País País tiene poca cultura de ahorro

Alto endeudamiento de costarricenses frena el crecimiento económico

Desaceleración del consumo final de los hogares incide negativamente en demanda y producción nacional

En momentos en que mucho se habla de déficit fiscal y del endeudamiento público, existe un fenómeno que también está frenando la economía del país y que nos afecta a casi todos: el alto nivel de endeudamiento de los hogares.

Los bolsillos más endeudados en la población costarricense se están traduciendo en una baja en los niveles de consumo privado, afectando también el crecimiento económico del país.

Así lo han determinado una serie de investigaciones y análisis de economistas, quienes señalan que el endeudamiento se ha incrementado con fuerza en los últimos años y la gente está llegando a sus límites de pago.

Según datos del Banco Central de Costa Rica durante el segundo trimestre del 2017, el consumo final de los hogares creció un 1,9%, lo que evidencia una fuerte desaceleración, pues en el mismo período del 2016 se registró un nivel de crecimiento del 4,4%.

Luis Diego Herrera, analista económico del Grupo Financiero Acobo, indica que uno de los componentes de la producción nacional es el consumo, el cual se financia con deuda, no obstante, las personas no tienen una capacidad de endeudarse a perpetuidad, en algún momento llegará la restricción presupuestaria, y al parecer ya hay muestras de esta contracción.

“Esta situación de endeudamiento es preocupante porque limita la capacidad de pago de las personas, parte de sus ingresos mensuales podrían estar siendo destinados al pago de la deuda, lo que reduce su posibilidad de adquirir bienes y servicios o atender una emergencia. En el agregado esto lo que provoca es que el consumo privado en la economía se frene, afectando negativamente al nivel de producción (Producto Interno Bruto)”, explicó Herrera.

El PIB está compuesto de diversas variantes, como el consumo, el gasto del Gobierno, las inversiones y las exportaciones netas; al afectarse uno de los elementos esenciales con un menor crecimiento es probable una afectación en el PIB, sobre todo si los otros indicadores no compensan esa desaceleración, como ha venido sucediendo en el país.

En este sentido, el crecimiento del PIB en el II trimestre del año pasado era de un 3,9% y para el mismo período de este año se ubicó en 3,5%, lo que alerta que la producción también está teniendo un menor crecimiento.

Al verse afectado el consumo, incide en una reducción de la demanda de la producción, por ende, el mercado produce menos y necesita menos trabajadores, y esto afecta también los índices de desempleo del país. Al haber más desempleo, que entre el segundo y el tercer trimestre pasó del 8,5% al 9,4%, la gente tiene menos ingresos y consume, a la vez, en menor cantidad.

Roxana Morales, del Observatorio de la Coyuntura Económica y Social de la Universidad Nacional (UNA), coincidió con este criterio y señaló que los indicadores emitidos por el Banco Central muestran una desaceleración del ritmo de crecimiento del consumo, que no es lo mismo que haya disminuido, sino que crece a un ritmo mucho menor de lo que venía desarrollándose.

“Efectivamente esto puede estar explicado en gran parte por el proceso de endeudamiento de la población, que en los últimos 10 años se incrementó en 10 puntos del PIB, de hecho, viene creciendo más la deuda privada que la del Gobierno. La gente está llegando a sus límites en el pago de tarjetas de crédito y préstamos”, indicó Morales.

Las perspectivas de crecimiento de la economía tampoco son muy alentadoras, aunque hay estabilidad, la inflación cerrará este año muy cercana al límite inferior que estableció el Banco Central como meta.

Rudolf Lücke, investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (UCR), destacó los datos del más reciente informe de perspectivas económicas para el país, que incluye una disminución en el ritmo de crecimiento económico, lo que dará un índice cercano al 3% para este año, muy relacionado con la disminución del consumo privado.

Deudas con Tarjetas

 Hay tres tipos de endeudamientos que afectan severamente la economía de los costarricenses, y por ende, inciden directamente en el sano crecimiento de la economía nacional. Se trata del incremento en el uso de tarjetas de crédito, de préstamos de consumo y créditos a plazo para adquirir electrodomésticos o artículos en cuotas.

