Opinión

Nuevos mecanismos para la contratación de proyectos  arquitectónicos y urbanísticos en Costa Rica

La historia edilicia de nuestras ciudades nos ha llevado por diferentes periodos evolutivos, algunos han dejado una huella más profunda que otros según el entorno sociopolítico, cultural y económico en las que se desarrollaron.

La historia edilicia de nuestras ciudades nos ha llevado por diferentes periodos evolutivos, algunos han dejado una huella más profunda que otros según el entorno sociopolítico, cultural y económico en las que se desarrollaron. Luego de la independencia, y aprovechando el auge económico de las exportaciones cafetaleras, la sociedad costarricense de entonces dejó plasmada en su arquitectura una marcada visión de progreso.

A partir de 1850 en San José se diseñaron y construyeron ambiciosas obras arquitectónicas. Entre ellas que se encuentran las político-administrativas (el Palacio Nacional en 1851-6), de salud (el Hospital San Juan de Dios en 1852), religiosas (la Catedral Metropolitana en 1871-8), educativas (el Liceo Costa Rica en 1887 y el Colegio Superior de Señoritas en 1888, la Escuela “Metálica” Buenaventura Corrales en 1890) y culturales (el Teatro Nacional en 1897), por mencionar algunos casos relevantes.

Después de 1940, las condiciones político-administrativas del país cambiaron hacia un sistema de corte socialista (vigente hasta la fecha), el cual prioriza el cumplimiento de complejos procedimientos administrativos de contratación sobre la selección de mejores diseños arquitectónicos y urbanísticos.

Esta tendencia se puede revertir a través de un esquema de concurso arquitectónico abierto, el cual devolvería el dinamismo perdido a la creación edilicia y urbana, en el que el diseño espacial sería el parámetro principal de selección y no el actual compendio de requisitos administrativos. Estos pueden aplicarse luego, durante la selección de la empresa constructora que presente la oferta más adecuada para la administración pública.

Otro aspecto que vale la pena explotar dentro del nuevo esquema propuesto es la posibilidad de que la comunidad directamente beneficiada con un determinado proyecto arquitectónico o urbanístico pueda participar en los procesos de selección, propiciando un ambiente de transparencia y confianza actualmente perdido por la ciudadanía.

Establecer de manera permanente un mecanismo de concurso arquitectónico, como medio para generar edificaciones de interés público, fortalece el ejercicio profesional y aumenta el debate de ideas necesario para enfrentar la creciente complejidad de nuestras ciudades; estas proyectan un aumento poblacional de cerca de un 50% en los próximos 30 años (según el INEC).

Como estrategia para impulsar los nuevos mecanismos para la Contratación de diseños arquitectónicos y urbanísticos propuestos, el Colegio de Arquitectos de Costa Rica, miembro del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, con el aval de la Contraloría General de la República, conformó una Comisión de Concursos. Esta desarrolló la guía de procedimientos necesarios para promover el desarrollo de obra pública y privada a través un sistema de concursos arquitectónicos y urbanísticos abiertos, (con participación anónima), en la que el parámetro de selección principal será la mejor propuesta de diseño arquitectónico o urbano, su calidad espacial, sostenibilidad y costo.

En algunos países se han establecido sistemas similares con gran éxito; vale mencionar el caso de Colombia, donde existe una cultura y tradición basada en concursos abiertos arquitectónicos desde 1910.

En nuestro horizonte constructivo nacional se perfilan proyectos de una alta complejidad técnica, los cuales el Colegio de Arquitectos de Costa Rica tiene el interés de impulsar. Esto porque la arquitectura es legado de una cultura y sociedad y su expresión no debería limitarse a normas estrictamente administrativas, de manera que se desperdicien la experiencia y capacidad creativa de más de 4.000 profesionales, los cuales en gran medida no han tenido acceso abierto en este tipo de contrataciones.

Uno de los proyectos que se analizan actualmente en el ámbito público es la creación de un moderno sistema de trenes interurbano, que requerirá un reordenamiento a gran escala de los medio de transporte y, por ende, modificar amplios sectores de las ciudades y del espacio público.

Recientemente se utilizó la modalidad de concurso arquitectónico abierto en un proyecto desarrollado en convenio conjunto entre la Municipalidad de Santo Domingo de Heredia y el Colegio de Arquitectos de Costa Rica, el cual dio resultados muy satisfactorios. Se generaron cerca de 40 propuestas para la remodelación del parque central de este Cantón, lo cual devolvió dinamismo a las propuestas arquitectónicas tradicionales.

