Ganadería; y Salud.
Se procura que Solís, por la vía de un decreto, cumpla una promesa de campaña sobre el tema. Desde mayo del año pasado se inició el esfuerzo por recoger y presentar al Poder Ejecutivo las firmas de quienes apoyan la iniciativa, que según informó el catedrático de la UCR Jaime García, ya superan las 13.000.
Derecho a la información
Los organismos genéticamente modificados (OGM) son plantas o animales en cuya construcción genética −contenida en el ácido desoxirribonucleico (ADN) de las células− se incorporan elementos y características de otras especies.
Los ejemplos citados en un comunicado enviado por la campaña ¡Etiquetado de transgénicos ya! son las variedades de maíz con genes de bacterias, salmones con genes de anguila, o soja con genes resistentes a herbicidas.
El abogado experto en el tema, Luis Trejos, destacó que “se trata del derecho a la información y a la libre elección”, pues enfatizó que en las etiquetas de la gran mayoría de alimentos no se menciona cuáles son transgénicos o derivan de ellos.
Explicó que muchos de los componentes de los alimentos pueden ser transgénicos, por ejemplo ciertos aceites que pueden ser producidos con OGM y son mezclados. “El consumidor realmente no tiene idea, si fue frito o cocinado con un aceite que se ha contaminado con transgénicos”, advirtió.
Trejos considera que el hecho de que una persona consumidora carezca de “información certera” sobre qué es un alimento transgénico y qué no, constituye una violación a derechos que “incluso están protegidos por la Constitución Política, que son el derecho a la salud, a una alimentación saludable y de calidad o el derecho a la información”.
De acuerdo con el abogado, estos derechos están protegidos en el artículo 46 de la Constitución Política, el cual estipula: “Los consumidores y usuarios tienen derecho a la protección de su salud, ambiente, seguridad e intereses económicos; a recibir información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a un trato equitativo (…)”.
También citó la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa efectiva del Consumidor, que “expresamente tutela” el tema, además de convenios internacionales de protección del consumidor.
Mientras tanto, el catedrático García añadió que ya en el ordenamiento jurídico costarricense existen medidas que apoyan el etiquetado de productos transgénicos.
Respecto a la mencionada ley, destacó que su artículo 32 establece como “derechos fundamentales e irrenunciables del consumidor”, el acceso “a una información, veraz y oportuna, sobre los diferentes bienes y servicios, con especificación correcta de cantidad, características, composición, calidad y precio”.
También recordó el artículo 43 de esa legislación, el cual se refiere al “deber de brindar información real al consumidor”, cuyo primer párrafo señala que “es obligación del comerciante informar, clara, veraz y suficientemente, al consumidor, de todos los elementos que incidan directamente en su decisión de consumo”.
La información provista por la campaña ¡Etiquetado de transgénicos ya! destaca que más de 60 países identifican ya los productos de consumo humano y animal que contienen transgénicos.
Apoyan la referida iniciativa la Asociación Costarricense de Consumidores, organizaciones ambientalistas como la Red de Coordinación en Biodiversidad y Coecoceiba Amigos de la Tierra.