Según el Estudio Trimestral de Tarjetas de Crédito y Débito elaborado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), con corte a abril de este año, la deuda total de los costarricenses en tarjetas de crédito creció un 21% comparado con el mismo mes del 2016. La cifra adeuda asciende a ¢1.098.957 millones, lo que equivale, aproximadamente al 3,66% del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica.

Más alarmante aún, es que los datos del MEIC evidencian que en el último quinquenio -entre julio de 2012 y julio de 2017- el monto total de deudas en tarjetas de crédito aumentó en un 78% en términos reales.

En ese plazo, las deudas colonizadas en tarjetas de crédito pasó de ¢566.204 millones a ¢1.137.012 millones, lo que incluye deudas en colones y dólares, además en ese mismo plazo el número de plásticos-tarjetas de crédito aumentó en 59%.

Además, según el último Informe Estado de la Nación en promedio el 61,1% de los hogares costarricenses está bancarizado, y uno de los rasgos de la bancarización es el uso de tarjetas de débito y crédito para realizar pagos.

Al 31 de julio de 2017, el MEIC registraba que operaban en el país 30 emisores de tarjetas de crédito, que ofrecen 437 tipos de tarjetas: casi la mitad de uso no restringido.

La mayoría de estas tarjetas son ofrecidas por emisores como Credomatic, Promérica y el Banco Nacional, y, a julio, había 2.528.051 tarjetas en circulación.  Hoy las tasas de interés varían de entre un 23% hasta un 50,4% (prácticamente la mayoría se encuentran entre el 40,0% y 49,9%).

Tasas de interés

Otro de los elementos que afecta el endeudamiento de la población son los créditos de consumo, y de acuerdo con Luis Diego Herrera, analista económico de Grupo Financiero Acobo, la cartera total de créditos bancarias creció al mes de junio 2017 un 12,17%, sobre todo en las áreas de son Vivienda, Consumo y Servicios.

“La tasa de crecimiento del crédito de consumo se ha desacelerado en junio y julio. La caída en el mes de junio 2017 respecto de junio 2016 fue de ¢395.900 millones, lo que equivale a 12,4%”, señaló Herrera.

Cuando se trata de créditos, la tasa de interés es un elemento esencial que afecta el endeudamiento, pues si se da subida de este indicador, las cuotas a pagar serán mayores, esto para quienes tienen créditos a tasas variables, es decir, la deuda será cada vez más costosa.

Rudolf Lücke del IICE indicó que la tasa básica pasiva se mantuvo entre un 4,45% y un 4,7% desde setiembre de 2016 hasta mayo de 2017, luego se dio una baja considerable, producto de un ajuste metodológico, pero para el mes de julio, los bancos, especialmente los del Estado, incrementaron sus tasas de captación en 1,6 puntos porcentuales, pasando de 3,76% a 5,85% en setiembre.

Esta presión en las tasas de interés impacta las carteras de crédito de los bancos, los cuales deben captar más recursos, a través del incremento de sus tasas, lo que afecta a los costarricenses que tienen créditos.

“Siempre es positivo endeudarse para hacer una inversión o para un emprendimiento, pero no para consumo o viajes, pues este no es un buen momento porque se espera que suban aún más”, dijo Lücke.

En el pasado el Banco Central hizo esfuerzos por financiarse sin presionar la tasa de referencia, pero al existir una presión de la inflación y la demanda del sector privado tuvo que darse un ajuste.

Es importante que cuando una persona se endeude con un crédito pregunte en varias entidades, porque las condiciones crediticias varían significativamente de un lugar a otro, y obtener dinero fácil puede implicar el pago de muchos intereses.

Arma de doble filo

“Si se compran electrodomésticos o artículos de consumo es mejor hacerlo a través de entidades financieras, pues los lugares que ofrecen créditos a plazos pueden tener intereses de entre el 45% y el 55%, muy similar a las tarjetas de crédito, mientras que en un banco podría adquirirlo al 18%. Es mejor que las familias se acostumbren a ahorrar para adquirir sus bienes”, alertó Roxana Morales de la UNA.

El último Estado de la Nación analizó este tema y señaló que las empresas comerciales que ofrecen créditos informales -porque no tienen como objetivo principal la intermediación financiera- no son supervisadas por la Superintendencia Financiera (Sugef) y se han convertido en un importante mecanismo de consumo, especialmente para sectores de bajos recursos.

