El presidente Carlos Alvarado se sumó a un grupo de gobernantes de América Latina convocados por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, para discutir las formas de posibilitar que los países en vías de desarrollo puedan acceder a recursos para afrontar con éxito la atención de la pandemia por COVID-19 y sus duras consecuencias sanitarias, económicas y financieras.
La iniciativa de Pedro Sánchez, llamada “Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe ante la COVID-19”, promueve un compromiso de organismos multilaterales facilitar los países el acceso a recursos en condiciones flexibles.
Entre esos organismos estaría el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya representante Kristalina Georgieva participó en el encuentro por vía dígital, además del vicepresidente del Banco Mundial, Carlos Felipe Jaramillo, y el titular del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), Luis Alberto Moreno. Además, el presidente Ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi.
“Es momento para que las instituciones financieras internacionales demuestren audacia y flexibilidad para superar la coyuntura”, dijo Alvarado, quien precisó que esas acciones deben llevar “al aumento margen fiscal y a la concesión de préstamos a largo plazo con tasas de excepción para invertir en reactivar la economía, unidas a una reestructuración de las deudas que permita dedicar más fondos a la infraestructura sanitaria, a la protección social y al empleo”.
La videoconferencia abordó primero el impacto del COVID-19 desde la perspectiva de instituciones internacionales, después el llamado a una respuesta conjunta y por último la necesidad de una visión regional para una acción de calado y sostenible, según el comunicado de Presidencia.
Publicaciones de otros países recogen la petición de los gobiernos por condiciones más favorables, como el presidente de Argentina, Alberto Fernández: “resulta imprescindible examinar la posibilidad de establecer un nuevo marco general de reestructuración de deuda pública, debido al impacto fiscal de las medidas domésticas frente a la crisis sanitaria, bajo criterios de justicia y sostenibilidad para deudores y acreedores”.
Fernández propuso la creación de un Comité Global para el Manejo de la Crisis, para el intercambio de información sobre contagios y tratamientos, así como la coordinación de salidas paulatinas a las restricciones sobre las actividades económicas internacionales.
Sánchez, por su parte, agregó que conviene “afrontar el futuro evitando los errores del pasado”, apuntando a la necesidad de una respuesta multilateral, coordinada y solidaria para apoyar a estos países.
Alvarado y Fernández participaron con sus pares de Chile, Sebastián Piñera, de Chile ; de Colombia, Iván Duque; de Ecuador, Lenin Moreno; de Perú, Martín Vizcarra; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de la República Dominicana, Danilo Medina, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou. También intervino la primera ministra de Barbados y presidenta de la Comunidad del Caribe (Caricom), Mia Mottley.
Meses atrás, Alvarado propuso ante organismos internacionales medidas “excepcionales e históricas” que permitan a los gobiernos desarrollar políticas de protección para la población más vulnerable ante los efectos sanitarios y económicos de COVID-19.
