Opinión

Puntarenas: el puerto de los poetas

Es la primera vez en la historia costarricense que se publica una antología poética en la región porteña.

Ante el cumplimiento de los 50 años del Semanario UNIVERSIDAD, periódico caracterizado por aportar a la cultura y educación costarricense, en este espacio se hablará sobre La Antología Poética Puntarenense” que vino a iluminar las letras de nuestra querida provincia de Puntarenas, conocida tradicionalmente como tierra de “pescadores”, gente de “mar” y de buen “churchill”.

Es la primera vez en la historia costarricense que se publica una antología poética en la región porteña. Este aporte posee un legado literario y cultural que se moviliza desde 1990 hasta el 2019, año en que se presentó por primera vez (23 de noviembre en la UNED, Puntarenas) para convertirse oficialmente en un faro que alumbra el camino de los lectores. 

Otro de los motivos por los que se redacta este artículo se debe a que no es usual escuchar a los costarricenses referirse a Puntarenas como tierra de poetas, artistas y ciudadanos que trabajan fuerte y de manera placentera por la cultura, tal cual lo hizo el padre de los talleres literarios en nuestro país: el finado Francisco Zúñiga Díaz (Esparza, 1931 – San José, 1997). Por lo cual, esta es una de las fundamentadas razones por las que el susodicho es uno de los dedicados en la Antología Poética Puntarenense. Actualmente, Marjorie Castro Jiménez es la promotora del Taller Francisco Zúñiga Díaz en Puntarenas, donde la puntarenense Anais Villalobos Kong  es miembro original.

¿Cómo surgió esta antología? A grandes rasgos, gracias a las gestoras culturales: Gabriela Toruño Soto y Elena Manzanarez Juárez, ganadoras, en el 2019, de una Beca Taller con el Ministerio de Cultura y Juventud. A partir de ese año se empezó a hacer realidad el sueño de 21 autores. La lista la conforman:  Arturo Mendoza Ramírez (1949-2015); los expupilos de Chico Zúñiga: Ruth Bermúdez Cambronero; Herbert Contreras Vásquez y José Ricardo Segura Amador; el resto: Mario Zúñiga Fallas (familiar de Francisco Zúñiga Díaz); Lidieth Castillo Rodríguez (Sorprende a sus 85 años declamando sus versos con una memoria honorable); Oldemar Ramírez Vargas; Abelardo Braís Quirós (folclorista, Isla de Chira); Brian Huertas Sequeira; Ana Ligia Leal; Gabriela Toruño Soto; Elena Manzanarez Juárez; Marco Antonio D Sandra; Álvaro Mauricio Carvajal Suárez; Aderith Porras Castillo; Elena Méndez Castillo; Alexis Fallas Blanco; Wilberth Bermúdez Chavarría; José Luis Arguedas Arce; Luis Gabriel Ortega Cruz; Estudiantes del Cindea de Esparza (Víctor Cisneros Alfaro, Josué Moya Sosa y Kricsia Medina) y Steven Pinel (quien además aportó dibujos junto con Carlos Arroyo).

La antología tiene diversas temáticas, pero en su mayoría se trata de la evocación a un pasado idealizado. Este asunto o juegos con el tiempo provocan en el lector una reflexión sobre el presente para luchar por un cambio en el futuro, muchas veces contextualizado en una Puntarenas idílica y divinizada.

Constantes son las conjugaciones verbales en pretérito imperfecto y las evocaciones al recuerdo, que dan forma o cuerpo al mito del pasado que fue mejor: “Así se recibía el verano” (Mendoza, 2019, p.25); “!Oh noches aquellas / que no se olvidan nunca!” (Bermúdez, 2019, p.37); “aquel bello recuerdo /que nunca he de olvidar y me hacía feliz” (Jiménez, 2019, p.86), entre otros. 

También, se encuentran temas de índole religioso, psicológico, filosófico y dedicatorias a figuras nacionales como Jorge Debravo. En fin, muchos más aspectos que solo se podrán descubrir al emborracharse con los 124 poemas presentes en este libro.

Desgraciadamente, debido a que fue una antología publicada gracias a una Beca Taller del Ministerio de Cultura y Juventud, solo quedan cinco ejemplares en manos de Faro Cultural.

Sin embargo, el dato anterior no es tan oscuro, pues en el Ministerio de Cultura y Juventud hay muchos impresos. Además, miembros del Colectivo Faro Cultural se dieron a la tarea de dejar ejemplares en la UCR y UNED (con académicos), la Dirección Regional de Puntarenas, Biblioteca Nacional, Biblioteca de Esparza, Biblioteca de la UCR en Puntarenas, Instituciones educativas en la Isla de Chira, Casa de la Cultura, UNED, el Colegio de Médicos en San José sobre enfermedades raras y sensibles y, por último, una antología se destinará para la Biblioteca Arturo Agüero Chaves de la UCR, Sede de Occidente, Recinto San Ramón. Asimismo, de parte del Faro Cultural se destinarán una antología a la Biblioteca de la Universidad de Salamanca en España y otra a la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid.

La Antología Poética Puntarenense hará viajar a los lectores en un mundo mágico y que evoca, en muchas ocasiones, a una provincia puntarenense que se ha ido, pero no para siempre, porque puede resurgir.

 

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