Opinión

Nuevos mecanismos para la contratación de proyectos arquitectónicos y urbanísticos en Costa Rica

La historia edilicia de nuestras ciudades nos ha llevado por diferentes periodos evolutivos, algunos han dejado una huella más profunda que otros según el entorno sociopolítico, cultural y económico en las que se desarrollaron

La historia edilicia de nuestras ciudades nos ha llevado por diferentes periodos evolutivos, algunos han dejado una huella más profunda que otros según el entorno sociopolítico, cultural y económico en las que se desarrollaron. Luego de la independencia, y aprovechando el auge económico de las exportaciones cafetaleras, la sociedad costarricense de entonces dejó plasmada en su arquitectura una marcada visión de progreso.

A partir de 1850 en San José se diseñaron y construyeron ambiciosas obras arquitectónicas. Entre ellas que se encuentran las político-administrativas (el Palacio Nacional en 1851-6), de salud (el Hospital San Juan de Dios en 1852), religiosas (la Catedral Metropolitana en 1871-8), educativas (el Liceo Costa Rica en 1887 y el Colegio Superior de Señoritas en 1888, la Escuela “Metálica” Buenaventura Corrales en 1890) y culturales (el Teatro Nacional en 1897), por mencionar algunos casos relevantes.

Después de 1940, las condiciones político-administrativas del país cambiaron hacia un sistema de corte socialista (vigente hasta la fecha), el cual prioriza el cumplimiento de complejos procedimientos administrativos de contratación sobre la selección de mejores diseños arquitectónicos y urbanísticos.

Esta tendencia se puede revertir a través de un esquema de concurso arquitectónico abierto, el cual devolvería el dinamismo perdido a la creación edilicia y urbana, en el que el diseño espacial sería el parámetro principal de selección y no el actual compendio de requisitos administrativos. Estos pueden aplicarse luego, durante la selección de la empresa constructora que presente la oferta más adecuada para la administración pública.

Otro aspecto que vale la pena explotar dentro del nuevo esquema propuesto es la posibilidad de que la comunidad directamente beneficiada con un determinado proyecto arquitectónico o urbanístico pueda participar en los procesos de selección, propiciando un ambiente de transparencia y confianza actualmente perdido por la ciudadanía.

Establecer de manera permanente un mecanismo de concurso arquitectónico, como medio para generar edificaciones de interés público, fortalece el ejercicio profesional y aumenta el debate de ideas necesario para enfrentar la creciente complejidad de nuestras ciudades; estas proyectan un aumento poblacional de cerca de un 50% en los próximos 30 años (según el INEC).

Como estrategia para impulsar los nuevos mecanismos para la Contratación de diseños arquitectónicos y urbanísticos propuestos, el Colegio de Arquitectos de Costa Rica, miembro del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, con el aval de la Contraloría General de la República, conformó una Comisión de Concursos. Esta desarrolló la guía de procedimientos necesarios para promover el desarrollo de obra pública y privada a través un sistema de concursos arquitectónicos y urbanísticos abiertos, (con participación anónima), en la que el parámetro de selección principal será la mejor propuesta de diseño arquitectónico o urbano, su calidad espacial, sostenibilidad y costo.

En algunos países se han establecido sistemas similares con gran éxito; vale mencionar el caso de Colombia, donde existe una cultura y tradición basada en concursos abiertos arquitectónicos desde 1910.

En nuestro horizonte constructivo nacional se perfilan proyectos de una alta complejidad técnica, los cuales el Colegio de Arquitectos de Costa Rica tiene el interés de impulsar. Esto porque la arquitectura es legado de una cultura y sociedad y su expresión no debería limitarse a normas estrictamente administrativas, de manera que se desperdicien la experiencia y capacidad creativa de más de 4.000 profesionales, los cuales en gran medida no han tenido acceso abierto en este tipo de contrataciones.

Uno de los proyectos que se analizan actualmente en el ámbito público es la creación de un moderno sistema de trenes interurbano, que requerirá un reordenamiento a gran escala de los medio de transporte y, por ende, modificar amplios sectores de las ciudades y del espacio público.

Recientemente se utilizó la modalidad de concurso arquitectónico abierto en un proyecto desarrollado en convenio conjunto entre la Municipalidad de Santo Domingo de Heredia y el Colegio de Arquitectos de Costa Rica, el cual dio resultados muy satisfactorios. Se generaron cerca de 40 propuestas para la remodelación del parque central de este Cantón, lo cual devolvió dinamismo a las propuestas arquitectónicas tradicionales.

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