El turismo en nuestro país se ha convertido en uno de los principales sectores económicos de gran importancia en los últimos años. Según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), en el año 2018, Costa Rica recibió la visita de más de 3 millones de turistas, generando un aporte de un 6.3% al producto interno bruto (PIB) en la economía nacional.
Los turistas que nos visitan lo hacen por diversas razones (de acuerdo a sus gustos y necesidades), muchos lo hacen por el clima, atractivos naturales, seguridad entre otras más, registrando un periodo promedio de estadía de al menos 12 noches por visitante. La dinámica del sistema turístico en nuestro país se ha transformado en los últimos años, generando nuevas formas de turismo tales como: turismo de aventura, de sol y playa, ecoturismo, turismo rural comunitario, etc.
Es importante resaltar que a medida que el turismo crece a pasos agigantados surgen nuevas tendencias y modalidades. Una de las más importantes, para las comunidades en vía de desarrollo, es el turismo rural comunitario. Esta modalidad del turismo vincula a la comunidad como un destino turístico, impulsando el crecimiento de la economía local a través de experiencias turísticas en relación con la naturaleza, la cultura y el entorno social.
Las experiencias que una comunidad puede ofrecer varían de acuerdo a su historia e identidad, algunas tienen como identidad la actividad minera, actividad ganadera, agrícola, entre otras. Cuando una persona opta por esta modalidad del turismo, busca en muchas ocasiones salirse de la rutina, experimentar nuevas experiencias y encontrar una diversidad cultural en cada comunidad que visita. El turismo rural comunitario no se trata solo de impulsar la economía de las comunidades, este tiene como objetivo preservar la identidad étnica y la valoración y transmisión del patrimonio cultural de las comunidades
Hoy día, las nuevas modalidades del turismo rural comunitario se están adaptando a un modelo de sostenibilidad y sustentabilidad, la cual toma en cuenta cuatro aspectos importantes en el momento de diseñar el producto turístico a ofrecer: la parte social, ambiental, económica y cultural. Esto debido a que las nuevas tendencias apuntan a un modelo más sostenible generando el menor impacto posible.
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT), por su parte, está impulsando en el desarrollo del turismo comunitario, de acuerdo a un plan que involucra dos tipos de turismo: el turismo rural y el turismo rural comunitario. Este plan va orientado a apoyar a las empresas de Turismo Rural y Turismo Rural comunitario, con miras a que se ofrezca una alternativa de calidad para el turista nacional e internacional con el objetivo de disfrutar de una experiencia auténtica costarricense. Por otra parte, se orienta a que los empresarios y comunidades se incorporen a la industria turística de una manera más competitiva, que se promueva la autogestión comunitaria, el uso inteligente de los recursos naturales y su conservación. Todo esto con la finalidad de que se logre beneficiar a las comunidades rurales del país, diversificar sus fuentes de ingreso y mejorar la calidad de vida de los pobladores de diferentes regiones del país.