Dicho análisis señala que el 69,5% de los hogares del país tiene acceso al crédito; sin embargo, si se excluyen los pagos a empresas comerciales, el indicador desciende a 47,1%.

La mayoría de estos hogares son de zonas rurales, en donde es muy poco usual que se empleen las tarjetas de crédito. Empero, debe verse esto con cuidado, pues estas empresas no están siendo vigiladas por la Sugef.

Actualmente, en general, por cada 100.000 que los hogares reciben, los costarricenses dedican ¢12.800 al pago de préstamos. Los hogares más pobres suelen dedicar una mayor proporción de sus ingresos al pago de deuda, en comparación con los que tienen mejores condiciones económicas.

Un problema cultural

“El nivel de consumo privado y la saturación de deudas en muchos hogares costarricenses es reflejo de factores culturales de la sociedad, de las expectativas respecto de la situación económica futura y de las finanzas personales”, declaró Luis Diego Herrera, de Acobo.

Cuando las personas compran más productos y servicios se puede pensar que poseen mayor capacidad de pago -ingreso disponible y deuda- lo que beneficia a la economía, pues entre mayor sea el consumo, mayor la contratación necesaria para producir aquellos bienes y servicios demandados, el problema es cuando todo ese consumo se basa en endeudamiento.

En Costa Rica el tema del ahorro no es una práctica muy usual, las tasas son muy bajas si se comparan con otros países, incluso algunos de la región centroamericana.

Esto implica que si los hogares tienen un imprevisto o emergencia no cuentan con los recursos para hacerle frente, por eso es normal ver a costarricenses que solicitan créditos si quieren viajar o consumir. Esto es una alerta y ya muestra tendencias en la desaceleración del componente consumo.

Según los expertos, el panorama económico para los siguientes meses no es muy alentador, pues habrá una serie de expectativas ante un año electoral y un cambio de gobierno que podría traer ajustes económicos, aún desconocidos.

Colaboró: Daniel Salazar Murillo.


Costa Rica con pobre tasa de ahorro

De acuerdo con cifras del Fondo Monetario Internacional, el país cuenta con un índice de ahorro muy bajo, en comparación con otras naciones. Para el 2016 los datos fueron:

Panamá: 41,8%

Japón -27,2%

Nicaragua: 22,5%

Chile -20%

Estados Unidos-18,6%

Uruguay-18,2%

Costa Rica: 16,2%


¡No deje que las deudas lo ahoguen!

De acuerdo con Willy Carvajal, director de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), hay una serie de alertas y acciones que las personas deben tomar en cuenta para evitar el endeudamiento excesivo, o para resolverlo en caso de encontrarse en él.

Tome en cuenta lo siguiente:

  • Una persona no debe tener endeudado más de un 40% de sus ingresos.
  • Haga un análisis consciente de su capacidad real de endeudamiento, una omisión podría generar graves consecuencias ante la falta de pago.
  • En sus proyecciones de gastos, deje una partida para aumentos en la cuota del préstamo, debido a aumentos en el tipo de cambio y variaciones en la tasa de interés.
  • Pregunte aspectos más allá de la cuota mensual y el plazo de crédito, pues hay elementos como si la tasa de interés es fija o variable.
  • Consulte sobre las comisiones y penalidades asociadas al crédito, por ejemplo, si le cobran por pago anticipado, adelanto de cuotas o gestiones administrativas.
  • Si va a contratar un seguro, consulte sobre las coberturas y las exclusiones de la póliza; si existe algún período de carencia y si la cuota aumentará o disminuirá en el transcurso del contrato.
  • Compare productos en el mercado antes de tomar la decisión de consumo.
  • Lea detenidamente los documentos que firma y guarde una copia.
  • Consulte sobre el estado de su récord crediticio y verifique que la información está correcta.
  • En caso de enfrentar una situación de atraso en el pago, acérquese a su acreedor y exponga su situación.
  • Evite contraer deudas para cancelar otras, en algún momento la situación será insostenible.
  • Desde el primer día de atraso en sus pagos, hasta un proceso de cobro judicial, se mancha su récord crediticio.


 

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