El hecho de que estemos en confinamiento físico durante unos días no nos obliga a permanecer en confinamiento intelectual, sobre todo por los resultados fiscales, a pesar de los esfuerzos de consolidación fiscal, hacia el endeudamiento del Gobierno Central que ha venido creciendo ininterrumpidamente desde el año 2008 cuando representaba 24.08% del PIB y hasta alcanzar el 59.3% al final de 2019 y que los analistas señalan los peligros de niveles de deuda de 60% y la amenaza de llegar al 70%, básicamente por el porcentaje del gasto que los intereses llegan a representar en el Presupuesto Nacional. No obstante, en atención a la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y los temas económicos-legales, en momentos en que el país atraviesa por una dura situación en materia hacendaria, productiva y de trauma COVID-19 y nos estamos dando cuenta de que la caja de Pandora se ha abierto. Nuestras mentes se han abierto y como profesionales tenemos la obligación de ser proactivos y catalíticos para aportar soluciones y juntos construir un futuro mejor para Costa Rica que satisfaga verdaderamente el interés general sobre el interés particular o de la minoría.
Al respecto, el tratadista Raidan, (2009[3]), afirma que el estado es una construcción social, su realidad organizacional es la consecuencia de un proceso en el que se cristalizan respuestas a situaciones problemáticas surgidas de demandas y conflictos sociales. La realidad organizacional del estado no es una unidad que responde a un conjunto coherente de objetivos y metas y en cuyo interior se realiza una multiplicidad de actividades instrumentales para su logro, por el contrario, se resalta la heterogeneidad de los mecanismos institucionales, la elevada probabilidad de tensiones en su interior, la incoherencia en los comportamientos y la diversidad en la naturaleza y consecuencias de las relaciones que cada unidad establece con los sectores de la sociedad a los que dirige sus actividades.
Ante la Pandemia del Coronavirus a nivel mundial y en especial Costa Rica, es sumamente preocupante la situación del país como un todo; para tal efecto, es menester indicar los siguientes objetivos:
Objetivo principal:
Dotar al Estado de una herramienta económica, social y solidaria en beneficio de la Sociedad como un todo, para satisfacer el interés general.
Objetivo inmediato:
Que el patrimonio Ocioso del Estado, satisfaga las necesidades de la Sociedad.
Instrumento: En situaciones anormales: remedios anormales. Creemos que tocar pensiones, salarios y demás pluses, no contribuyen a la reacción económica. No obstante, en otras circunstancias que no sean excepcionales, se pueden cambiar criterios, cuando se acabe el Estado Excepcional que estamos viviendo.
Recordemos que el efecto en el PIB o en la Producción Nacional, se ve afectada por el desempleo y la falta de ingresos tanto de los individuos como de las empresas (públicas o privadas), consecuentemente afecta el gasto y afecta las importaciones y las exportaciones.
Nos hemos dado cuenta de que lejos de estar cuidando el pasado, debemos crear el futuro de Costa Rica, ante los estragos del COVID-19 y que muchas posibilidades que están a luz del día no las vemos, por nuestra miopía y que definitivamente debemos hacer un gran esfuerzo para trascender las creencias limitantes, los modelos mentales anquilosados, o incluso los prejuicios y lo más fácil: No ver hacia dentro y proponernos mirar hacia afuera. Por lo anterior, creemos firmemente que existen cuatro alternativas:
SOLUCIONES: PROYECTO SOLIDARIO COVID-19
- Realizar una verdadera evaluación (con lupa) tanto de los superávits específicos como de los superávits libres de muchas instituciones descentralizadas y desconcentradas del Gobierno Central o autónomas (Registro Nacional, Parques Nacionales, COSEVI, CONAVI, Banca de Desarrollo, Municipalidad de San José, entre otros), con cruce de información de sus inversiones transitorias en el sistema bancario nacional, para determinar el nivel de incumplimiento de la caja única y/o emergencia nacional, y crear UN FONDO SOLIDARIO COVID-19.
- Crear un impuesto del 33% a las instituciones que cobren más del 33% de tasas de interés (intermediarios financieros).
- Crear UN FONDO SOLIDARIO GREMIAL COVID-19 (Colegios Profesionales, Dirección Nacional de Notariado, Cámaras, etc.).
- Establecer mecanismos de recaudación y supervisión similares al del Impuesto al Ruedo, para palear la evasión y elusión de impuestos.
Para los puntos 1 y 2, la Contraloría General de la República y la SUGEF deberán establecer un mecanismo de control y ejecución del FONDO SOLIDARIO COVID-19.
Cuando haya pasado la Pandemia y en aquellos casos en que exista superávit del FONDO SOLIDARIO COVID-19, se utilizará para crear un MODELO INTEGRAL SOCIAL para las personas adultas mayores, discapacitados, habitantes de la calle, niños abandonados, mujeres solas o cabezas de familia. El Modelo se iniciará en el Cantón de Coronado y se diseminarán en los otros cantones restantes, conforme al nivel de satisfacción de la demanda y lo ejecutará la Escuela de Administración de la UNED y la Escuela de Administración Pública de la UCR.
Recordemos también que han ocurrido algunos ejemplos:
- Aplicación de la Ley 9635 del 4 de diciembre de 2018 (disminución de anualidades y dedicación exclusiva, disminución de las vacaciones, salario único, etc.).
- Congelamiento de aumentos salariales y eliminación del Salario Escolar
- Voraz evasión y elusión de impuestos (declaración de empresas en quiebra desde hace 10 años).º
- Exceso de Intermediación Financiera, según expediente legislativo No. 20.861.
- Aprobación de empréstitos sin la correspondiente evaluación del pago de deuda
- Aprobación de presupuestos sin que exista una verdadera evaluación de sus resultados.
Ha llegado el momento de repensar qué futuro tendremos y queremos.
[3] -Raidan, 2009. La implementación de mecanismos de coordinación para superar desafíos de Gestión Pública.
