Opinión

Política monetaria insuficiente para reactivar la económica en el corto plazo

El Banco Central de Costa Rica ha adoptado medidas desde el pasado mes de abril para promover una reactivación económica mediante la reducción de la Tasa de Política monetaria

El Banco Central de Costa Rica ha adoptado medidas desde el pasado mes de abril para promover una reactivación económica mediante la reducción de la Tasa de Política monetaria, la cual refiere a tasa de interés, como porcentaje que cobra el BCCR en sus operaciones activas (préstamos) a un día plazo en el Mercado Interbancario de dinero.

Aunado a ello, para complementar esa disminución de la tasa se promovió una estrategia para mayo del presente año. Esta consiste en la disminución del encaje mínimo legal en colones: este encaje refiere al porcentaje de las obligaciones que los intermediarios financieros deben mantener en reserva. La medida aprobada fue la rebaja en tres puntos porcentuales, pasando de un 15% a 12%, lo que buscaba liberar ¢381.000 millones para su colocación en préstamos.

Fuente: base datos INEC y Sugef.

Sin embargo, en condiciones económicas como las actuales en el país, en donde se experimentan circunstancias complejas para una reactivación vía colocación de crédito, puede no ser la política que genere mayor impacto o los resultados esperados.

Los niveles de deuda que se aprecian en el país son elevados, iniciando con el Gobierno Central, el cual para el año 2018 presentó un déficit en comparación al Producto Interno Bruto del 6,1% y cuya proyección para el cierre del 2019 es de un 6,3%. Para agosto del presente año el déficit primario alcanzó, según datos del Ministerio de Hacienda, un 4,1% del PIB, un 0,4% mayor que en comparación del mismo mes del año 2018, cuando el déficit alcanzó un 3,7%.

Contiguo al déficit gobierno, se genera un encadenamiento de endeudamientos, el cual se traslada a los hogares. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos y la Superintendencia General de Entidades Financieras, en promedio la deuda por hogar asciende en ¢8.294.905 y el ingreso promedio es de ¢1.034.362, siendo que los costarricense se endeudan o comprometen hasta ocho veces más su ingreso; es decir, la utilización de un 800% su ingreso para deuda.

Otro dato importante para considerar y que agravaría más la situación son las tarjetas de crédito. La gran cantidad de plásticos en poder de la población no es el aspecto más relevante; sin embargo, los niveles de endeudamiento que se alcanza por el uso de ellas es una consideración de importancia.

Para abril 2019, la deuda total alcanzaba los ¢1.419.426 millones, con una morosidad de pago de 1 a 90 días del 10,12%, así como la morosidad de pago mayor a 90 días de 5,46%, porcentajes entre los más altos registrados en los últimos 14 trimestres, el total de la deuda con respecto al Producto Interno Bruto  ya alcanzaba el 4,1%.

Fuente: Elaboración propia con datos de Banco Central de Costa Rica.

Otros Índices

Por el crecimiento de los créditos de los bancos al sector privado no financiero (cantidad de crédito colocado a empresas y familias), se puede visualizar que a partir del año 2002 el crecimiento económico ha sido mayormente dinamizado por la colocación de créditos a diversas actividades, en especial atención al consumo, vivienda, servicios y comercio, quienes presentaron mayor crecimiento.

Un aspecto para tomar en consideración, dadas las circunstancias económicas en las que estamos atravesando la economía costarricense, es que se refleja en la disminución de cantidad de recursos que se han prestado de octubre 2018 a junio 2019, ya que sin importar la actividad todas han sufrido los efectos negativos.

Así las cosas, con todos los niveles de endeudamiento que presenta a nivel país (Gobierno Central y los hogares) con créditos y tarjetas se puede indicar que la política monetaria en busca de la reactivación económica será insuficiente, dado que las familias no buscan una disminución de tasa de intereses para seguir consumiendo, en el mejor de los casos buscan refundir deuda y mejorar liquidez (flujo de efectivo); por ende, se tiene mayor oferta de dinero pero demanda insuficiente para gastarlo.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido