La migración en América Latina y Caribe cada vez muestra más su rostro infantil, ya que una de cada cuatro personas migrantes que pasan por las rutas de tránsito es niña, niño o adolescente, quienes se exponen graves riesgos en su camino. En todo el mundo representan el 15% de la población migrante, pero en la región suman el 25%.
En el marco del Día Mundial de la Infancia que se conmemora el 20 de noviembre, la Unicef reveló que, según datos de la Dirección de Migración y Extranjería, cerca de 1.400 personas por día, ingresan y transitan por Costa Rica, buscando continuar su movimiento hacia los Estados Unidos, y el número de personas menores en movilidad alcanza niveles récord.
Según el registro de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), el 41% del flujo migratorio son mujeres, el 59% son hombres y el 32% tiene menos de 18 años, y Costa Rica, al igual que otras naciones centroamericanas, se caracteriza por ser un corredor migratorio para personas, que tienen como destino los países del norte del continente.
Lo peor es que muchos de ellos han visto afectados sus derechos a la educación, salud y protección social, mientras que están expuestos las peores formas de violencia y riesgos.
De acuerdo con Juan Manuel Baldares de UNICEF se estima que para el 2023 habrán cruzado por las fronteras costarricenses más de medio millón de migrantes todos en situación de extrema vulnerabilidad.
“En conjunto con otras organizaciones de Naciones Unidas y autoridades gubernamentales articula acciones para brindar servicios básicos, distribución de kits humanitarios, creación de espacios seguros de apoyo para niñas y niños migrantes en tránsito, apoyo psicosocial, tratamientos médicos o protección especial, así como denuncias ante situaciones de vulneración de derechos y derivación a refugios de emergencia”, detalló Baldares.
Datos del informe “La Infancia en Peligro” publicado por UNICEF en setiembre del 2023, este año, más de 40.000 niñas, niños y adolescentes cruzaron la selva del Darién, antes de pasar por Costa Rica, como parte de su ruta migratoria.
Esta cifra muestra un amplio contraste con respecto a los años anteriores, pues en 2001, cerca de 28.000 personas menores de edad cruzaron la selva y aunque el año pasado fueron 40.000, la cifra fue igualada, apenas en los primeros 6 meses de este 2023.
