País

Alvarado califica como ‘trampa’ la inédita comparecencia de este miércoles sobre la UPAD

Mandatario insiste en que es inconstitucional la audiencia en el plenario legislativo, pero que si no asiste se le acusaría de ocultar respuestas sobre el caso que cumple un año desde que se cuestionó públicamente.

El presidente Carlos Alvarado calificó como una “trampa” la manera en que fue convocado a comparecer en la Asamblea Legislativa este miércoles sobre la supuesta violación a la privacidad de información de las personas mediante la extinta Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD).

El mandatario dijo que el “truco” está en obligarlo a asistir a un formato que él considera inconstitucional, pues si no lo hace será acusado de evitar la rendición de cuentas.

“Es inconstitucional, pero si no voy van a querer decir que oculto algo, que tengo miedo y eso quiere minar la confianza que los costarricenses depositan en mí. Eso es lo que me toca balancear.  Espero que eso no se haga a futuros mandatarios”, respondió Alvarado a periodistas.

El Presidente dijo que también es importante el precedente, que días atrás calificó como “grave” pues el la comparecencia en el recinto del plenario legislativo se asemeja a una interpelación que no está prevista en la Constitución Política.  “Valdría poner en perspectiva por qué es esta la primera vez que esto pasa desde la Segunda República (1949)”, añadió.

El Presidente ha descartado desde un principio que la UPAD haya violado la privacidad de datos personales, pues aduce que solo manejaba las bases de datos ya disponibles para cruzarlas entre sí y tomar decisiones políticas de manera más precisa.

Una suma mayoritaria de grupos opositores decidió que Alvarado atendiera los cuestionamientos de la comisión legislativa que investiga el caso UPAD, el tema que provocó fuertes cuestionamientos desde que se formalizó esa unidad mediante un decreto en el diario oficial La Gaceta., el 17 de febrero de 2020.

El caso  también motivó un allanamiento inédito a la Casa Presidencial, el 28 de febrero, en el marco de una investigación penal contra Alvarado y su entonces ministro de la Presidencia, Víctor Morales, quien acabó dejando el puesto y quedándose solamente con su curul de diputado oficialista.

 

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